Chávez y sus seguidores se han impuesto a través de medios democráticos derrotando a la derecha en procesos electorales y referéndums. ¿Democracia o dictadura? Habrá que definir qué tipo de democracia se está construyendo en Venezuela.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
El ataque más frecuente al gobierno de Chávez en Venezuela es el de que es un gobierno dictatorial. La derecha y los distintos portavoces de la Casa Blanca han sido adalides en la propagación de dicha imagen. Por supuesto los grandes medios de comunicación y la Sociedad Interamericana de Prensa han sido entusiastas propaladores de esta visión. Varios argumentos se dan para construir la imagen del Chávez dictador. Uno de ellos ha sido la cancelación de la concesión para televisión abierta de Radio Caracas Televisión (RCTV). Otro ejemplo más lo ha sido el que pese a los resultados del referéndum de 2007, Chávez volverá a contender para la presidencia en 2012. Otro más es el de la Ley Habilitante que da facultad a Chávez para emitir leyes.
En la primera aseveración se pasa por alto el que la referida empresa televisiva fue un actor central en el derrocamiento de Chávez por 48 horas. Sus emisiones fueron decisivas en la creación de una imagen caótica del país y un golpe de estado victorioso que lo conduciría al orden. RCTV fue parte del entramado golpista de 2002 no sólo en abril de 2002 sino también en el contexto del paro petrolero con el cual se quiso reventar al gobierno de Chávez a fines de ese año y principios de 2003. La respuesta lógica, que hubiera dado cualquier gobierno, incluido el de los Estados Unidos de América si se hubiese encontrado en una similar situación, fue simplemente no renovar la concesión a la referida empresa cuando ésta expiró en 2007. En ese mismo año, el oficialismo chavista fue derrotado en el referéndum sobre una reforma constitucional que entre sus 69 propuestas incluía la propuesta de revocar la limitación a dos mandatos para la presidencia contenida en la actual Constitución, permitiendo una nueva candidatura tras dos períodos presidenciales consecutivos. Fue equivocada la interpretación de medios y analistas internacionales que vieron en este punto una causa principal para la derrota de la reforma. En el debate público en Venezuela la cuestión no tuvo mucha importancia y en febrero de 2009, las fuerzas de gobierno ganaron con un 55% de los votos otro referéndum para revocar la limitación a dos mandatos para la presidencia, gobernadores y alcaldes.
La Ley Habilitante comenzó en el 2000 cuando con un 66% de los diputados de la Asamblea Nacional favorables al gobierno, ésta le otorgó poderes especiales a Chávez para emitir 49 leyes entre las cuales estaba el aumento en un 30% a los impuestos a las transnacionales que participaban en actividades relativas al petróleo y una ley de reforma agraria que permitió expropiar latifundios y repartir tierras entre los campesinos. Las 49 leyes fueron un factor clave en la intentona golpista de 2002. Las posibilidades de la Ley Habilitante están dadas por el grado de influencia en la Asamblea Nacional que pueda tener el oficialismo en Venezuela. En las elecciones parlamentarias de 2005, la derecha venezolana cometió la tontería de no participar y le dejó la mesa servida a Chávez en la Asamblea. En las elecciones parlamentarias de 2010 la derecha no repitió el mismo error y consiguió el 40% de las curules de la nueva Asamblea por lo que Chávez verá limitadas las posibilidades de la Ley Habilitante pues no posee las dos terceras partes de los diputados que es lo que necesitaría para emitir leyes sustanciales.
Chávez y sus seguidores se han impuesto a través de medios democráticos derrotando a la derecha en procesos electorales y referéndums. El chavismo triunfó en las elecciones presidenciales de 1998, 2000, 2006, en las elecciones regionales de 2004 y 2008, en el referéndum revocatorio de 2004, en las elecciones parlamentarias de 2005. Ha sido derrotado de manera apretada en el referéndum de 2007 y en las elecciones parlamentarias de 2010. Todos estos procesos electorales han sido rigurosamente vigilados por organismos internacionales.
Más allá de la democracia electoral, en Venezuela existen más de 30 mil Consejos Comunales, órganos de participación popular en los cuales intervienen millones de venezolanos en temas locales y deliberaciones nacionales. Las diferentes “misiones” como se llaman a los programas sociales del gobierno, han logrado abatir la pobreza y miseria de de 75.5% en 1998 a 29% en la actualidad. En los noventa el índice de Gini, que mide la desigualdad social, era de los peores del continente. Hoy es el mejor con 0.393. Antes el 20% de la población más rica se apropiaba del 53% del ingreso nacional, hoy lo hace en 45%.
¿Democracia o dictadura? Habrá que definir qué tipo de democracia se está construyendo en Venezuela. Y si ese proceso no implica riesgos autoritarios.
Pero hoy, no existe dictadura en Venezuela.
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