sábado, 28 de abril de 2018

Argentina: Todos lo ven menos ellos

En un reportaje reciente, José “Pepe” Mujica, senador, ex presidente de Uruguay, resumía que si el episodio del juicio y prisión de Lula ocurría en Argentina, Buenos Aires ardía, haciendo alusión a la capacidad de manifestarse la sociedad argentina.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Esta observación y la explosión del “hit del verano” que amenaza trasladarse a las próximas estaciones, ponen de manifiesto el sorprendente hartazgo despertado por el macrismo que agotó aceleradamente la paciencia ciudadana, sobre todo la irritante figura presidencial, imposible de aparecer confiable.

Tal vez, la característica más sobresaliente sea el descarado cinismo – que suele recordar al de los emperadores romanos de viejos films memorables, como el Nerón paseándose con su vaso para las lágrimas ante el incendio de Roma, interpretado por Charles Lawton. Exhorta a trabajar a todos juntos para construir el país del futuro, cuando en 28 meses de gobierno se ha tomado 3 meses de vacaciones y, cuanto feriado largo, sale a descansar con su familia, como el magnate que siempre ha sido y no el primer magistrado, cuya conducta es observada por la comunidad, sobre todo por una juventud que reclama a gritos ejemplos de sus mayores y la dirigencia.

Para muestra memorable basta recordar el debate presidencial entre Daniel Scioli y el actual presidente, quien expuso la constante mendacidad a que nos tiene acostumbrados el ingeniero Macri. Allí mostró un discurso convincente que, apenas asumió, giró 180º haciendo todo lo contrario. Actitud que repite impávido frente a las cámaras, sin que se le mueva un pelo.

Visto el éxito obtenido en aquella oportunidad, ahora ya es oficial que la empresa Argentina Debate, ligada al propio gobierno, realizará idéntica operación para las elecciones presidenciales de 2019. Otro anhelo sería imponer el voto electrónico con lo que – fraude mediante – lograría perpetuarse.

Sin embargo, como reza el viejo dicho: la mentira tiene patas cortas, poco a poco y a medida que crece el disconformismo y la protesta por los tarifazos, frente a la respuesta presidencial de mantener a rajatabla esa política, comienza a deshacerse el tupido entramado del cerco mediático tejido entre los medios hegemónicos y el gobierno y, se filtra información a través de periodistas desertores. Las grandes cadenas admiten ya las evidentes torpezas que cometen y advierten las fisuras de quienes hasta ahora se creían invictos.

El elevado endeudamiento y el déficit fiscal comienzan a hacer ruido entre sus antiguos aliados, tanto como la pérdida de credibilidad del presidente, dibujando entre sus filas diversos sucesores al cargo en un ambiente plagado de intrigas y asfixiado de ambición e intereses.

Asimismo erosiona demasiado rápido la venta de dólares de la reserva del Banco Central para mantener el valor del dólar, según sea el nivel de las tasas estadounidenses, mientras no ingresan las liquidaciones por importaciones. Situación que también desalienta el ingreso de inversiones que sólo aterrizan como los fondos buitres, devoran ganancias y salen a toda velocidad.

A esto se suma que el tren de aumentos tarifarios continuará a idéntico ritmo y la postura del primer magistrado es trasladar responsabilidades de la elevada carga impositiva de la estructura de los servicios públicos a las provincias y municipios de todo el país, cuya masa es coparticipable. Un búmeran con consecuencias más temprano que tarde, cosa que ya empezaron a alertar los gobernadores desesperados, esperando que el manda más le eche manos al IVA, que es del 21% y lo rebaje. Vale la pena recordar que salvo Uruguay que grava 22%, en el mundo tiene un promedio del 15%, mientras que en el resto de los países de la región promedia un 9% y desde hace poco alcanza a los servicios públicos este impuesto que lleva más de 42 años de aplicación en Argentina.

Y, si a eso le sumamos la inflación imparable y los salarios bajos, el panorama es muy negro para el gobierno y es previsible el terremoto anunciado por el Pepe Mujica sobre la dinámica social argentina, como respuesta masiva que se vuelca en las calles cotidianamente. Mucho más teniendo en cuenta la cercanía del 1º de mayo, Día del trabajador, fecha que coincide con la apertura de las sesiones ordinarias de las Legislaturas provinciales que se inauguran con el discurso del mandatario provincial. Algunos, como el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, principal partido socio de Cambiemos, que deberá enfrentar a una población frenética por tarifas y por la reacción al fracking autorizado por decreto para las áreas petroleras del sur provincial, donde ante la posible contaminación de los ríos, la comunidad se ha levantado en asambleas populares.

El descaro y los negocios, aunque hayan mantenido a la población distraída y ocupada en sobrevivir amén de angustiar y asfixiarla, han terminado generalizando el rechazo, al punto que no hay lugar del país donde no crezcan las protestas que, sólo falta un fósforo para que encienda la mecha y explote todo.

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