La isla se ha convertido en un gran puente de drogas hacia Estados
Unidos. Muchas de estas drogas se quedan
en Puerto Rico, aumentando cada día más el número de narcómanos en la
isla. La inseguridad en Puerto Rico se
ha convertido en un patrón de vida. La
cifra de asesinatos y robos alcanza niveles más altos que en la mayoría de los
países americanos.
Carlos Pérez Morales* / Especial
para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico
A principios de los años sesenta, el Presidente de Estados Unidos,
John F. Kennedy lanzó un programa llamado “Alianza para el Progreso.” El mismo consistió en asignar $20 millones de
dólares en diez años para hacer obras en América Latina, con excepción de
Cuba. Este programa iba unido a amarrar
a los países latinoamericanos en el programa militar de Estados Unidos. Era un
plan estructurado bajo una forma política y financiera en cual Estados Unidos,
tenía el poder de intervenir en los países receptores de dicha ayuda. Se
consideraba la situación del gobierno socialista establecido en Cuba, ya que
Estados Unidos temía que la revolución cubana se imitara en el resto de los
países latinoamericanos. Paralelamente
creó una campaña continental para exhibir a Puerto Rico como “Vitrina de la
Democracia”.
Este hecho de por sí, era
una falacia porque por definición la democracia no se puede ejerce en una
colonia. Esta campaña sin paralelos para esta época, fue para demostrar que el
sistema capitalista y “democrático” superaba los beneficios políticos,
económicos y sociales que el régimen socialista implantado en Cuba. Estos dos países (Cuba y Puerto Rico)
históricamente han mantenido estrechas relaciones culturales, sociales y por
varios siglos compartieron el coloniaje con España.
Para afianzar más la presencia de Puerto Rico en América Latina, se
nombró Embajador de Estados Unidos en Venezuela al puertorriqueño Teodoro
Moscoso, uno de fundadores del llamado Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Con este nombre pomposo se denominó la colonia de Puerto Rico. También fue
nombrado, el defensor de la colonia, e historiador, Arturo Morales Carrión como
Sub-secretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos y
Delegado Especial ante la Organización de Estados Americanos.
De acuerdo al abogado Alberto Medina Carrero “Puerto Rico era la
«Vitrina de la Democracia» para una América Latina empobrecida y subyugada por
dictaduras. (Claro que no se decía que los americanos eran los principales
saqueadores de esos países, ni que eran amigos de esos déspotas.) Según los policemaker del Departamento de Estado,
nuestra isla era la sucursal de USA en español, modelo de democracia y progreso
para las repúblicas bananeras.”
Los Cuerpos de Paz creados en 1961, por el Presidente Kennedy “para
ayudar en el desarrollo de otros países” fueron un instrumento de penetración
en países subdesarrollados en Asia, África y América Latina. Muchos de sus integrantes fueron reclutados
en Puerto Rico. En el Cuerpo de Paz algunos de sus miembros cumplieron con los
objetivos del Programa; otros por el contrario fueron utilizados como espías,
testaferros de Estados Unidos.
La proyección de Puerto Rico como modelo de democracia con su sistema
capitalista y de crecimiento económico, continuó por muchas décadas. Se utilizaron estadísticas como indicadores
de progreso y Desarrollo humano en Puerto Rico Vs, América latina. En esta
propaganda se enfatizaba en el nivel de ingresos, por ciento de
natalidad/mortalidad, persistencia de enfermedades perniciosas, analfabetismo y
escolaridad. En todos estos indicadores
Puerto Rico sobresalía sobre la mayoría de los países latinoamericanos y del
Caribe.
Poco más tarde el modelo económico establecido en Puerto Rico
fracasó. Este sistema tenía como base la
promoción de la inversión extranjera para sustentar la industrialización. A estas industrias se le daban enormes
beneficios económicos, Uno de esos beneficio es la excepción contributiva ya
sean estas compañías manufactureras, farmacéuticas, electrónicas, o
petroquímicas. Este modelo económico eliminó la agricultura como renglón
importante y considerable y se creó una gran corriente emigratoria de nuestra
población hacia Estados Unidos. Cuando
otros países adquirieron acceso libre de impuestos al mercado estadounidense y
teniendo éstos una mano de obra más barata que en Puerto Rico, el modelo
económico hizo crisis. Un hecho adicional que precipitó esta crisis económica
fue la eliminación de la excepción contributiva al repatriar a Estados Unidos
las enormes ganancias obtenidas por estas compañías. Con la crisis económica mundial a partir de
2007, la economía de Puerto Rico entró en una agonizante depresión. El nivel de desempleo en la isla alcanzó
cifras alarmantes y nuevamente se reactivó la corriente emigratoria hacia
Estados Unidos, incluyendo en esta ocasión a miles de profesionales en busca de
un mejor nivel de vida.
En términos fiscales diferentes administraciones de Puerto Rico
endeudaron al país, tomando dinero prestado por distintas razones, incluyendo
para cuadrar el presupuesto anual de la isla. La deuda acumulada por esta pequeña
nación ascendió para el año de 2014, a la enorme e increíble suma de
$75,000.000 (SETENTA Y CINCO MIL MILLONES). Debido a la fragilidad y debacle de
la economía de Puerto Rico, y su deuda externa, se le cerró el mercado de bonos
de Estados Unidos. Esto se hizo cuando las agencias acreditadoras degradaron
los instrumentos negociables y los bonos de Puerto Rico a niveles especulativos
muy cercanos al nivel de chatarra.
Como una forma de el gobierno obtener más dinero, se han aumentado los
impuestos a muchos productos y servicios.
Por ejemplo se le puso un impuesto considerable a la gasolina, recurso
que encarece la vida de los puertorriqueños.
Además el Gobernador Alejandro García Padilla, quiere imponer, una
nueva “reforma” contributiva (IVA) que gravará los productos de consumo en 16%.
La corrupción en el sector público hace que muchos individuos se enriquezcan
ilegalmente con los fondos del estado. La misma priva a los ciudadanos, de
buenos servicios de salud, de educación y de otra índole.
En el orden político, Estados Unidos continúa afirmando que “Puerto
Rico pertenece a Estados Unidos pero no forma parte de Estados Unidos.” Con esta doctrina Estados Unidos promueve la
colonia. Grupos de independentistas puertorriqueños han solicitado al Comité de
Descolonización de las Organización de las Naciones Unidas refiera el caso
colonial de Puerto Rico para revisión en la Asamblea General de esta
organización. Contrario a todo gobierno democrático, nuestros gobernadores
coloniales han impuesto estilos dictatoriales de gobierno. Estados Unidos
continúa aplicando en la isla leyes que vulneran todo tipo de democracia. Un
sólo ejemplo vasta: aún cuando la Constitución de Puerto Rico prohíbe la pena
de muerte, Estados Unidos la puede ejercer en la isla de acuerdo a su propia
legislación.
Para agravar más la situación, la isla se ha convertido en un gran
puente de drogas hacia Estados Unidos.
Muchas de estas drogas se quedan en Puerto Rico, aumentando cada día más
el número de narcómanos en la isla. La
inseguridad en Puerto Rico se ha convertido en un patrón de vida. La cifra de asesinatos y robos alcanza
niveles más altos que en la mayoría de los países americanos.
Con toda esta situación se rompió la “Vitrina de la Democracia” para
América Latina.
*Docente Jubilado, Universidad de Puerto Rico en Humacao
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