Las
FARC inician su vida como movimiento
político. El fantasma trágico de la Unión Patriótica, su expresión política
entre 1985-2002 que actuó legal y electoralmente estará presente: imposible
olvidar que sus dos candidatos
presidenciales, 8 congresistas, 11 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y
3,500 militantes fueron asesinados.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
El 27
de junio de 2017 arribó a su fin el proceso de paz iniciado hace algunos años
entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). En Mesetas, departamento de Mesta, se
realizó la ceremonia mediante la cual la
insurgencia entregó sus últimas armas al gobierno. Las FARC surgieron en 1964
después de la ofensiva gubernamental contra la insurgencia que se acantonaba en
la zona de Marquetalia. Ciertamente la guerrilla después conocida con dichas
siglas venía de los grupos campesinos de autodefensa surgidos en 1948 cuando la
violencia empezó a devastar a Colombia. El asesinato del líder Jorge Eliécer
Gaytán ese año, descompuso por décadas
el panorama político colombiano. Uno de esos campesinos, Pedro Antonio Marín,
organizó las primeras autodefensas y posteriormente encabezó la vinculación de
éstas con el Partido Comunista Colombiano. Marín habría de hacerse famoso
tiempo después, con el seudónimo de Manuel Marulanda Vélez “Tirofijo”.
Así
las cosas, las FARC y su accionar se convirtieron en la guerrilla más antigua
de América latina. Fueron
aproximadamente 68 años de lucha guerrillera que finalmente concluyeron el 26
de septiembre de 2016, cuando se firmó el acuerdo final de paz entre el
gobierno y la guerrilla. Lo que sucedió el 27 de junio fue la ceremonia del desarme final insurgente
y comienza un nuevo ciclo para la insurgencia. La guerrilla que encabezó Manuel
Marulanda Vélez, no sólo llegó a ser la más antigua de la región sino acaso la
más poderosa militarmente. En un momento contó con entre 15 y 20 mil efectivos
distribuidos entre aproximadamente 60 batallones con una presencia en 24 de los
32 departamentos de Colombia. La gran paradoja de las FARC fue que su
influencia y prestigio político fue inversamente proporcional a su poderío
militar. Tuvo un indudable arraigo social en las regiones rurales en donde
actuó, pero en las ciudades su prestigio fue muy bajo. Cometiendo errores en
algunas de sus acciones y secuestrando por largos años a policías, soldados y
civiles, las FARC fueron fácilmente
satanizadas por los grandes medios de comunicación y el establishment
colombiano. Se les pintó como terroristas, extremistas y narcotraficantes.
Después
de la muerte natural en 1990 de Jacobo
Arenas y en 2008 también por causas naturales de Tirofijo, la
comandancia sufrió bajas sensibles merced a un perfeccionamiento de la
contrainsurgencia. En el mismo 2008 fue abatido Raúl Reyes en un bombardeo en
territorio ecuatoriano. En 2010 caería en combate Jorge Briceño conocido como
“Mono Jojoy”. Posteriormente en 2011 el
sucesor de Marulanda, Alfonso Cano,
también sería abatido. Estas bajas y el estancamiento del conflicto
armado paulatinamente llevarían a considerar una solución negociada.
Hoy
las FARC inician su vida como movimiento
político. El fantasma trágico de la Unión Patriótica, su expresión política
entre 1985-2002 que actuó legal y electoralmente estará presente: imposible
olvidar que sus dos candidatos
presidenciales, 8 congresistas, 11 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y
3,500 militantes fueron asesinados.
Hagamos
votos porque a las FARC hoy convertida
en fuerza política no les suceda lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario