Entre los cientos de personas
fallecidas en el terremoto de Ecuador se encontraron tres médicos cubanos: Bárbara Caridad Cruz
(46), Leonardo Ortiz, (53) y Eric Omar Pérez (41). Ellos no estaban vacacionando
o haciendo turismo; llegaron hace más de dos años y se encontraban cumpliendo misión
internacionalista.
Ángel Bravo / Especial para Con
Nuestra América
A Bárbara, Leonardo
y Eric
Los médicos cubanos fallecidos en el terremoto de Ecuador. |
El devastador terremoto
acaecido en Ecuador el sábado 16 de abril ha continuado ocupando los espacios en
los medios de comunicación. Las cifras de los daños humanos y materiales aún no
están completas; hay más de 700 fallecidos, más 130 desaparecidos, más de 12
mil heridos, más de 26 mil albergados y más de 800 edificios destruidos.
El presidente Rafael
Correa informó que un total de 27 países enviaron a Ecuador equipos de rescatistas
y médicos. Esta vez la solidaridad no consistió en discursos sino en hechos
concretos.
Pero los grandes medios
comerciales siguen ocultando otras solidaridades que son ejemplos de humanidad,
desprendimiento, internacionalismo y amor. En tierras ecuatorianas desde hace más
de dos años, vienen trabajando 761 cubanos y cubanas, profesionales de la salud
y también de la educación. ¿Quién informa de la obra que ellos realizan? Dada
la modestia y la ética de la revolución cubana, ni los dirigentes ni los medios
de comunicación andan exhibiendo esos hechos. ¿Acaso la conducta de los
comunistas cubanos no es aquella que pidió Jesús en el Sermón del Monte: “que no sepa tu mano
izquierda lo que hace tu derecha”?
Las noticias señalaron
que entre los cientos de personas fallecidas se encontraron tres médicos
cubanos: Bárbara Caridad Cruz (46), Leonardo Ortiz, (53) y Eric Omar Pérez (41).
Ellos no estaban vacacionando o haciendo turismo; llegaron hace más de dos años
y se encontraban cumpliendo misión internacionalista; hicieron suyas las palabras
del Comandante Heroico: “Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis
modestos esfuerzos.”
Bárbara, Leonardo y
Eric habían dejado hijos, familia, seres queridos, amigos, tierra, porque
quisieron estar donde podían ser más útiles. Hoy el dolor es profundo, pero
ellos no han muerto, ellos se han sumado a la victoria; no han fallecido en
vano, porque quienes les siguen redoblarán esfuerzos y trabajarán con mayor ahínco.
Y sin embargo, los
ciegos de espíritu se preguntan ¿por qué el mundo admira a los cubanos? ¿Por
qué la gente les tiene tanto cariño? Los enemigos de Cuba socialista piensan
que todo debe tener precio, que nada debe ser gratuito; creen que todo debe
hacerse a cambio de un beneficio material. Nunca entenderán el ADN de la
revolución cubana.
Las
palabras pronunciadas por Fidel en la clausura del I Congreso del PCC, el 22 de
diciembre de 1975, refiriéndose a la misión cubana en Angola, siguen
invariables y son válidas para la situación del pueblo ecuatoriano: "Ellos
están acostumbrados a pensar que cuando un país hace algo es porque está
buscando petróleo, o cobre, o diamante, o algún recurso natural ¡No! Nosotros
no perseguimos ningún interés material, y es lógico que los imperialistas no lo
entiendan, porque se guían por criterios exclusivamente chovinistas,
nacionalistas, egoístas…”
En
la vida de Bárbara, Leonardo y Eric cobra sentido la expresión: “no hay amor
más grande que dar la vida por los amigos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario