La relación de Turquía con la
región latinoamericana es cada vez más relevante. En el marco de estas relaciones entre Turquía
y los países latinoamericanos, queremos
hacer una breve reflexión en torno a los acontecimientos ocurridos en Turquía
con el frustrado golpe de Estado que en el 15 julio de 2016 se desarrolló en el
país eurasiático.
Adalberto Santana / Especial para Con Nuestra América
Desde
Ciudad de México
Este 23 y 24 de agosto de 2016, se
realizó el Simposio Internacional “1915 El Año más Largo del Imperio Otomano.
El resurgir de una potencia”. Esa actividad se efectuó en los recintos de la
Ciudad de Saber (antigua Zona del Canal de Panamá que estuvo en manos de los
Estados Unidos) y en la Facultad de Humanidades de la propia Universidad de
Panamá (UP). Esta actividad fue organizada por dos universidades panameñas,
tanto la UP como la Universidad Marítima Internacional de Panamá (UMIP) y la
Universidad de Ankara a través de su Centro de Estudios Latinoamericanos.
Al mencionado Simposio acudieron diversos académicos de la misma
Turquía, y de universidades e instituciones latinoamericanas (Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, México, Perú y
Venezuela). En él se resaltó la importancia que ha lo largo de la historia tuvo
el Imperio Otomano como la hoy República de Turquía, país que en los últimos
tiempos ha sido noticia por los graves acontecimientos que en ella han
acontecido. Especialmente por el intento del golpe de Estado que se pretendió
realizar el pasado 15 de julio, así como los atentados terroristas que en
agosto han realizado principalmente
contra la población civil.
En este contexto conviene señalar que la
relación de Turquía con la región latinoamericana es cada vez más
relevante. Pensemos que en diversos
países latinoamericanos el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan, intensificó sus relaciones en 2015.
Tal como fue el periplo del mandatario turco por tres países latinoamericanos
en 2915: Colombia, Cuba y México. Con el primer país sobresalió el incremento
del comercio bilateral que hasta el 2013
llegó a 792 millones de dólares. En Cuba la visita de Recep Tayyip Erdoğan se fortaleció con
su par cubano Raúl Castro Ruz. En la relación con La Habana, destacaron las coincidencias que en
el plano de la política regional, conservan ambos países. Turquía en especial en
Medio Oriente y en la Cuenca del Mediterráneo, así como Cuba en el conjunto de América
Latina y el Caribe. Respecto a su presencia en México también fue significativa
y tuvo un
impacto en el ámbito del intercambio comercial, político, educativo y cultural. Todo ello signado por las coincidencias en
torno al libre mercado. De igual manera en los inicios del 2016 otra visita de Erdoğan a la región se
realizó en Ecuador, Perú y Chile, con iguales propósitos como en los anteriores
países latinoamericanos.
En
el marco de estas relaciones entre Turquía y los países latinoamericanos, queremos hacer una breve reflexión en torno a
los acontecimientos ocurridos en Turquía con el frustrado golpe de Estado que
en el 15 julio de 2016 se desarrolló en el país euroasiático.[1]
Podemos
afirmar que en los países latinoamericanos ese acontecimiento generó una amplia
condena de los gobiernos y amplios sectores de opinión latinoamericanos. Sin
lugar a dudas, para la región latinoamericana, ese acontecimeinto trajo a la
memoria los golpes de Estado que en la región ocurrieron recientemente como los
de Honduras (2009), Paraguay (2010) y Brasil (2016). Al generarse la deposición
de los mandatarios elegidos democráticamente como Manuel Zelaya, Fernando Lugo
y Dilma Russeff, así como la imposición
de presidentes no electos por influencia de los sectores más reacios a los
cambios democráticos y las influencias de las políticas imperiales de Occidente
en esos golpes, se generó un temor bien fundado.
Las
potencias imperiales de Occidente al alentar los llamados estados fallidos en
la región latinoamericana y el mundo, con ello tratan de legitimar los golpes
de Estado. Tal método se sigue como una receta para aplicarse en cualquier
parte del mundo. En julio de 2016 se trató de imponer en Turquía. Especialmente
cuando ese país se encuentra inserto en una región convulsionada por las
intervenciones de la potencias occidentales,
tanto en Siria, Afganistán e Irak.
Así, dichas potencias alientan junto con Arabia Saudita a grupos y
organizaciones terroristas como el llamado Estado Islamico. Preocupación que
sin lugar a dudar genera una fuerte tensión en países latinoamericanos como
Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. En esas naciones y en la región
latinoamericana se hacen campañas mediáticas para desestabilizar a sus
gobiernos. Recordemos que esos países se encuentran insertos en la economía
mundial como relevantes territorios con enormes recursos energéticos y pasos
naturales para la economía internacional.
En
ese contexto las potencias no occidentales como la República Popular China y
Rusia en la segunda década del siglo XXI figuran desempeñado un papel cada vez
más relevante en América Latina y el Caribe. Incluso la presencia china, rusa y
turca en la región se visualiza en Latinoamericana como la representación
emergente de un bloque de países de Asia Central y de Asia Pacífico. En ese
contexto veamos el efecto que generan para las potencias occidentales las
conversaciones y coincidencias de los presidentes Recep Tayyip
Erdoğan y Vladimir Putin. Tal como el
mandatario turco lo manifestó el 16 de agosto de 2016 a la agencia rusa Tass, al señalar: "Es una visita histórica, será un nuevo comienzo.
Con mi amigo Vladimir abriremos una nueva página en las relaciones bilaterales.
Ambos países podemos hacer grandes cosas juntos”.[2]
Puede pensarse que la visita de Erdoğan ocurre tras el ríspido incidente que se
originó en noviembre de 2015, cuando un avión caza ruso fue derribado por la
aviación turca en su frontera con Siria.
Ese nuevo acercamiento turco-ruso, fue en gran medida condicionado
cuando los EU no respondieron positivamente tras la denuncia de que Washington
protege al predicador Fetulá Gulen (radicado en Pensilvania y señalado como
agente de la CIA) acusado por el gobierno turco de ser el principal inspirador
del intento del golpe de Estado del 15 de julio.
Sin duda, una nueva convergencia de los países latinoamericanos con
Turquía, es la de enfrentar la tradicional política injerencista que a lo largo
de la historia ha mostrado la presencia de Washington en los golpes de Estado
que se han dado en la región. Situación que muestra el peso que en esas
actividades conspirativas ha tenido las potencias occidentales. Se afirma que
en ese contexto nos encontramos en un escenario donde, según afirma, Pablo
Jofre Leal :
Si es así, efectivamente,
transitaríamos hacia un escenario geopolítico que marcaría un giro a 64 años de
relaciones entre Turquía y la OTAN. Un marco cuya concreción está por verse,
que aún parece propio de un análisis de política-ficción, pero que parece
avanzar para el escozor de occidente y el temor sionista, que avizora que su
gran enemigo: Irán, se acerca cada día más. Lo claro es que mientras algunos
hablan de guerra, de generar inestabilidad, de amenazas y presiones, otros, en
concordancia con su política de alianzas buscan caminos que ofrezcan desarrollo
a sus sociedades.[3]
Es
así como el mismo presidente Vladímir Putin, ha mencionado que Rusia está
preparada “para aumentar la cooperación antiterrorista con sus ‘socios
turcos’”.[4] De esa manera el mandatario ruso lo ha
declarado después del atentado en Gaziantep (Turquía) el 20 de agosto. Cuestión
en la que los países latinoamericanos y Turquía coinciden cada vez en proteger
sus territorios estratégicos ante la amenaza de desestabilización que las potencias occidentales quieren hacer
de nuestras naciones, para así generar los llamados estados fallidos y querer
seguir imponiendo su hegemonía.
NOTAS:
[1] Cfr.: Adalberto
Santana, “Golpe en Turquía”, en
http://www.telesurtv.net/bloggers/Golpe-en-Turquia-20160716-0002.html
[2]
http://www.telesurtv.net/news/Turquia-restablece-lazos-con-Rusia-mientras-se-aleja-de-EE.UU.-20160816-0059.html
[3]
www.telesurtv.net/bloggers/Turquia-Vuelve-a-Mirar-al-Este-tras-el-Golpe-de-Estado-20160819-0001.html
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