La hegemonía (política,
cultural y económica) que Estados Unidos mantiene sobre Panamá, aún después de
haber salido las Fuerzas Armadas de esa nación, hace casi imposible que el país
sea neutral. Después de la invasión de
Estados Unidos a Panamá, este país le ha impuesto una serie de tratados que
inclusive limitan la soberanía de esta nación.
Carlos Pérez Morales / Especial para Con Nuestra
América
Desde
Puerto Rico
Recientemente se ha
desarrollado en el país, un interesante debate sobre la neutralidad de Panamá. Este
es un asunto sobre el cual todo ciudadano panameño debe estar informado. El
diapasón que estimuló este intercambio de ideas fue la decisión del presidente
Juan Carlos Valera, de sumar a Panamá a la Alianza Militar Internacional contra
la organización terrorista Estado Islámico (ISIS) Este movimiento armado
controla grandes partes en Irak y Siria y promete el establecimiento de un
Califato en la región. Como sabemos
Panamá no tiene ejército, pero tiene unas Fuerzas Públicas muy bien adiestradas
militarmente por Estados Unidos. Fue ese país el que impuso la participación de
Panamá en esta alianza militar. Además, el Centro Bancario Internacional podría
ser utilizado en el blanqueo de capitales para financiar el terrorismo.
Podemos remontar la
neutralidad de Panamá, a los orígenes del Canal. Esta neutralidad, permite el
paso de barcos de todas las naciones, aún en tiempo de guerra. Durante las
primeras décadas de historia republicana, (1903-1936), no hubo neutralidad en
Panamá porque eran los “gringos” quienes “mandaban.” Estados Unidos mantenía un
protectorado colonial en el país. Por Panamá estar sujeta a designios extranjeros
no podía existir la neutralidad. Todo ésto quedó evidenciado por las múltiples
intervenciones militares que ocurrieron en el país. Además la política exterior
de la nación era dictada desde la Embajada americana.
Durante la Segunda
Guerra Mundial, Panamá respaldó a Estados Unidos en esta conflagración y le
permitió mediante un “Convenio de bases”, el establecimiento en toda la
república de más de 100 sitios de defensa hasta un año después de terminada la
gran guerra. Estados Unidos no cumplió con este convenio y trató de imponer el tratado Filó-Hines para lograr su
objetivo. El pueblo panameño se levantó en una gran protesta frente a la
Asamblea Nacional, la cual rechazó el tratado por esa presión.
Al principio de la
década del ’50 (1953), Estados Unidos estableció en Panamá la Guardia Nacional,
estamento armado adiestrado por ellos. Este cuerpo castrense defendía los
intereses de la oligarquía pitiyanqui, la cual
estaba sujeta a Estados Unidos por el comercio. Con ese dominio
hegemónico, Panamá no podía ser neutral frente a los acontecimientos
internacionales.
Durante la dictadura de
Omar Torrijos, éste proclamó que no estaba “ni con la izquierda ni con la
derecha…sólo con Panamá.” Esta neutralidad le ganó el apoyo de muchos países de
diferentes ideologías, en su lucha por un nuevo tratado que revertiera el Canal
a Panamá. En 1977, Estados Unidos logró imponer un tratado que reconoció la
Neutralidad del Canal de Panamá. En palabras de Juan A. Tack, “tuvimos que
acceder al Tratado de Neutralidad Permanente, porque el que nos interesaba era
el Tratado del Canal de Panamá y sin uno, no habría el otro.” Este tratado no
es de agrado de los panameños porque una de sus cláusulas estableció que Panamá
puede ser invadida por Estados Unidos, si este país considera que la seguridad
del Canal peligra.
Anualmente, Estados
Unidos convoca a las fuerzas armadas de países latinoamericanos y algunas
europeas, para hacer maniobras conjuntas, simulando un ataque al Canal de
Panamá. Estas maniobras se conocen como Panamax; más el año en que se celebran
(i.e. Panamax, 2015.) Estos ejercicios militares son considerados como una
violación a la supuesta neutralidad de la República de Panamá.
La hegemonía (política,
cultural y económica) que Estados Unidos mantiene sobre Panamá, aún después de
haber salido las Fuerzas Armadas de esa nación, hace casi imposible que el país
sea neutral. Después de la invasión de
Estados Unidos a Panamá, este país le ha impuesto una serie de tratados que inclusive
limitan la soberanía de esta nación. La influencia de EEUU, en el comercio es
muy notable. Desde que entró en vigor el
Tratado de Promoción Comercial, muchos sectores de la economía panameña se han
afectado en términos negativos. Ahí tenemos el caso de la agricultura, donde
muchos productos panameños no pueden competir por el precio ya que la actividad
agrícola es subsidiada en Estados Unidos. Este tratado posee muchas ventajas
para Estados Unidos.
El establecimiento de
bases aeronavales, financiadas por Estados Unidos y preparadas con pistas de
aterrizaje para sus aviones, viola la neutralidad de Panamá. Estas bases se
establecieron alrededor de todo el país, con el objetivo de participar en la
“guerra contra las drogas.” Por
experiencia de otros países sabemos, que estas bases son para uso militar, en
este caso contra países latinoamericanos.
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