En el Encuentro del Foro de Sao
Paulo, el
economista griego Costas Lapravitsas, profesor de la Universidad de Londres y
asesor de SYRIZA, inició su conferencia con una frase ilustrativa del nuevo
papel de la región: “Al revés de cómo era antes, hoy los analistas de Europa,
especialmente de los países del Sur, vienen a América Latina a aprender”.
Niko Schvarz / Barómetro Internacional
El Foro de Sao Paulo celebrado en Caracas |
Todavía resuenan los ecos del XVIII Encuentro del Foro de Sâo Paulo
(FSP), efectuado en Caracas del 3 al 6 de julio y clausurado en el gran acto
del Teatro Teresa Carreño con la participación del presidente Hugo Chávez y
representantes del continente y de todo el mundo. Ello se debe a sus debates,
sus conclusiones y las polémicas suscitadas, tanto en la interna como con las
fuerzas de la derecha (incluida la “gran prensa” venezolana). De este conjunto
algo quedó meridianamente claro, y es el papel de primer plano de América
Latina en el convulsionado mundo de hoy.
Por varias razones. Ante todo, por la situación que atraviesan sus
países, y las realizaciones a favor de sus pueblos emprendidas por los
gobiernos de las fuerzas progresistas y de izquierda en la mayoría de ellos, en
vívido contraste con la crisis arrasadora a lo largo del mundo desarrollado y
particularmente en Europa (España, Grecia, Italia entre otros), marcada por las
grandes movilizaciones, sobre todo en la primera, para evitar que todo el peso
de la crisis recaiga sobre las espaldas de los sectores populares. Ya hemos
mencionado el hecho novedoso de que desde sectores lúcidos del viejo mundo se
considere el ejemplo de las luchas de las fuerzas de izquierda de América
Latina y el Caribe en la forja de su unidad y en su labor desde los respectivos
gobiernos. A los ejemplos ya citados se agregan otros, como veremos.
Este balance se complementa con el análisis de la contraofensiva de las
fuerzas retrógradas y del imperio por tratar de revertir esta situación y
evitar que se consolide el proceso de afirmación democrática, de avance social
y de integración a escala continental de la América Latina y caribeña, como lo
demuestran los golpes de estado en Honduras y Paraguay y los intentos golpistas
revertidos por la acción de las fuerzas democráticas en Venezuela, Bolivia y
Ecuador. Precisamente, el Encuentro del FSP colocó en plano destacado el apoyo
al pueblo paraguayo y al presidente Fernando Lugo ante la asonada golpista de
Federico Franco y su cohorte, y adoptó medidas de solidaridad, que están en
plena ejecución en estos días, particularmente desde la Regional Sur del Foro,
en la brega común por la recuperación democrática.
La unanimidad en la Cumbre de Mendoza
El Encuentro de Caracas se realizó apenas unos días después de la Cumbre
de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas) que tuvo lugar en Mendoza,
República Argentina, el 28 y 29 de junio. Allí, la decisión de suspender a
Paraguay del bloque (y también de concluir la presidencia pro tempore que el
mismo ejercía y transferirla a Perú) se adoptó por unanimidad de los
gobernantes de todos los países, un hecho que merece ser especialmente
destacado, y rige hasta tanto no se restablezca el orden democrático en el
país, conculcado por la destitución del presidente constitucional. Esta
decisión fue adoptada por los presidentes Cristina Fernández de Kirchner de
Argentina, Dilma Rousseff de Brasil, José Mujica de Uruguay, Evo Morales de
Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, Ollanta Humala de Perú, Sebastián Piñera de
Chile, Desiré Bouterse de Surinam, a los que se agregaron los cancilleres
Nicolás Maduro de Venezuela, Ángela Holguin de Colombia y Carolin
Rodrigues Birkett de Guyana. El secretario general de UNASUR, el venezolano Alí
Rodríguez Araque, visitó Paraguay al frente de una delegación, declaró que
Franco no garantizó de ninguna manera el debido proceso en la parodia de juicio
al presidente Lugo, y que Paraguay estará aislado del organismo hasta que se
restablezca el ejercicio de la democracia.
En una reunión previa en el mismo escenario, los tres presidentes del
Mercosur (Cristina Fernández, Dilma Rousseff y José Mujica) habían resuelto la
suspensión de Paraguay del organismo regional, por las mismas causales.
Todo esto se proyectó al Encuentro de Caracas, siendo refrendado por el
colectivo y recogido en su Declaración final, junto a la condena al golpe de
estado en Paraguay y las medidas de solidaridad con su pueblo.
Avances alentadores en América Latina, contraste con la crisis europea
La visión sobre los nuevos procesos en América Latina fue compartida por
la totalidad de los delegados. La representación cubana, presidida por José
Ramón Balaguer, que habló en el acto de clausura, introdujo un documento que al
respecto señala: “Los avances del movimiento progresista y revolucionario en
América Latina y el Caribe hoy son claros y alentadores. La diversidad de los
procesos patrióticos, nacionalistas, progresistas, socialistas y
revolucionarios, caracteriza hoy el escenario latinoamericano y caribeño, a lo
que debemos añadir la creciente fortaleza de organizaciones políticas de
distinto signo”. Menciona luego los diversos espacios de concertaciones e
integración alternativos “y en particular la CELAC, instituciones que no tienen
precedentes en la historia moderna de nuestros países desde las guerras de
independencia, se consolidan paulatinamente y nos permiten avanzar con mayores
cuotas de soberanía e independencia frente a los poderes que hegemonizan la
economía y la política mundial”. Señala más adelante: “Apoyar los procesos
políticos revolucionarios y progresistas de América Latina, es respaldar
sus transformaciones económicas y sociales dirigidas a alcanzar la justicia
social; sus posturas independientes en el ámbito regional e internacional y sus
esfuerzos en aras de la integración y la futura unidad de Nuestra América”. En
el mismo espíritu establece esta valedera conclusión: “La única opción para
avanzar frente a los nuevos retos y los colosales poderes imperiales,
transnacionales y mundiales que se gestan, será la unidad en nuestra
diversidad y la capacidad de entender la necesidad de multiplicar en forma
creativa la solidaridad entre las fuerzas del cambio y del progreso. Como
auguró José Martí, ‘es la hora del recuento y la marcha unida y hemos de andar
en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes’”.
En sentido análogo intervino en el debate de la mesa temática sobre
Unión e integración latinoamericana y caribeña el representante venezolano Roy
Daza, diputado al Parlatino, integrante de la comisión internacional del PSUV y
que junto con su principal dirigente, Rodrigo Cabezas, tuvo un papel destacado
a lo largo de los debates. Señaló la significación del ingreso de Venezuela al
Mercosur, agregó que con la posible incorporación de Ecuador el bloque sureño
alcanzaría una salida al Pacífico, destacó la potencialidad económica
suramericana, las reservas de agua más importantes el planeta, las mayores
reservas de petróleo y gas, la floresta que es el pulmón del planeta. Señaló la
importancia de la UNASUR y “la convergencia de todos los procesos
integradores en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),
que nació en los primeros días de diciembre de 2011 en Caracas como gran
espacio común que da cuenta de una realidad geopolítica sin precedentes” ya que
será “el punto de encuentro de todos”. En una visión de conjunto señala que “el
mundo de hoy vive una transición de la unipolaridad a la multipolaridad
democrática. Un nuevo mundo se forja en América Latina”.
En otro lugar (un libro que condensa varios de sus escritos, reunidos
bajo el título común de La potente fragua) Roy Daza recuerda
la definición del presidente Rafael Correa en el sentido de que en América
Latina “no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época”, afirma
una vez más que “el foco de atención del mundo está en América Latina” y que al
respecto deben tomarse en cuenta las siguientes directivas: a) el deslinde de
los gobiernos de izquierda con el neoliberalismo; b) el renacer de la
integración en curso; c) la renovación de la democracia y del socialismo; d)
los enormes esfuerzos por superar la pobreza y la desigualdad; e) la
impugnación de un sistema de relaciones internacionales signado por la
hegemonía estadounidense. Cita en conclusión una reflexión del presidente
Chávez referida a Bolívar: “Estamos comenzando a ver lo que el padre Libertador
imaginaba: una inmensa región donde debe reinar la justicia, la igualdad y la
libertad, fórmula mágica para la paz entre los pueblos”.
Experiencias dignas de estudio
Este cúmulo de conceptos, surgidos de las experiencias de lucha de
nuestros pueblos y gobiernos de izquierda, estuvo precisamente en la fragua de
los debates del XVIII Encuentro, en sus múltiples variantes: talleres, mesas
redondas, sesiones plenarias y actos públicos. Ya señalamos la alta estima de
dirigentes políticos europeos de primer nivel respecto a estos hechos
relevantes.
También mencionamos la irrupción de críticas despectivas sobre el rico
bagaje acumulado por los partidos del Foro de Sâo Paulo, en particular las
expresadas (y luego reiteradas, con agravantes) por Atilio Borón. Ya fueron
contestadas, y yo me permití agregar un antecedente: su valoración peyorativa
del PT brasileño y del presidente Lula. A este largo rosario acaba de agregarle
otra perla, que apareció en una de las réplicas (en este caso, del delegado
dominicano José Oviedo) a los escritos de Borón: su definición de la
trayectoria del PT como “la metamorfosis de la mariposa del PT en el gusano
neoliberal”. Cuesta creer que se llegue a estos extremos de bajeza respecto al
gran partido brasileño, por añadidura fundador del Foro, y que con sus aliados
y al frente de su pueblo está cambiando la estructura de la sociedad brasileña
y ha logrado éxitos históricos en la reducción de la pobreza y en materia
de empleo, salud y educación masiva.
En sentido positivo, señalamos las opiniones de Jean-Luc Mélenchon y del
gran periodista Ignacio Ramonet en la valoración de los gobiernos de izquierda
en América Latina y en el concepto de “la revolución ciudadana” de Rafael
Correa. El candidato presidencial del Front de Gauche francés estuvo presente
en Caracas junto con una delegación del Partido de la Izquierda Europea (PIE),
en cuyo nombre hizo uso de la palabra en la inauguración del Encuentro Pierre
Laurent, secretario nacional del PC francés y a la vez presidente del PIE. Cabe
destacar que este agrupamiento mantiene una relación estrecha con el Foro de
Sâo Paulo, reiterada en muchas oportunidades y afianzada en el propio encuentro
de Caracas, al extremo de que son considerados como dos espacios que están
diseñando un nuevo tipo de internacionalismo. El Partido de la Izquierda
Europea tiene una amplia representación regional, toda vez que lo constituyen
fuerzas como Syriza griega (representada en Caracas), Die Linke de Alemania
(también presente), Izquierda Unida de España y los partidos del Front de
Gauche francés, entre otros. Este hecho también subraya la amplia
representatividad del Encuentro de Caracas como punto de reunión de fuerzas de
izquierda de todo el mundo.
Hablando del SYRIZA griego: acaba de visitar estas latitudes (estuvo en
la Argentina) el economista Costas Lapravitsas, profesor de la Universidad de
Londres y asesor de SYRIZA, quien inició su conferencia en un seminario sobre
“Crisis internacional: su despliegue en Europa y potenciales impactos en
América Latina” en la vecina orilla con la siguiente frase: “Al revés de cómo
era antes, hoy los analistas de Europa, especialmente de los países del Sur,
vienen a América Latina a aprender”.
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