Victoriano Lorenzo, sin lugar a
dudas, ocupa en la historia de Nuestra América un puesto tan relevante como el
del General de Hombres Libres Augusto César Sandino en Nicaragua o de Emiliano
Zapata en México.
Desde Ciudad Panamá
Fusilamiento de Victoriano Lorenzo en la Plaza de Chiriquí, Panamá, el 15 de mayo de 1903. |
Para una visión antisistémica
Nuestro siglo XXI está lleno de signos que muestran
que hay un descontento, a decir de Manuel Castells en red, que sólo puede ser
materializado por los sectores populares organizados. Eso quiere decir que todo
está conectado y relacionado, es global; que junto a la crisis hegemónica y
estructural de Estados Unidos[2] es
el escenario perfecto para el laboratorio de las ideas y la interpretación de
que un mundo mejor es posible. A la misma vez hay que ser consciente de que así
como el espíritu de la época evoca cambios estructurales y revolucionarios, los
mecanismos de represión son cada vez más violentos y aumentan el carácter
autoritario del mismo, imposibilitando los cambios
necesarios para una vida digna. Tal es, en breve, la dinámica de inicio de este
siglo.
Todo esto se debió de una u otra
forma a la acumulación de capital, la explotación de la fuerza de trabajo, la
división internacional del trabajo, y el desarrollo dependiente de las naciones
periféricas. Este proceso entró
en contradicción, al menos en los países en
desarrollo, con la idea romántica que heredamos de la Revolución Francesa, de
soberanía y nacionalidad, conceptos que van de la mano y que entendió “el León Coclesano”
nuestro hombre del siglo XIX Victoriano Lorenzo[3].
El siglo XIX es muy importante para
Panamá. En ese siglo ocurren, en efecto, los movimientos telúricos que conduce
a la constitución del país en República en 1903. En ese proceso destacan dos
figuras importantes, cuya trayectoria permite formular las hipótesis de trabajo
para teorizar la nacionalidad.
En efecto, hay dos rutas para
interpretar nuestra nacionalidad a partir del siglo XIX, y luego construir
nuestro proyecto político. Por un lado, se puede ir por las sendas del
autonomismo y liberalismo de Justo Arosemena y, por el otro, seguir la lucha
popular de Victoriano Lorenzo, que a pesar de su acercamiento operativo a los
liberales en la guerra de los Mil Días, no puede ser encuadrado dentro de esta
ideología política.
La muerte de Victoriano recuerda el
primer capítulo - “El Cuerpo de los Condenados” - del libro de Michel Foucault Vigilar y Castigar, donde se somete a
Damiens a todo tipo de vejaciones públicas. Tal es el caso de la exhibición
pública que se hizo del cuerpo de Victoriano. Así, nos dice el historiador
Herbert Nelson Austin (2013b):
Tarde en la noche, el cuerpo de Victoriano fue exhibido por las calles
de Panamá como si fuera un animal fuera del rastro (matadero de animales
comestibles), con el claro propósito de aterrar a la población y trasmitir un
mensaje inequívoco a los que intentan emular las enseñanzas del primer
guerrillero latinoamericano del siglo XX. (p166)
La historia política de Panamá no
puede ser pensada sin todos los estratagemas que se dan en el siglo XIX y
principios del siglo XX en torno a Victoriano Lorenzo como figura clave de las
luchas sociales, populares, campesinas e indígenas erigiéndose así como un
luchador nacional.
En la actualidad hay una lucha global
en contra del capitalismo global, o de la globalización. Esta posición de ir en
contra del sistema es de vieja data. A mediano plazo su referente histórico es
la revolución mundial de 1968. A corto plazo, la aparición del cuadernillo de
Stephane Hessel ¡Indígnate! sirvió de
inspiración a quienes protestaban en la Plaza del Sol en Madrid, España, en
mayo de 2011.
En el curso de este proceso se ha
hecho evidente el descontento global e interrelacionado. Por las
características propias de la época, de la sociedad teledirigida, estos hechos
tienen un impacto mediático. Otras manifestaciones y organizaciones no han
corrido la suerte de ser el foco de atención de los -mass media-, por
ejemplo el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, el Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN) de México, el Foro del Tercer Mundo en Dakar o el
Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, Brasil, y este año celebrado en
Túnez. En fin, se han desarrollado un sin número de manifestaciones y
movilizaciones que discrepan con el sistema capitalista. A todas estas
variantes Immanuel Wallerstein los ha llamado Movimientos Antisistémicos[4].
Sobre Victoriano
Su padre, Rosa Lorenzo, ocupó el
cargo de gobernador único de todos los indígenas del norte de Coclé; su mandato
se extendía desde el cerro La Trinidad y el río del mismo nombre en el actual
Distrito de Capira hasta Cerro Negro, punto culminante de la Cordillera de
Coclé que limita con la Provincia de Veraguas. El origen Victoriano se sitúa en
el pueblo ngäbe. Su estirpe guerrera provenía inicialmente de Quibián, un
lugarteniente del Cacique Urracá, y de Urracá mismo quien lucho contra la
presencia española en el Istmo por 10 años.
Cuando tenía nueve años fue entregado
al Jesuita Antonio Jiménez por su padre a petición del prelado, con el objetivo
de educarlo y orientarlo en los servicios a la Iglesia Católica. Bajo la
dirección de Jiménez aprendió a leer, a escribir y a contar. Fue barbero,
zapatero, carpintero y sastre. En ese período acompañó a su progenitor a la
ciudad de Panamá para atender algunas diligencias legales relacionadas con las
personas que estaban bajo su jurisdicción, y entonces conoció al Dr. Belisario
Porras Barahona (1856-1942) político liberal con el cual tendría una larga y
estrecha amistad.
Con el reconocimiento de sus paisanos
y con el aval formal del Alcalde de Penonomé, fue nombrado Regidor de El Cacao
en 1891. En ese mismo año, a causa de las provocaciones del Regidor del lado
este del río Trinidad, el señor Pedro de Hoyos, sucedió un hecho trágico. El
intento de Pedro de Hoyos de encarcelar a Lorenzo generó una trifulca que
terminó con la muerte violenta de este señor. Después del incidente, Lorenzo se
entregó a las autoridades y fue condenado a nueve años de prisión en las celdas
de Las Bóvedas, en la ciudad de Panamá. Su abogado defensor fue el Dr. Carlos
Antonio Mendoza Soto (1856-1916) político liberal.
En la cárcel, sus lecturas sobre la
guerra, las armas, las ideas y los derechos ciudadanos fueron abundantes.
Cumplida su condena a finales de 1899, volvió a El Cacao para dedicarse a la
agricultura y rehacer su vida.
La Guerra de los Mil Días, de octubre
de 1899 a noviembre de 1902, fue una de las contiendas civiles que, durante el
siglo XIX, azotaron el territorio colombiano, del cual formaba parte el
Departamento de Panamá. En marzo de 1900 dio inicio una primera parte de esta
conflagración en el Istmo con una invasión encabezada por el liberal panameño
Dr. Belisario Porras, y terminó con la derrota liberal en la batalla del Puente
de Calidonia en la ciudad de Panamá.
El 14 de mayo de 1900, Porras,
desembarcó en Punta Burica, Provincia de Chiriquí. Ya en camino al pueblo de
Santa María, en la región central, le dirigió una carta a Victoriano Lorenzo
invitándolo a participar de la revolución liberal que encabezaba él junto al
general Emiliano Herrera. Específicamente le solicitaba su cooperación para
desembarcar y transportar hacia la ciudad de Panamá un cargamento de armas y
municiones que llegaría por el puerto de Chame.
En la noche del 25 de mayo de 1900,
Victoriano Lorenzo, junto a un grupo de sesenta hombres, se entrevistó con el
Dr. Porras en el Valle de Antón. Desde ese momento, el cholo Victoriano y su
gente se incorporaron a la primera fase de la Guerra de los Mil Días, en la que
Victoriano Lorenzo llegó
a ser General de la Séptima División del Ejército Restaurador.
Luego firmado el Tratado de Paz entre
liberales y conservadores en el acorazado Wisconsin, de la marina de guerra de
EE.UU., el 21 de noviembre de 1902, el General Lorenzo fue acusado de no acatar
dicho tratado, de mantener armas en su posesión y de varios delitos de robo y
asesinato. Fue detenido y arrestado.
Llevado a un Consejo de Guerra Verbal
sumario, fue hallado culpable por cinco de los seis homicidios que se le habían
imputado y se le absolvió del delito de robo y de la muerte del sacerdote
Albino Russo. Fue condenado a muerte y fusilado el 15 de mayo de 1903 a las
5:00 p.m. en la Plaza de Chiriquí, hoy Plaza de Francia frente al Cuartel de
las Bóvedas. Su cuerpo fue llevado en una carreta y enterrado en una tumba sin
lapida.
Este hecho histórico denota una
constante en que la clase dominada siempre es traicionada por la clase
dominante, es aquí, que Victoriano no encaja con las cúpulas oligárquicas tanto
liberales como conservadoras, ya que los intereses de clase que representaba
Victoriano son incompatibles y riñen abiertamente con los intereses de la clase
dominante[5]. Cuando Victoriano asume
el liderazgo empuñando las armas nuevamente, ya no es solo un peligro para los
conservadores sino para todo aquel que atente contra la dignidad de su pueblo.
Lo que encabeza Victoriano a decir del historiador Herbert Nelson Austin
(2003a) es: “un movimiento de liberación de su raza y no un movimiento de
saneamiento moral de las instituciones gubernamentales” (p90).
En líneas generales Victoriano Lorenzo,
sin lugar a dudas, ocupa en la historia de Nuestra América un puesto tan
relevante como el del General de Hombres Libres Augusto César Sandino en
Nicaragua o de Emiliano Zapata en México.
Para Colofón
Es claro que la historia nos da
lecciones para enfrentar el hoy convulsionado y lleno de contradicciones, pero
si no comprendemos dichas contradicciones nos quedamos estancados, y si no la
empezamos a cambiar con nuestras acciones e interpretando las lecciones del
pasado, nada hacemos. Ahí la importancia de rescatar al cholo Victoriano, y
verlo desde una visión antisistémica. No podemos estar y seguir pasivos ante
los cambios estructurales que se dan tanto a nivel nacional y mundial, en tal
medida hay que rescatar la máxima de Victoriano ¡La Pelea es Peleando!, y a
partir de ahí construir un proyecto político emancipador.
Bibliografía Consultada y Recomendada
sobre Victoriano Lorenzo[6]
- Beluche, O. (2010a) Victoriano Lorenzo El Cholo Guerrillero en la Historia Política Panameña. Panamá: Editorial Cultural Portobelo.
- Beluche, O. (2012b) Victoriano Lorenzo, “El Cholo Guerrillero” en Argenpress info.
- Biografía Completa de Victoriano Lorenzo Troya en EcuRed: La Enciclopedia Cubana en la Red.
- Carles, R. D. (1966) Victoriano Lorenzo, El Guerrillero de la Tierra de los Cholos. Panamá.
- El Panamá América. Suplemento Histórico-Literario dedicado a Victoriano Lorenzo por el LXVIII Aniversario de su Fusilamiento. 15 de mayo de 1971.
- González, M. (2011) Victoriano Lorenzo. Héroe Nacional y Patriota Ejemplar en Boletín Informativo de la Asociación de Estudiantes de Filosofía. Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá. Panamá.
- Jurado, R. H. (1984) Desertores. (Novela sobre la Vida de Victoriano Lorenzo). Panamá: Manfer, s.a.
- Mis Memorias sobre el General Victoriano Lorenzo. Relatos de Viva Voz del Teniente Coronel Juan José Quirós Mendoza 1900-1902. Panamá: Imprenta Árticsa (2003).
- Nelson Austin, H. G. (2003a) Victoriano Lorenzo en la Historia de Panamá. Panamá: Centro de Investigación y Docencia de Panamá CIDPA.
- Nelson Austin, H. G. (2003b) Cómo fue el Fusilamiento de Victoriano Lorenzo. Panamá: Centro de Investigación y Docencia de Panamá CIDPA.
- Victoriano Lorenzo Héroe de la Revolución Libertaria. Homenaje del Ministerio de Gobierno y Justicia en el LXX de su Muerte. 15 de mayo de 1973. Imprenta Martí.
* Los autores son miembros del Equipo
de Trabajo de Análisis e Investigación: "Filosofía y Sociedad".
NOTAS:
[1] Agradecemos al Dr. Guillermo Castro Herrera
profesor e investigador por sus observaciones y sugerencias a la versión
original de este artículo.
[2] Véase los tres tomos del grupo de trabajo
sobre Estados Unidos de CLACSO que explican muy bien la crisis de Estados
Unidos, coordinado por Marco A. Gandásegui, H. y Dídimo Castillo Fernández
publicados por Siglo XXI Editores.
[4] Véase: Historia y Dilemas de los
Movimientos Antisistémicos de Immanuel Wallerstein. Con prefacio de Carlos
Aguirre Rojas. Ediciones Contrahistoria.
[5] Sobre este particular se puede consultar la interpretación de Diógenes
Sánchez Pérez: Victoriano Lorenzo: en los
laberintos de la nacionalidad y la lucha social, en: La Estrella 16
de mayo 2013 sección opinión.
[6] Para un estudio especializado sobre
Victoriano Lorenzo véase la bibliografía de Juan Antonio Susto en la Revista
Lotería (mayo, 1973).
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