Solo con la organización, resistencia, movilización y la unidad de todo nuestro pueblo, articulada a la solidaridad internacional, podremos construir una nueva sociedad donde Honduras vuelva ser nuestra y de “Nuestra América”
Nota relacionada: “Pensar para avanzar: el momento histórico hondureño”, de Ricardo Salgado
Juan Almendares / ALAI
(Fotografía: movilización de educadores en Honduras)
A partir del golpe de Estado militar Honduras ha sido convertida en un laboratorio experimental de Guerra Programada y de terror mediático donde concurren fuerzas de ocupación militar del pentágono, fuerzas militares y policiales colombianas, sicarios, guardias de seguridad privada e intelectuales nacionales e internacionales tarifados por la ultraderecha norteamericana, europea y latinoamericana.
El plan es abortar cualquier proceso de democratización, liberación y transformar de nuestro país en una plataforma ideológica política y militar de agresión contra los pueblos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y todos los países afines al ALBA.
A raíz de la convocatoria al Paro Cívico el 30 de marzo del 2011 por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), organizaciones campesinas, obreras, mujeres, feministas, comunidad de la diversidad sexual; artistas, estudiantes de secundaria, universitarios, maestros, maestras y diferentes movimientos en resistencia se manifestaron en solidaridad con el magisterio nacional y protestaron contra las multinacionales que han apoyado a las fuerzas golpistas
Las protestas se realizaron en puntos vitales del territorio nacional mediante: toma de puentes y carreteras, marchas plantones frente a la Corte Suprema de Justicia, Universidad Nacional Autónoma de Honduras y Universidad Pedagógica Francisco Morazán.
Se estima mas de un centenar de personas fueron afectadas tanto por los gases, persecución, tortura, detención e impacto por armas de fuego.
El asalto de las tropas militares y policiales del Alma Mater y la Universidad Pedagógica con la consecuente salvaje represión estudiantil fueron hechos que se volvieron a realizar con el silencio de las autoridades universitarias
Las zonas mas importantes del Paro Cívico fueron: Dulce Nombre de Copan, Chiquila, Santa Bárbara en el occidente; Santa Cruz de Yojoa y Potrerillos en Cortés y El Progreso, Yoro. Al norte: San Pedro Sula y Ceiba, en el centro Tegucigalpa, en la zona Sur: Choluteca y el Aguan cerca de la costa atlántica.
En los Planes, zona del Aguan del departamento de Colón se concentraron aproximadamente mil personas con la presencia de aproximadamente 400 campesinos(as) miembros de la margen izquierda MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguan), representantes del MCA (Movimiento Campesino del Aguan), maestros y maestras.
Los campesinos defendieron el derecho a la tierra y a la educación pública
Durante tres horas la protesta pacifica fue objeto de lanzamiento de disparos dirigidos al cuerpo de mas de trescientas bombas lacrimógenas y luego a múltiples disparos de bala vida de fusiles galiles y pistolas nueve milímetros .Según el relato de una de las victimas era una lluvia de balas que silbaban en los oídos.
Los resultados preliminares fueron seis heridos del MUCA: Neptalí Espinal, Franklin Hernández, Víctor Manuel Euceda, Paulino Chávez y Antonio Vásquez.
Un campesino del MCA fue golpeado en forma severa y dos maestros: Elías Nieto y Waldina Meléndez fueron heridos.
Algunas de las victimas fueron hospitalizadas y sin respetar su condición traumática los militares y policías no respetaron las normas hospitalarias; al continuar violando sus derechos
Según el relato campesino murió un guardia de Seguridad que andaba con una escopeta y que fue confundido por las fuerzas represivas y recibió un disparo. Tres policías fueron objeto de trauma durante la confrontación.
Mientras esta barbarie ocurría; un contingente militar, policial con guardias privados y sicarios de los terratenientes desalojaba un grupo de campesinos de “La Aurora” quienes ante la desproporcionada fuerza represiva y terror no confrontaron y defenderán las tierras que según ellos legítimamente les pertenecen.
El discurso de los cuerpos represivos y la guerra mediática es justificar la impunidad de las agresiones y tortura aduciendo en forma falsa y perversa la presencia de extranjeros (Cuba, Venezuela y Nicaragua)
Esta guerra programada articulada a una campaña mediática tienen fines experimentales la tortura física y psicológica, los crímenes de lesa humanidad, la utilización de armas toxicas letales en espacios cerrados y disparos dirigidos al cuerpo de las victimas produciendo quemaduras e incluso muerte.
En nombre de la democracia, de dios y la defensa de la propiedad privada de la oligarquía y las multinacionales se agrede a los cuerpos humanos como si fueran desechos o cosas sin valor.
Los operarios de la violencia ya no necesitan ocultar sus rostros con las capuchas y aunque se protejan con las mascaras antiguas, tarde o temprano sufrirán el impacto de los tóxicos.
La esencia de esta agresión contra el pueblo esta en la ¡Verdad sin Mascaras! cuyo contenido es la ideología y práctica fascista de los fieles servidores de la oligarquía y el capital multinacional.
Solo con la organización, resistencia, movilización y la unidad de todo nuestro pueblo, articulada a la solidaridad internacional, podremos construir una nueva sociedad donde Honduras vuelva ser nuestra y de “Nuestra América”
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