La larga frontera común ha dado pie a considerar a nuestro país como un caso paradigmático del ya secular intervencionismo estadunidense en el mundo entero.
Gilberto López y Rivas / LA JORNADA (México)
México es el único país del capitalismo del subdesarrollo que tiene una frontera territorial con Estados Unidos, la cabeza hegemónica del sistema imperialista mundial. También es un caso singular en América Latina por haber tenido lugar una guerra convencional entre ambas naciones (1846-1848). Es significativo que Joel R. Poinsset, primer embajador estadunidense en nuestro país, se distinguiera por su injerencia en los asuntos nacionales y su insistencia en adquirir las provincias norteñas o internas, que después fueron ciertamente conquistadas por la fuerza de las armas y entregadas formalmente a Estados Unidos a través del Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en febrero de 1848. Lea el artículo completo aquí…
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