Mientras USA sigue
despilfarrando el dinero del pueblo estadounidense en su apoyo a la
contrarrevolución, la revolución cubana sigue adelante, “y su marcha, de
gigantes, ya no se detendrá”.
Ángel Bravo / Especial para Con Nuestra América
Quienes están
informados del significado de la revolución cubana para la historia de los
pueblos de América Latina en estos últimos cincuenta años, saben que Estados
Unidos, el imperio más poderoso de todos los tiempos, un día sí y otro también,
crea, promueve, patrocina, respalda, financia y dirige nuevas agresiones contra
el pueblo cubano, tratando de doblegarlo. Haberse liberado del imperio, y tener
derecho a su soberanía y autodeterminación es un precio muy alto que Cuba ha
pagado desde hace más de medio siglo.
Es imposible comprender
no solo las limitaciones, sino también los logros y las proezas de la
revolución cubana, si no se entiende en qué consiste el bloqueo económico,
comercial y financiero, que ha provocado millonarias pérdidas y afectaciones a
importantes sectores de la economía y la sociedad cubanas. Los distintos
inquilinos han ocupado la Casa Blanca, en nombre de la democracia y la libertad
han seguido apoyando el bloqueo y violando los derechos humanos de todo un
pueblo.
Como si eso no fuera suficiente, impotentes por la resistencia,
dignidad y combatividad del pueblo cubano, ha recurrido a todo tipo de
agresiones contra Cuba, desde ataques a naves aéreas y marítimas, secuestros de
aviones y embarcaciones, agresiones radiales, televisivas y biológicas, hasta
incentivo de la emigración violenta e ilegal, sabotajes, actos terroristas y
planes de asesinatos a los principales dirigentes de la revolución. Pero ahí
está Cuba, firme y soberana, no sólo resistiendo, sino desarrollando el internacionalismo
solidario; compartiendo con otros pueblos sus logros en ciencia, medicina,
educación, deporte, etc. ¡Solidaridad y no egoísmo! es la naturaleza de la
revolución cubana.
Pero, como la lógica
del imperio indica que, contra Cuba todo es válido, entonces no hay descanso;
en su histeria imperial arcaica, pero adaptándose a los tiempos más recientes,
han apostado e intensificado la guerra cibernética, donde la informática y las
comunicaciones cobran un rol importante. Uno de los casos sucedió hace un mes,
cuando se develó el denominado “twitter cubano ZunZuneo”, creado con el
propósito de subvertir el orden y deponer al gobierno cubano. Una vez más se
trataba de un acto financiado por Estados Unidos, que no contó con el apoyo
popular de los cubanos. Al igual que otros intentos subversivos, el imperio y
sus hordas antidemocráticas y violadoras de derechos humanos mordieron el
polvo.
Hace una semana se
anunció a los cuatro vientos a través de la tiranía mediática comercial, la
aparición de un nuevo diario digital en Cuba a cargo de la mercenaria Yoani
$ánchez, ficha muy promocionada por la contrarrevolución desde Miami. Es sabido
desde hace varios años que la señora $ánchez es acuerpada por Washington. Al
igual que otros engendros Made in USA contra Cuba, la señora se ha paseado por
el mundo recibiendo premios, condecoraciones y reconocimientos. Aunque ella y
su familia gozan en La Habana de las mejores atenciones médicas, excelente
educación, vivienda propia y seguridad permanente -todo gratuito-, ella vocifera
sin cesar contra la patria que la vio nacer y que todavía la alberga, porque
eso le genera grandes réditos. Actualmente el salario mensual que recibe
$ánchez por parte de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es de 6.000
dólares, sin considerar los ingresos que obtiene como corresponsal en La Habana
del diario El País de España.
El imperio testarudo y
errado, piensa otra vez que está apostando por una carta fuerte, porque cree
que la guerra cibernética es la alternativa para que triunfe la contrarrevolución,
por eso el imperio auspicia a $ánchez, y le ha puesto a su disposición en La
Habana un equipo de once personas para que trabajen en el periódico digital (ni
El Nuevo Herald de Miami cuenta con esa planilla). Aunque se mueven a vista y
paciencia de todos, calumniando y mintiendo, insisten en que no hay libertad de
expresión (la misma cacofonía que propagan los medios sobre la “oposición” en
Venezuela).
A nivel internacional
este nuevo intento de agresión cibernética ha recibido el infaltable apoyo de
personajes siniestros, conocidos por sus posiciones injerencistas del imperio
hacia América Latina. Ahí están Carlos Alberto Montaner (agente de la CIA) y
Mario Vargas Llosa (predicador y agitador del neoliberalismo). El apoyo de
estos dos tipejos, basta para saber qué es lo que quiere $ánchez.
Pero en La Habana,
$ánchez es una desconocida; allá nadie se impaciente ni pierde el sueño por lo
que haga esta peona del Imperio. Mientras USA sigue despilfarrando el dinero
del pueblo estadounidense en su apoyo a la contrarrevolución, la revolución
cubana sigue adelante, “y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá”.
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