sábado, 14 de diciembre de 2019

Perú en la cumbre social por el clima

La exitosa Cumbre Social por el Clima demostró la claridad de convicciones y calidad de interrelaciones socio, política y religiosa del tejido global, en torno a la construcción del anhelado paradigma de un mundo nuevo con paz y justicia socio-ambiental.

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América

El desplazamiento de la COP25 de Santiago de Chile a Madrid movilizó a más de 800 organizaciones sociales, políticas y ambientales, de diferentes pueblos del mundo, las cuales adheridas al llamamiento a la participación en la Cumbre Social por el Clima de la COP 25 en Madrid 2019 manifestaron el más absoluto rechazo a la decisión unilateral del  gobierno chileno de Sebastián Piñera el cual canceló la celebración de la COP 25 en Chile. Arbitraria decisión que ignoró a los movimientos sociales chilenos y del resto de América Latina. Repudio expresado, de igual forma, al gobierno de Pedro Sánchez quien acogió el evento obligando a los movimientos sociales del Estado español a tomar un relevo sobre el que no han sido consultados, en un marco temporal casi inasumible para garantizar una participación y contestación social adecuadas. [1]

En este marco de convocatoria global, paralela a la COP 25, diferentes organizaciones del Perú se hicieron presentes en la Cumbre Social por el Clima en Madrid. Fueron tres las organizaciones peruanas que firmaron la adhesión al llamamiento de la Cumbre Social: Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización,[2] Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC)[3] y el Movimiento Nuevo Perú (MNP) con sede en España.[4]  

Las organizaciones peruanas adherentes manifestaron desenmascarar la hipocresía de gobiernos que llevan décadas fracasando en las negociaciones climáticas, al tiempo que blindan tratados comerciales y de inversiones como herramientas de dominación del capital, dirigidos a perpetuar el desequilibrio de poder que permiten el lujo de unas pocas personas a costa del sufrimiento de la mayoría, acaparando, privatizando y financiarizando cada vez mayores esferas de la vida. Esos mismos gobiernos alimentan la industria fósil con subsidios millonarios y protegen y rescatan bancos fósiles que se lucran con la crisis climática y la devastación ambiental y social.

De igual forma, la adhesión fue adscrita a una confesión de principios: Creemos en la justicia climática como el eje vertebrador de la lucha social de nuestro tiempo: porque la sostenibilidad es imposible sin justicia social, y la justicia no existe sin un respeto a todos los seres que viven en el planeta. La justicia climática es el paraguas más amplio que existe para proteger bajo su esfera toda la diversidad de luchas por otro mundo posible: ecologismo, activismo climático, feminismo, LGBTIQ+, sindicalismo, antirracismo, antifascismo, antimilitarismo, movimientos decoloniales, movimiento indígena, movimiento campesino, movimiento rural… Promovemos la justicia climática como un movimiento de movimientos en el que quepan muchos mundos diversos.

La exitosa Cumbre Social por el Clima demostró la claridad de convicciones y calidad de interrelaciones socio, política y religiosa del tejido global, en torno a la construcción del anhelado paradigma de un mundo nuevo con paz y justicia socio-ambiental.

El compromiso de los firmantes fue visibilizar las demandas que garantizan la transición justa realizada con la rapidez suficiente, para evitar nuevas catástrofes, como un calentamiento por encima de los 1.5°C o el colapso de los ecosistemas y la sociedad.

En particular, el caso del modelo primario-extractivista el cual ha sumido al Perú en la miseria de millones a cambio de la prosperidad y holgura de despiadados grupos de poder dentro y fuera del país.

Sobre el tema, la adhesión de los firmantes tuvieron claro que una de las denuncias iban dirigidas al extractivismo colonial arrastrado hasta nuestros días: nos rebelamos contra los modelos extractivistas relacionados con la producción y consumo de energía fósil en todo el mundo, así como rechazamos también con especial énfasis el uso civil y militar de la energía nuclear.

Es en este contexto de afirmaciones de las causas, de la depredación ambiental planetario, en donde miembros del Movimiento Nuevo Perú (MNP), con sede en España, expusieron en las instalaciones de la Universidad Complutense de Madrid, el pasado 8 de diciembre de 2019, el tema: Economía Extractivista Neoliberal y Nueva Minería en el Perú. Una visión desde el MNP. Movimiento político peruano que entre sus 10 ejes políticos cuentan con la gestión sostenible de los territorios, protección del medio ambiente y lucha contra el calentamiento global.

Cabe resaltar que el Perú sigue librando al mes de mayo del presente año a agosto  de este año 186 conflictos sociales siendo 138 activos (74.2%) y 48 latentes (25.8%) de los cuales el 63% de conflictos son mineros; el 15.1% hidrocarburos; el 5.9% de energía; 5.9% otros; 5.9% residuos y saneamiento; 2.5% agroindustrial-, y un 1.7% forestal.

Entre las principales demandas que realizaron en la Cumbre, contra la política económica primario-extractivista, fue la erradicación del completo abuso de los recursos naturales, los arbitrarios beneficios tributarios, la política entreguista de las concesiones, la violación sistémica del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes y la permisibilidad  en general del aparato jurídico impuesto en la Constitución de 1993.

El abrumador porcentaje de conflictos mineros en el Perú fueron reflejados por el informe expuesto por el MNP en la Cumbre Social Climática en Madrid datos corroborados por la Defensoría del Pueblo:


Trascendente participación de estas tres representaciones en la Cumbre Social por el Clima en Madrid los cuales entre más de 800 organizaciones sociales, políticas y ambientales transmitieron el clamor de poblaciones enteras las cuales por 500 años siguen sufriendo la violación a sus derechos fundamentales debido a la histórica estafa de una colonial teoría del desarrollo desde la depredación sufrida por el extractivismo del guano y salitre hasta la violencia extractivista reflejada en los miles de pasivos ambientales (+4000 a nivel nacional) sufrida en Bagua, Conga, las Bambas, Tía María, Hualgayoc, entre otras.

Las próximas elecciones legislativas del 26 de enero del 2020 y las generales del 2021 marcaran, de cara al bicentenario,  son la oportunidad para el  Perú de dar vuelta al más nefasto capítulo de corrupción jamás antes vivido 1990-2016 y alcanzar la ansiada refundación de una República desmoronada por completo.




[1] Cumbre Social por el Clima. Llamamiento a participar en la Cumbre Social por el Clima de la COP 25 en Madrid. En: https://cumbresocialclima.net/llamamiento/ 7 al 13 de diciembre de 2019
[2] Centro Mundial de Estudios Humanistas. Desarrollar el conocimiento por encima de todo prejuicio. En: https://www.cmehumanistas.org/index.php/es/category/temas/politica
[3] Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC). En: https://www.mocicc.org/
[4] Movimiento Nuevo Perú. En: http://nuevoperu.pe/

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