En un
reportaje reciente, José “Pepe” Mujica, senador, ex presidente de Uruguay,
resumía que si el episodio del juicio y prisión de Lula ocurría en Argentina,
Buenos Aires ardía, haciendo alusión a la capacidad de manifestarse la sociedad
argentina.
Roberto
Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza,
Argentina
Esta
observación y la explosión del “hit del verano” que amenaza trasladarse a las
próximas estaciones, ponen de manifiesto el sorprendente hartazgo despertado
por el macrismo que agotó aceleradamente la paciencia ciudadana, sobre todo la
irritante figura presidencial, imposible de aparecer confiable.
Tal
vez, la característica más sobresaliente sea el descarado cinismo – que suele
recordar al de los emperadores romanos de viejos films memorables, como el Nerón
paseándose con su vaso para las lágrimas ante el incendio de Roma, interpretado
por Charles Lawton. Exhorta a trabajar a todos juntos para construir el país
del futuro, cuando en 28 meses de gobierno se ha tomado 3 meses de vacaciones
y, cuanto feriado largo, sale a descansar con su familia, como el magnate que
siempre ha sido y no el primer magistrado, cuya conducta es observada por la
comunidad, sobre todo por una juventud que reclama a gritos ejemplos de sus
mayores y la dirigencia.
Para
muestra memorable basta recordar el debate presidencial entre Daniel Scioli y
el actual presidente, quien expuso la constante mendacidad a que nos tiene
acostumbrados el ingeniero Macri. Allí mostró un discurso convincente que,
apenas asumió, giró 180º haciendo todo lo contrario. Actitud que repite
impávido frente a las cámaras, sin que se le mueva un pelo.
Visto
el éxito obtenido en aquella oportunidad, ahora ya es oficial que la empresa
Argentina Debate, ligada al propio gobierno, realizará idéntica operación para
las elecciones presidenciales de 2019. Otro anhelo sería imponer el voto
electrónico con lo que – fraude mediante – lograría perpetuarse.
Sin
embargo, como reza el viejo dicho: la mentira tiene patas cortas, poco a poco y
a medida que crece el disconformismo y la protesta por los tarifazos, frente a
la respuesta presidencial de mantener a rajatabla esa política, comienza a
deshacerse el tupido entramado del cerco mediático tejido entre los medios
hegemónicos y el gobierno y, se filtra información a través de periodistas desertores.
Las grandes cadenas admiten ya las evidentes torpezas que cometen y advierten
las fisuras de quienes hasta ahora se creían invictos.
El
elevado endeudamiento y el déficit fiscal comienzan a hacer ruido entre sus
antiguos aliados, tanto como la pérdida de credibilidad del presidente,
dibujando entre sus filas diversos sucesores al cargo en un ambiente plagado de
intrigas y asfixiado de ambición e intereses.
Asimismo
erosiona demasiado rápido la venta de dólares de la reserva del Banco Central
para mantener el valor del dólar, según sea el nivel de las tasas
estadounidenses, mientras no ingresan las liquidaciones por importaciones.
Situación que también desalienta el ingreso de inversiones que sólo aterrizan
como los fondos buitres, devoran ganancias y salen a toda velocidad.
A
esto se suma que el tren de aumentos tarifarios continuará a idéntico ritmo y
la postura del primer magistrado es trasladar responsabilidades de la elevada
carga impositiva de la estructura de los servicios públicos a las provincias y
municipios de todo el país, cuya masa es coparticipable. Un búmeran con
consecuencias más temprano que tarde, cosa que ya empezaron a alertar los
gobernadores desesperados, esperando que el manda más le eche manos al IVA, que
es del 21% y lo rebaje. Vale la pena recordar que salvo Uruguay que grava 22%, en
el mundo tiene un promedio del 15%, mientras que en el resto de los países de
la región promedia un 9% y desde hace poco alcanza a los servicios públicos
este impuesto que lleva más de 42 años de aplicación en Argentina.
Y, si
a eso le sumamos la inflación imparable y los salarios bajos, el panorama es
muy negro para el gobierno y es previsible el terremoto anunciado por el Pepe
Mujica sobre la dinámica social argentina, como respuesta masiva que se vuelca
en las calles cotidianamente. Mucho más teniendo en cuenta la cercanía del 1º
de mayo, Día del trabajador, fecha que coincide con la apertura de las sesiones
ordinarias de las Legislaturas provinciales que se inauguran con el discurso
del mandatario provincial. Algunos, como el gobernador de Mendoza, Alfredo
Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, principal partido socio de
Cambiemos, que deberá enfrentar a una población frenética por tarifas y por la
reacción al fracking autorizado por decreto para las áreas petroleras del sur
provincial, donde ante la posible contaminación de los ríos, la comunidad se ha
levantado en asambleas populares.
El
descaro y los negocios, aunque hayan mantenido a la población distraída y
ocupada en sobrevivir amén de angustiar y asfixiarla, han terminado
generalizando el rechazo, al punto que no hay lugar del país donde no crezcan
las protestas que, sólo falta un fósforo para que encienda la mecha y explote
todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario