En esta entrevista,
Valter Pomar, miembro del Directorio Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, habla acerca de su trayectoria política, su trabajo en el PT y
el Foro de Sao Paulo, el panorama político al interior de su partido, y el
lugar del PT en la historia brasileña, entre varios otros temas.
Carmelo
Ruiz Marrero / Semanario Claridad (Puerto Rico)
Valter Pomar, dirigente del PT. |
En años recientes,
América Latina ha salido de la noche neoliberal al alba de una nueva era
política, caracterizada por lo que se podría describir como un progresismo de
corte desarrollista. Ahora la región tiene varios gobiernos progresistas, que
si bien no han llevado sus respectivos países al socialismo, al menos han
parado en seco el tren del neoliberalismo e implantado políticas domésticas y
extranjeras que preocupan grandemente a Wáshington. En el centro de esta
historia está el espectacular crecimiento de Brasil, nación que ahora figura
como la sexta economía del mundo.
En medio de estos
cambios regionales está la figura del político, historiador y militante de
izquierda Valter Pomar. El brasileño Pomar, activista socialista de toda la
vida, milita en el Partido de los Trabajadores (PT de Brasil) desde la década
de los 1980 y es actualmente miembro del Directorio Nacional del partido. Tiene
además un importante perfil internacional como secretario ejecutivo del Foro de
Sao Paulo, organización que agrupa la mayor parte de la izquierda
latinoamericana. Algunos de los partidos miembros del Foro han pasado de ser
oposición a ser partidos gobernantes, como el MAS en Bolivia, los Sandinistas
en Nicaragua, el FMLN en El Salvador, el Frente Amplio en Uruguay, y el propio
PT en Brasil; además cuenta con la presencia del PSUV de Venezuela y Alianza
PAIS de Ecuador; y de otros partidos relacionados al gobierno en Argentina y
Dominicana. Así, los congresos del Foro de Sao Paulo son mitines políticos del
más alto nivel que cuentan con la participación de cancilleres y jefes de
estado.
En el mes de noviembre
el PT tendrá elecciones internas en las que Pomar aspira a la presidencia del partido
como representante de una tendencia llamada Articulación de Izquierda. No es
poca cosa lo que está en juego. El PT ha ganado tres elecciones presidenciales
consecutivas, y como partido de gobierno ha llevado a Brasil a ser una de las
cinco economías emergentes conocidas colectivamente como BRICS (Brasil- Rusia-
India- China- Suráfrica), que se pronostica superarán el crecimiento económico
del G7 en los próximos 20 años. Brasil además pasó de ser deudor a ser acreedor
del Fondo Monetario Internacional, su banco nacional de desarrollo BNDES es el
banco de desarrollo del sector público más grande del mundo -es más grande que
el Banco Mundial-, y el estado brasileño es accionista mayoritario de
Petrobrás, una de las mayores compañías de energía del mundo. Brasil figura
entre los líderes mundiales en renglones económicos como construcción,
manufactura, minería, agricultura, biocombustibles y represas hidroeléctricas,
y bajo el gobierno del PT el país tiene protagonismo en el escenario
internacional en lo político y lo económico.
Dado que atañen a la
orientación ideológica del partido, los resultados de las elecciones internas
del PT pueden potencialmente impactar grandemente sobre la sociedad y economía
brasileñas y hasta hacerse sentir a nivel internacional, especialmente en la
región latinoamericana. Por eso, recientemente entrevistamos a Pomar acerca de
su trayectoria política, su trabajo en el PT y el Foro de Sao Paulo, el
panorama político al interior de su partido, y el lugar del PT en la historia brasileña,
entre varios otros temas.
-CRM: Tras haber ganado tres elecciones presidenciales,
¿Cómo ve usted que el PT ha cambiado la historia política brasileña?
-VP: La historia
política brasileña está signada por tres grandes características: la dependencia
externa, la desigualdad social y la democracia restringida. En los 513 años de
historia de Brasil, tuvimos más o menos 322 de imperio, 388 de esclavitud y 389
de monarquía. En los hasta ahora 124 años de República, tuvimos cerca de 42
años de gobiernos oligárquicos (1889-1930), cerca de 36 años de dictadura
asumida (1930-1945 y 1964-1985), 18 de gobiernos "democráticos"
(1946-1964) que prohibían la libre organización partidaria de izquierda, más
algunos años de autodenominada transición democrática (1985-1989) que
preservaron buena parte de la memoria dictatorial. Sobran algo como 23 años de
democracia electoral, tan "libre" cuanto puede ser la libertad bajo
el capitalismo. Fue exactamente en este último período cuando ya tuvimos 10
años de gobiernos petistas. O sea, el crecimiento del PT y su llegada a la
presidencia de la República ocurren y fueron posibles exactamente en el mayor
período –hasta ahora– de vida democrática del país, ya rebasados los límites
impuestos por el oligopolio de las comunicaciones, por la influencia del poder
económico y por una legislación electoral conservadora. Aun así, por primera
vez un partido de izquierda, con origen y base en el mundo del Trabajo, llega
al cargo máximo del gobierno brasileño. La cuestión, obviamente, es si se trata
de una excepción, un hiato en la historia brasileña; o si es el punto de
partida para un cambio más profundo.
-CRM: Bajo el gobierno del PT el Itamaraty (Ministerio de
Relaciones Exteriores) ha hecho sentir la presencia brasileña en el mundo entero,
en especial África, América Latina y Asia, en lo diplomático, económico y
geopolítico estratégico. ¿Cómo ve usted el lugar de Brasil en el escenario
político mundial actual? ¿Ve que los valores del PT se reflejan en la política
exterior brasileña?
-VP: Desde el punto de
vista geopolítico, Brasil es una potencia mediana. Tenemos territorios,
población y riquezas relevantes, tenemos una situación política interna muy
favorable. Pero nuestra capacidad industrial y tecnológica está por debajo de
nuestras posibilidades y necesidades. Y no tenemos capacidad militar defensiva,
en un mundo cada vez más peligroso. Esto que acabo de decir ya era así cuando
el PT llegó al gobierno. Lo que cambió fue la decisión, adoptada por nosotros,
de desacoplar los destinos del país de los deseos de los Estados Unidos y sus
aliados. Desde el punto de vista teórico, esta decisión es fruto de la
convergencia entre el pensamiento estratégico del PT y sus aliados de izquierda
con una vertiente nacionalista existente en el Itamaraty. El problema es que
desacoplar no alcanza: mientras exista el imperialismo, en particular el de los
Estados Unidos, tendremos que adoptar una actitud más activa en el área
internacional. Y en este punto hay diferencias de opinión, tanto en el gobierno
como en el PT, acerca de cómo ir y hasta dónde ir. Esta fue una de mis
preocupaciones, durante mi periodo como secretario de relaciones
internacionales del PT.
-CRM: ¿Qué función usted desempeña actualmente en el PT?
Durante los años de su militancia en el PT, ¿qué cargos o posiciones ha tenido
anteriormente?
-VP: Hoy soy miembro
del Directorio Nacional del PT, una instancia que reúne 84 dirigentes y se
elige a través del voto directo de los afiliados del Partido, que actualmente
son algo como 1 millón 723 mil, de los cuales aproximadamente 806 mil
participaran de las próximas elecciones internas, que ocurren cada 4 años. Mi
mandato en la Dirección Nacional termina el 10 de noviembre de 2013 y la nueva
dirección debe asumir hasta el 15 diciembre de 2013. Yo ingresé al Directorio
Nacional del PT en 1997, por lo que hace 16 años que estoy allí, habiendo sido
tercer vicepresidente nacional y también secretario de relaciones
internacionales, función que acumulé con la de secretario ejecutivo del Foro de
São Paulo, siendo que esta última actividad la cumplo hasta hoy. Antes de ser
del Directorio Nacional del PT, fui militante de base, integrante de un núcleo
partidario, actué en un directorio zonal, fui miembro de un directorio
municipal y también secretario de comunicación del directorio regional del PT
de São Paulo, que es el principal estado (provincia) del país. Mis áreas
básicas de actuación en el Partido fueron comunicación y formación política.
Nunca he asumido ningún cargo electivo y en los gobiernos lo máximo que hice
fue ser asesor de comunicación del alcalde David Capistrano (en la ciudad de
Santos, SP) y secretario municipal de cultura, deportes y turismo (en la ciudad
de Campinas, SP).
-CRM: Se aproximan las elecciones internas del PT, donde
usted es candidato a la presidencia del partido. ¿Cómo funciona ese proceso
electoral? ¿Hay algún organismo gubernamental que supervisa elecciones internas
partidistas?
-VP: Las elecciones
internas del Partido son supervisadas por el propio Partido. No aceptamos injerencia
estatal. Las elecciones partidarias antes se hacían en congresos, que
llamábamos también encuentros nacionales. Desde 2001 pasamos a hacer las
elecciones a través del voto directo de los afiliados. Ya tuvimos elecciones
directas en 2001, 2005, 2007 y 2009. Ésta es la quinta elección directa. En un
mismo día, en todo el país, los afiliados eligen sus direcciones para los
niveles zonal, municipal, estadual y nacional. Además, eligen los presidentes
en todos estos niveles. Por ende, en las ciudades donde hay zonales, el
afiliado vota 8 veces. Para votar y ser votado, es necesario tener por lo menos
1 año de afiliación y estar al día con sus contribuciones financieras para con
el Partido. Para ser electo, en el caso de los presidentes, es necesario inscribirse
en la fecha definida en nuestro reglamento, siendo que sólo puede ser candidato
aquel que tenga el apoyo mínimo del 0,1% de los afiliados en el ámbito
respectivo (nacional, estadual, municipal o zonal). Para la dirección nacional,
es necesario presentar una lista de nombres, con algunas características:
presencia en por lo menos 9 estados del país, paridad entre hombres y mujeres,
20% de jóvenes y de cupo étnico, acompañada de un texto que presente las bases
políticas de esa respectiva lista. A nivel nacional, tenemos 8 listas (que
nosotros llamamos chapas) y 6 candidaturas a presidencia nacional. Yo soy
candidato a la presidencia nacional del PT (ya disputé este mismo cargo en 2005
y 2007) y formo parte de una lista llamada “La esperanza es roja”.
-CRM: ¿Cuántas tendencias hay compitiendo por el liderato
del partido en esas elecciones internas? ¿Cómo se diferencian ideológicamente?
¿Cuál de éstas es actualmente la más fuerte dentro del PT?
-VP: Como decía, hay 8
listas (o chapas) nacionales. De éstas, cinco son impulsadas, cada una de
ellas, básicamente por una única tendencia ("El Trabajo",
"Izquierda Marxista", "Militancia Socialista",
"Articulación de Izquierda", "Mensaje al Partido"); hay una
lista impulsada por una agrupación regional; y hay dos listas basadas en
alianzas entre tendencias (una basada en las tendencias "Movimiento
PT" + "Izquierda Popular Socialista"; otra basada en las
tendencias "Construyendo un Nuevo Brasil" + "Partido de Lucha y
Masas" + "Nuevo Rumbo"). O sea, a nivel nacional hay por lo
menos diez tendencias actuantes. Pero algunas tendencias (es el caso de
"Construyendo un Nuevo Brasil", "Movimiento PT" y
"Mensaje al Partido") son en sí mismas federaciones de tendencias
menores, grupos regionales y mandatos parlamentarios. Así, lo más correcto es
decir que tenemos más de 10 tendencias en el Partido hoy.
Desde el punto de vista
ideológico, empero, la cosa es distinta. Existen hoy, en el Partido, por lo
menos cuatro grandes corrientes: los sociales-liberales, bastante minoritarios
pero todavía muy influyentes, básicamente debido a sus lazos con sectores del
empresariado; los desarrollistas; los socialdemócratas clásicos; y los
socialistas clásicos. La principal corriente interna, hoy, es desarrollista, lo
cual es positivo si pensamos que nuestro principal enemigo todavía es el
neoliberalismo; pero es por lo menos insuficiente si pensamos que nuestro
objetivo principal no es el desarrollo capitalista sino el socialismo.
Cada una de estas
cuatro grandes corrientes ideológicas tiene representantes en varias de las
tendencias partidarias. Algunas (como "El Trabajo" e "Izquierda
Marxista") son muy pequeñas y homogéneas desde el punto de vista
ideológico. Pero otras tienen una pluralidad mayor y podemos encontrar dirigentes
con posiciones ideológicas conflictivas entre sí, conviviendo y disputando en
la misma tendencia. Esto se explica, en parte, porque en los últimos años
varias tendencias internas del PT dejaron de ser principalmente corrientes de
opinión y se convirtieron, al menos parcialmente, en estructuras más o menos
permanentes de disputa de "espacios de poder" en las estructuras
partidarias.
Desde el punto de vista
numérico, y considerando además la influencia que poseen en los debates
internos, la principal corriente o tendencia es "Construyendo un Nuevo
Brasil", que, junto con sus aliados, obtuvo más del 50% de los votos en
las elecciones internas de 2009. Después vienen "Movimiento PT" y
"Mensaje al Partido". Luego está la "Articulación de
Izquierda", tendencia de la que formo parte, y a continuación las demás.
Pero esto puede cambiar en las elecciones de 2013.
-CRM: Díganos un poco sobre la Articulación de Izquierda.
¿Qué es? ¿Cuándo y por qué se formó?
-VP: La
"Articulación de Izquierda" surgió en 1993, tenemos entonces 20 años
de existencia. Nuestra historia, nuestra interpretación acerca del socialismo,
del mundo, de la región y de Brasil, así como nuestras posiciones
programáticas, estratégicas y organizativas, están disponibles en cientos de
documentos, resoluciones, libros y ejemplares de nuestro periódico Página 13. Y
todo ello puede ser consultado en la página electrónica www.pagina13.org.br .
La "Articulación
de Izquierda", como el nombre sugiere, surgió de una escisión de la
tendencia "Articulación", que fue mayoritaria y hegemónica en el PT
entre 1983 y 1993. La escisión se debió básicamente a lo siguiente: entendimos
que un sector de la que era entonces mi tendencia, la "Articulación",
estaba haciendo un giro hacia la derecha y nos organizamos para derrotar esa inflexión
y mantener las posiciones tradicionales del petismo. Ganamos el primer round de
esta disputa, dirigimos el PT entre 1993 y 1995. En 1995, el otro sector de la
"Articulación" ganó la disputa, eligió a José Dirceu como presidente
del PT y, desde entonces, formamos parte de la minoría de izquierda. Algunas
veces más influyentes, a veces menos influyentes, pero minoría, oscilando de
más de 30% a menos de 10% del Partido desde 1993 hasta ahora. La novedad, en
estas elecciones internas de 2013, es que no está descartado que la
"Articulación de Izquierda" quede afuera de la comisión ejecutiva
nacional del PT, de la cual formamos parte desde 1993. La ejecutiva nacional es
compuesta por 22 personas, escogidas de entre las 84 del Directorio Nacional.
Quedar afuera de la ejecutiva tendría un efecto dañoso para la pluralidad y la
acción del PT y especialmente para la propia tendencia, motivo por lo cual
estamos trabajando duro para que esto no ocurra. Trabajar duro significa
fiscalizar el cumplimiento de los procedimientos reglamentarios del Partido,
pero significa principalmente difundir nuestras opiniones y buscar el voto de
la base del Partido, especialmente de la militancia “clásica” petista, que está
con nosotros no por estar en el gobierno, que está con nosotros por concordar
con el programa del Partido. En general, el mismo esfuerzo está siendo
realizado por las demás tendencias de la izquierda petista. Pero debido a
nuestra historia, a nuestra presencia nacional y también debido a nuestras
formulaciones, la "Articulación de Izquierda", la lista de la cual
formamos parte (“La Esperanza es Roja”) y nuestras candidaturas tienen,
comparativamente a otros grupos de la izquierda petista, más chances de éxito
en esta lucha por mantener la representación en la ejecutiva nacional del
Partido. Por esto esperamos que el afiliado simpático a la "izquierda
petista", pero sin tendencia interna definida, pueda ser proclive a votar
con nosotros.
-CRM: ¿Siente usted y sus compañeros de la Articulación
que están compitiendo en condiciones de igualdad? ¿Ha llegado su mensaje a
todos los cuadros del PT en Brasil?
-VP: Nosotros
defendemos que las direcciones partidarias sean elegidas en los congresos
partidarios, por los delegados y delegadas. Creemos que el método de la elección
directa, en un partido donde los organismos de base no existen o funcionan mal,
es inadecuado, pues convierte al militante en elector: uno es convocado a votar
cada 4 años. Además, la elección directa termina atrayendo el mismo tipo de
problema que enfrentamos en las elecciones burguesas: desigualdades materiales,
desigualdades comunicacionales, distorsiones variadas tales como transporte de
afiliados y fallas en la fiscalización etc.
Para dar un ejemplo,
tenemos algo como 806 mil afiliados aptos para votar. Parte de éstos pagó su
propia cotización partidaria. Los demás, quizás más de la mitad, tuvieron su
cotización pagada por tendencias, mandatos legislativos, etc. O sea, no son
propiamente militantes del PT, son afiliados-electores, muy propensos a votar
en las candidaturas que parezcan ser las oficiales del Partido, sin preocuparse
por entender las diferencias internas.
Para agravar el cuadro,
los debates entre las candidaturas presidenciales nacionales, hasta ahora
fueron 5, reunieron menos de mil personas presencialmente y cerca de 20 mil
miraron por la Internet. Es decir, hasta ahora, apenas una minoría está
siguiendo las discusiones.
De no alterarse este
cuadro, de ahora hasta el 10 y 24 de noviembre, la elección resultará en una
dirección nacional en la que una única tendencia tendrá la mayoría absoluta y
varias tendencias internas podrán ser excluidas de la dirección.
Por supuesto que está
el otro lado de la moneda: la llamada izquierda petista se presenta a estas
elecciones dividida en 5 listas nacionales. Este tipo de táctica electoral
amplía el efecto negativo de las reglas electorales internas. Los errores de la
minoría de izquierda, por lo tanto, también pesan mucho en el resultado final:
en otras elecciones internas la izquierda tuvo más votos que los que
probablemente tendrá ahora.
-CRM: El PT llegó al poder y lo ha mantenido mediante una
política de alianzas con diversos sectores. ¿Cree usted que al Partido le
conviene aliarse con partidos no izquierdistas como el PMDB y el PP? ¿Hasta qué
punto es viable ampliar el arco de alianzas, sin que se pierda la orientación
programática del PT?
-VP: Nosotros no hemos
llegado al poder, hemos llegado al gobierno. En Brasil, el poder está en manos
de la clase dominante y esto no ha cambiado desde 2003. Ellos controlan amplios
sectores de la economía, hegemonizan la prensa, gran parte de los aparatos
culturales, educativos y religiosos, al igual que los gobiernos municipales
(4500 de los 5500, por lo menos), de los gobiernos de los estados (22 de los 27)
y tienen gran presencia en la burocracia estatal, en el poder judicial, y en
las fuerzas armadas y de seguridad.
Para cambiar este
escenario es necesario combinar acción partidaria, lucha social, lucha
institucional y disputa de ideas. Y necesitamos alianzas, estratégicas y
tácticas. El problema es que en los últimos años hemos hecho muchas alianzas
tácticas y dejado de lado la cohesión de nuestro campo de alianzas
estratégicas. Esto, que es un problema en sí, se volvió un problema más grave
desde 2011 hasta ahora, básicamente porque ya hicimos todo lo que se podía
hacer, sin lanzar mano de cambios más profundos, para mejorar la vida del
pueblo, ampliar la democracia, la soberanía y la integración. Diciéndolo mejor:
básicamente todo lo que se podía hacer en los marcos dados, sin hacer cambios
estructurales en el país, ya lo hicimos. De ahora en adelante, tendremos que
hacer cambios profundos, tales como la reforma impositiva, la reforma política,
la aprobación de una ley de medios democrática, la reforma agraria, la reforma
urbana, la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas, el fortalecimiento de
las políticas estructurales de salud y educación etc. Sin estas reformas
estructurales, no seguiremos avanzando como antes y, peor, podemos tener
retrocesos en las condiciones de vida de la población. Para hacer tales
reformas, necesitamos aliados que las defiendan, cosa que los aliados tácticos,
de centro-derecha, no hacen. El PT tendrá que rumbear hacia la izquierda o
perderemos, paulatinamente, capacidad de transformar el país. Este es el nudo
que debemos enfrentar, cuando debatamos la política de alianzas.
-CRM: ¿Cómo ve el panorama político nacional de cara a las
elecciones de 2014? ¿Cree usted que algunos aliados actuales del PT vayan a
sumarse a la oposición en una primera o segunda vuelta?
-VP: Algunos aliados ya
se han ido y otros más se irán. Esto tiene relación con lo que he dicho antes:
hemos cambiado el país, el pueblo vive mejor hoy que antes. De aquí en
adelante, para seguir cambiando, necesitamos reformas estructurales. Ni el gran
capital, ni el imperialismo aceptan eso. Por ello, los sectores de
centro-derecha de nuestro arco de alianzas empiezan a alejarse de nosotros:
ellos representan, en nuestro arco de alianzas, exactamente facciones empresariales
que dicen "hasta aquí llegamos, más allá no vamos". En verdad, hay
sectores empresariales y de la derecha que defienden abiertamente retrocesos en
términos de empleo, salarios y políticas sociales. A pesar de ello, a pesar de
estos ex-aliados, venceremos, desde que empecemos dejando claro al pueblo qué
es lo que está en juego.
-CRM: ¿Cómo ha cambiado el PT desde que era partido de
oposición hasta hoy, que lleva una década en el poder? Tras una década en el
poder, ¿ve algún riesgo de que pierda su coherencia ideológica?
-VP: En cierto sentido,
estamos mejor hoy que antes. Es mejor ser gobierno que ser oposición, entre
otros motivos porque al estar nosotros en el gobierno, podemos transformar
nuestro programa en realidad y, objetivamente, esto ha ayudado a mejorar la
vida de la gente. No obstante, el camino que hemos elegido desde 1995 para
mejorar la vida de la gente – vía cambios sin reformas profundas, a través de
alianzas con sectores de la derecha y del gran empresariado – tiene un costo
organizativo, electoral, político e ideológico. Si el Partido no adopta
inmediatamente medidas correctivas, en el largo plazo podemos convertirnos en,
como decimos medio en broma, "un partido que tiene un gran pasado por
delante".
Por supuesto que 2014
será una elección muy difícil y disputada en dos vueltas. En la segunda vuelta,
nuestra victoria será más fácil si el adversario es Aécio Neves, del Partido de
la Socialdemocracia (PSDB). Y será una victoria más difícil si el adversario
es, por ejemplo, Eduardo Campos, del Partido Socialista (PSB). Pero, en
cualquier caso, la segunda vuelta será una disputa entre dos proyectos
antagónicos, como viene ocurriendo en todas las elecciones presidenciales desde
1989.
-CRM: De usted obtener la presidencia del partido, ¿Qué
cambios instituiría en el PT?
-VP: En el caso de que
yo gane la elección presidencial, eso sería una señal de que hay una mayoría en
el Partido dispuesta a cambiar de estrategia, adoptando una estrategia
democrático-popular y socialista, o sea, cambiar para mejor la vida del pueblo
a través de reformas en las estructuras de poder y riqueza en el país.
Dispuesta a cambiar de táctica, adoptando para las elecciones de 2014 el
objetivo de reelegir a Dilma, creando condiciones para que ella haga un segundo
mandato presidencial mejor que el actual, lo cual se traduciría en un
compromiso efectivo, tanto del Partido como del gobierno a favor de la reforma
política, impositiva, Ley de la Prensa Democrática, reformas agraria y urbana,
40 horas de jornada laboral sin reducción de salario, más recursos y calidad en
las políticas públicas universales, como salud, educación, cultura y
transportes etc. Y dispuesta a cambiar organizativamente el Partido,
viabilizando nuestra autonomía financiera (hoy, gran parte de nuestros recursos
provienen del Estado o de donaciones empresariales); masificando la formación
política; creando medios de comunicación de masas y reanudando lazos con los
movimientos sociales, en especial con las juventudes trabajadoras.
-CRM: ¿Cuantos años hace que usted milita en el PT, y
viniendo de una tradición comunista, ¿por qué escoge el PT en vez del PC do
Brasil u otro partido?
-VP: No "vengo de
una tradición comunista", yo soy comunista en el sentido de que defiendo
una sociedad sin opresión ni exploración, sin clases sociales y sin Estado, una
sociedad basada en la propiedad común de los medios de producción y de las
riquezas creadas colectivamente por la humanidad. Esto aclarado, yo milito de
hecho en el PT desde las elecciones de 1982. Antes de eso, formé parte de una
disidencia del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), disidencia cuyos
integrantes en su gran mayoría han ingresado al PT, como es el caso de José
Genoíno (ex-presidente del PT) y Tarso Genro (actual gobernador del estado del
Rio Grande do Sul, cercano al Uruguay). El motivo central de nuestra entonces
disidencia, estamos hablando de hechos ocurridos más o menos entre 1978 y 1982,
era nuestra crítica al denominado etapismo: la idea de que primero debíamos
hacer la revolución democrático-burguesa, para después poder hacer la
revolución socialista. El "etapismo" creaba así una "muralla
china" entre las tareas democráticas y las tareas socialistas. Las
resoluciones congresuales del PT, especialmente en el año 1987, hacían una dura
crítica al "etapismo" y en particular a uno de sus efectos prácticos,
la subordinación táctica de la izquierda a las fuerzas liberal-burguesas. Por
una de esas ironías de la historia, treinta años después, la actual mayoría del
PT ha reciclado algunas tesis etapistas, tesis que en mi opinión también son de
hecho compartidas por la actual mayoría del PCdoB. Pero lo fundamental, en mi
opinión, es lo siguiente: los profundos vínculos del PT con la clase
trabajadora. Son esos vínculos que, en lo fundamental, justifican que personas
de izquierda, sean revolucionarios, comunistas o socialistas, sean petistas,
integrantes del Partido dos Trabalhadores de Brasil. Pienso que esto está claro
para los amigos del PT en el mundo, especialmente en el Foro de São Paulo.
-CRM: ¿Desde cuándo está involucrado con el Foro de Sao
Paulo? ¿Nos puede explicar la importancia del FSP en la izquierda
latinoamericana?
-VP: Tuve la fortuna de
estar presente en la fundación del Foro de São Paulo, representando el
Instituto Cajamar, que era de hecho la escuela de cuadros del PT. Pero fue
solamente en 2005 que me integré a las actividades de la secretaría de
relaciones internacionales del PT y desde entonces estoy al frente de la
secretaría ejecutiva del Foro de São Paulo. Creo que la importancia del Foro
reside en algo muy sencillo: nosotros hemos contribuido mucho para que en
América Latina y el Caribe seamos hoy lo que somos, un conjunto de experiencias
políticas y sociales que despiertan la expectativa y la esperanza de grandes
sectores de la humanidad.
-CRM: Si llega a ganar la presidencia del PT, ¿sería
incompatible con su puesto actual de secretario ejecutivo del FSP? ¿Podría
desempeñar ambas funciones?
-VP: De ser electo
presidente del PT, no seguiré como secretario ejecutivo del Foro de São Paulo.
De no ser electo para la comisión ejecutiva nacional del PT, tampoco estaré
actuando en el Foro. E incluso si soy electo para la ejecutiva de mi Partido,
no es automático que yo siga en la secretaría ejecutiva del Foro. Por una
parte, cabe a la dirección del PT indicar quién quedará al frente de la
secretaría de relaciones internacionales; no hay nada decidido al respecto. Por
otra parte, cabe al Grupo de Trabajo del Foro decir si está de acuerdo con que
el PT siga al frente de la secretaría ejecutiva del Foro; no hay nada de
automático. Sea como fuere, de mi parte estoy muy satisfecho con la experiencia
que he tenido desde 2005: en lo personal he aprendido mucho y creo que
contribuí en lo que pude para el fortalecimiento del Foro y también para la
labor internacional del PT.
-CRM: A finales del 2011 estuvo unos breves días de
trabajo en Puerto Rico invitado por el Frente Socialista y las organizaciones
de Puerto Rico en el Grupo de Trabajo del FSP. ¿Qué le llamó más la atención en
su visita?
-VP: Que Puerto Rico es
latinoamericano y caribeño. Es un absurdo que Puerto Rico esté sometido a
dominación colonial. Un absurdo revelador, sin embargo, de lo que son en
realidad los Estados Unidos.
*Carmelo Ruiz Marrero
es autor y periodista investigativo puertorriqueño. Sus artículos han sido
publicados en La Jornada (México), Rebelión, América Latina en Movimiento,
Ecoportal, Granma, Claridad (Puerto Rico), CCS Caracas, Inter Press Service,
Counterpunch y CIP Americas Policy Program. Su página web es Haciendo Punto en
Otro Blog (http://carmeloruiz.blogspot.com/ ). Su cuenta Twitter es
@carmeloruiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario