Nos estamos enfrentando a este dilema: o dejamos que las cosas sigan así como están y entonces nos hundiremos en una crisis terminal o nos empeñamos en la gestación de una nueva vida social que sostendrá otro tipo de civilización.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAPoSWNmF1ZGOJgIP06hb7OF0QzWc-lcUjZUb7ckekR3tuduxM48CQ9ZUYIytn8Xt2najTNDCG8KEdCIFC_2nCVRvc22Kgi7cYgSZVm4hlATxd_jkZLYsXcM7BZ6_Qxzy07K4mdBYNpP3f/s200/leonardo+boff.bmp)
Leonardo Boff / Servicios Koinonia
En la perspectiva de las grandes mayorías de la humanidad el orden actual es un orden en desorden, producido y mantenido por las fuerzas y países que se benefician de él, aumentando su poder y sus ganancias. Este desorden se deriva del hecho de que la globalización económica no ha dado origen a una globalización política. No hay ninguna instancia o fuerza que controle la voracidad de la globalización económica. Joseph Stiglitz y Paul Krugman, dos premios Nobel de economía, critican al presidente Obama por no haber puesto freno a los ladrones de Wall Street y de la City en vez de rendirse a ellos. Después de haber provocado la crisis, todavía fueron beneficiados con inversiones mil millonarias de dinero público. Y volvieron, airosos, al sistema de especulación financiera. Lea el artículo completo aquí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario