¿Hasta cuándo el emblema
globalizado de la Liberté de la economía de consumo, la égalité de las masas
alienadas y la fraternité de las corporaciones multinacionales, ou la mort, seguirán
imponiéndose como credo “democrático” fuera del cual lo único que encontramos
es saqueo, destrucción y desolación?
José
Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América
Desde Estados Unidos
El portaviones Charles de Gaulle. |
El
lema oficial de la República francesa Liberté, égalité, fraternité parece revivir en su expresión bélica: Liberté,
égalité, fraternité, ou la mort! Misterioso
péndulo histórico que se encarga de borrar de la memoria, en cual Alzheimer
histórico, las condiciones primigenias por las cuales el ser humano transita,
el oprimido se convertirá en opresor y el opresor en oprimido y este es el caso
de La France. Aquella Francia burguesa insurgida contra la tiranía
absolutista de la doble nobleza, político-religiosa, y sus valores liberales de
Liberté, égalité, fraternité, lo único que originó en la historia del
occidente es dotarnos de una estructura ideológica capaz de construir la más
monstruosa maquinaria de saqueo y colonización, en palabras del Papa Juan Pablo
II: el capitalismo salvaje, el cual es defendido cueste lo que cueste. ¿Cómo puede hablar de los valores de la democracia
el mandatario francés François Holland, después de
haber sumido en la pobreza a una de sus más desgraciadas colonias -Haití, que
el pasado 12 de enero cumplieron cinco años de aquel dramático terremoto donde
murieron más de 220.000 mil personas y 1,5 millones quedaron sin hogar,
de las cuales 79.397 personas se encuentran en calidad de desplazadas viviendo
en 105 campos en medio de la pobreza extrema- y ahora moviliza millonarios
juguetes bélicos en el portaviones Charles
de Gaulle hacia Irak?
¿Es que se puede hablar de Liberté, égalité, fraternité desde el descalabro socio-económico-político
en el cual se encuentra sumergida La France y el bloque de países
europeos al borde del colapso financiero económico? ¿Qué tipo de ideología
puede sostener el doble rasero capaz de empeñarse en campañas neo-colonizadoras
creando zozobras como la desgracia contra la revista Charlie Hebdo para
embarcarse en una nueva guerra en Irak? Los valores de libertad, igualdad y
fraternidad no funcionan en un mundo multidiverso. La ideología de la
universalidad y homogeneidad es caldo de cultivo de desquiciados
fundamentalismos –sean estos económicos o religiosos- los cuales lo único que
persiguen es la despersonalización y automatización de alienadas masas en
función de los pragmáticos intereses del mercado de consumo.
¿Por qué Francia no asume la reparación
indemnizatoria de Haití después del millonario saqueo histórico? ¿Por qué razón
en lugar de plantearse la fórmula bélica desquiciada y multimillonaria en Irak,
no invierte tremendo capital en ayuda humanitaria en favor de las víctimas del
cólera en Haití? Víctimas de la irresponsabilidad de las fuerzas militares de
las Naciones Unidas provenientes de Nepal quienes vertieron sus residuos
fecales infectados en las entrañas del rio Meille
cerca de la pequeña ciudad de Mirebalais (2010) produciendo el contagio de más
de 650.000 personas, la muerte de más de 8.500 y los miles de víctimas que
hasta el día de hoy claman por justicia? ¿Por qué el mandatario francés no se
rasga sus costosas vestiduras que endosa frente a la impunidad de la cual goza
las Naciones Unidas, su secretario Ban Ki-Moon y Edmond Mulet responsables del
ingreso a Haití de militares
provenientes de Nepal infectados con el cólera? Esta impunidad no ofende el
preciado emblema de La France Liberté, égalité, fraternité ¿“o la muerte” (ou la mora ) está
incluida como valor agregado?
Lamentamos
las miles de pérdidas humanas y los innumerables daños
económicos-psico-emocionales que estos sangrientos eventos siguen ocasionado,
pero al igual que la conspiración del 9/11 que justificó la irracional guerra
contra Irak, la nueva conspiración Charlie
Hebdo pretende justificar una nueva cacería étnica de la cual ya estamos
viendo sus frutos. No existe libertad que justifique de modo alguno la falta de
respeto a la sensibilidad religiosa de ningún ser humano profese la religión
que profese. El mismo Sumo Pontífice Francisco lo sostiene: “Tenemos la
obligación de hablar abiertamente, de tener esta libertad, pero sin ofender
(...) La libertad de expresión y la religiosa son derechos humanos
fundamentales”. [1]
Solo han pasado unos días de la increíble campaña
anti-islámica en París, y Francia se encuentra a orillas de Irak con el
portaviones Charles de Gaulle que, en palabras de
François Hollande, “es un instrumento de fuerza y de poder, es el símbolo
de independencia y un manifiesto de su capacidad política y militar de
Francia. En dicho portaviones serán
transportados dos mil marines, doce cazas de
combate Rafale, nueve Súper tendard, cuatro helicópteros y un
avión de vigilancia”. En este contexto de intencionadas conspiraciones, tenemos
claro que desde la perspectiva del mandatario francés, y de las corporaciones a
la cual representa, los valores del poder y la independencia de La France no nace de su paradigma de un
mundo libre, igualitario y fraterno sino de las canteras de la industria
armamentística mundial y las bóvedas de las corporaciones financieras. Imagínense que solamente por una hora de
vuelo de cada uno de los doce aviones Rafaele La France se gastan 40.000 euros, sin contar las extravagantes sumas
de dinero invertido en cada operación de entrenamiento del famoso portaviones.
¿De qué valores democráticos pueden hablar La
France que asiló a un feroz heredero del saqueo y la masacre de Haiti Jean-Claude Duvalier (Baby Doc) quien emuló y superó
a su padre “Papa Doc”? ¿Cómo se les ocurre autoproclamarse defensores de la
democracia si, mientras su ex colonia Haití sangraba de pobreza, la esposa de Baby Doc despilfarraba
patológicamente el dinero de los haitianos visitando exclusivas joyerías como Boucheron,
Hermes o vacacionando en lujosos hoteles? ¿Ser anfitriones de criminales como
el extinto dictador se lo pueden permitir y los miles de haitianos saqueados y
asesinados no ofendieron sus valores democráticos? Asilaron a un dictador,
derrocaron y exiliaron a un sacerdote y teólogo de la liberación (Jean-Bertrand Aristide), conspiran contra su propio pueblo ¿En nombre de
que valores mandatario francés?
¿Hasta cuándo el emblema globalizado de la Liberté
de la economía de consumo, la égalité de las masas alienadas y la fraternité
de las corporaciones multinacionales, ou la mort, seguirán
imponiéndose como credo “democrático” fuera del cual lo único que encontramos
es saqueo, destrucción y desolación?
¿Hasta cuándo la sanguinaria inteligencia conspiratoria que no duda
segundos en sacrificar seres humanos, y la naturaleza en su conjunto, con la
finalidad de justificar absurdas cruzadas teniendo el agua, oro y petróleo como
botín so pretexto de defender
democráticos ideales bajo los cuales subyacen valores anti-vida que lo único
que alberga en sus entrañas es la lógica del saqueo y la opresión
neocolonial? Finalmente, con todo el
respeto que el abanico de religiones se merece, y sin pretender catequizar a
nadie, hago referencia a lo sentenciado por Jean-Bertrand Aristide: “El
imperialismo estadounidense ha sustentado al gobierno de Haití. Las elecciones
no son la salida, las elecciones son un modo de aquellos en el poder para
controlar al pueblo. La solución es la revolución, primero en el espíritu del
Evangelio; Jesús no podía aceptar que el pueblo pasara hambre. Es un conflicto
entre clases, entre ricos y pobres. Mi trabajo es de predicar y organizar”.
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