El despido de los periodistas Patricia Montero y José Jara, del Canal N de televisión, muestra cómo procede el poder mediático de la derecha peruana, ese poder que siempre dice defender la libertad de expresión, la democracia, el pluralismo político y los derechos humanos.
Abner Barrera Rivera / AUNA-Costa Rica
(Fotografía: los periodistas Patricia Montero y José Jara)
Una de las acusaciones infundadas que ha venido realizando la derecha peruana y sus publicistas contra el candidato Ollanta Humala de Gana Perú, es que éste es un peligro para la democracia, porque entre otras cosas, atentaría contra la libertad de prensa. Ese poder mediático limeño que cree controlar todo el territorio peruano, desde antes de la primera vuelta inició una guerra de miedo y terror, tratando de intimidar a la población de los riesgos que significa un candidato respaldado por la izquierda. Los resultados de la primera vuelta, fueron una respuesta contundente; el pueblo le dijo a la maquinaría derechista que sus calumnias no los amedrentaban.
Como sabemos, los ideólogos de la democracia liberal, sostienen que liberalismo y democracia son inseparables, entendiendo por democracia, las libertades públicas, el pluralismo político, elecciones libres, los derechos humanos garantizados, etc. Estas son banderas que hoy levantan los dos candidatos para la segunda vuelta presidencial. Pero la derecha peruana se presenta como la única defensora de los mismos. Curiosamente los últimos treinta años han sido los partidos de derecha quienes han gobernado Perú, con políticas que han dejado como resultado el empobrecimiento de la mayor parte de la población, permitiendo un mayor enriquecimiento de la clase alta y el saqueo de los recursos naturales del país por el capital trasnacional.
En el actual proceso electoral, la derecha fujimorista ha seguido insistiendo que Ollanta Humala pretende regular los medios de comunicación en caso de llegar a la presidencia. Se trata de la utilización del miedo a través de los distintos aparatos ideológicos que dispone (periódicos impresos y digitales, canales de televisión, radio, la iglesia católica romana y algunos sectores conservadores de la iglesia evangélica).
Pero recientemente -el 21 de abril-, aprovechando los días de Semana Santa, la derecha sacó sus garras en “defensa de la libertad”; el Canal N de televisión, perteneciente -como América Televisión- al Grupo El Comercio, uno de los diarios más antiguos de Perú y cuyas publicaciones siempre son de referencia ‘válida’ para medios internacionales como CNN, despidió a los periodistas Patricia Montero y José Jara (ambos productores con gran prestigio y experiencia profesionales) porque no apoyaron la candidatura de Keiko Fujimori. En declaraciones a la prensa internacional, los periodistas afirmaron que en las últimas semanas fueron presionados para “llevar una línea editorial de apoyar a Keiko Fujimori” y “para ser anti-Humala y no dar información sobre ese candidato”. Declara la periodista que cada vez que entrevistaban a Humala o a uno de los candidatos de su partido al Congreso, los dueños del Canal les “llamaban inmediatamente por teléfono para no darle tanto tiempo al aire” y “cuando entrevistábamos a alguien de Fujimori nunca nos llamaban. Quieren tener el control de los dos canales con el fin de asegurarse de que no gane Humala”.
Evidentemente estamos ante un hecho que muestra cómo procede el poder mediático de la derecha peruana, ese poder que siempre dice defender la libertad de expresión, la democracia, el pluralismo político y los derechos humanos. El resto de la prensa fujimorista, se olvidó ahora de defender la libertad de expresión; no han dicho nada contra estos abusos.
A estas alturas la derecha fujimorista tambalea en la utilización del miedo contra Ollanta Humala, porque son ellos mismos quienes con estos despidos, acaban de decirles a los peruanos, que no aceptan la libertad de expresión, que no toleran a periodistas independientes, que no respetan al pluralismo informativo y la libertad de información veraz e imparcial. Hoy los peruanos saben que el peligro no es Ollanta Humala, sino la derecha fujimorista, representada entre otros actores por ese consorcio mediático llamado Grupo El Comercio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario