Cuando se reúne en
Caracas, el Foro de São Paulo encara otra fase de la izquierda
latinoamericana. Basta decir que están
presentes varios partidos que se encuentran en los gobiernos de sus países
desde hace más de 10 años –como en el caso de la PSUV de Venezuela -, o casi
llegan a la década, como el PT de
Brasil, el Frente Amplio de Uruguay, el MAS de Bolivia, Alianza País de
Ecuador.
Emir Sader / ALAI
El Foro de Sao Paulo discutió en Caracas los desafíos de la izquierda latinoamericana. |
Desde su primera
reunión, en 1990, en São Paulo, el Foro de los partidos de izquierda de América
Latina – que lleva el nombre de la
ciudad donde se reunió por primera vez–, el Foro de São Paulo ha pasado por diferentes
etapas, hasta este encuentro en Caracas, de forma paralela a la trayectoria de
la izquierda latinoamericana.
1990 fue el año del
lanzamiento del Consenso de Washington, expresión programática del
neoliberalismo y de su “pensamiento único”.
Se sentían tan seguros y victoriosos, al punto que las fuerzas
neoliberales codificaron su triunfo en
normas obligatorias “para cualquiera gobierno serio”.
En la propia América
Latina encontraron eco en la derecha radical de Pinochet, en la
socialdemocracia chilena, brasileña, venezolana, pasando por los nacionalismos
peronista en la Argentina y del PRI en México.
Las fuerzas de
izquierda, en los planos social, político e ideológico, se encontraban a la
defensiva, resistiendo a la avalancha neoliberal, que detentaba la hegemonía en
el continente y los gobiernos de prácticamente todos los países. El Foro de São Paulo era un espacio de
resistencia, de denuncia, pero también de formulación de alternativas.
La situación cambió de
una década a otra, cuando el campo popular pasó de la defensiva a la disputa de
alternativas, a las lides electorales para conquistar gobiernos y construir
realmente alternativas posneoliberales.
Cuando se reúne en
Caracas, el Foro de São Paulo encara otra fase de la izquierda
latinoamericana. Basta decir que están
presentes varios partidos que se encuentran en los gobiernos de sus países
desde hace más de 10 años –como en el caso de la PSUV de Venezuela -, o casi
llegan a la década, como el PT de
Brasil, el Frente Amplio de Uruguay, el MAS de Bolivia, Alianza País de
Ecuador.
Entre otras
preocupaciones, se encuentra el problema del rol de los partidos frente a los
procesos posneoliberales. Los grandes
protagonistas de estos procesos son gobiernos de alianza, bajo la dirección de
partidos de izquierda. El papel de los
partidos de izquierda es, ante todo,
defender los intereses de la izquierda en alianzas de centro-izquierda, para
garantizar la profundización de las posiciones antineoliberales y
anticapitalistas de la izquierda.
Hacerlo es no sólo luchar contra
los rezagos del neoliberalismo –el poder del capital financiero, del
agronegocio, de la media privada, entre otros-, sino también articular el
posneoliberalismo con el anticapitalismo y la construcción de un modelo
alternativo en América Latina.
Esta reunión del Foro
de São Paulo se lleva a cabo en el marco de las elecciones presidenciales de
Venezuela, cuando Hugo Chávez debe conquistar un nuevo mandato y consolidar la
segunda década de gobiernos pos neoliberales en el continente. Y, a la vez, cuando gobiernos neoliberales
enfrentan varias dificultades, entre ellas: los conflictos en torno a las
necesidades ineludibles de desarrollo económico y el equilibrio medioambiental.
No hay solución óptima,
general, que señale la resolución de todos los conflictos y casos
particulares. Una de las tareas
esenciales de la actualidad es que los intelectuales y los dirigentes políticos
y sociales construyan los espacios de debate entre los gobiernos y los
movimientos sociales – indígenas, campesinos, ecológicos – para la solución
concreta, política, negociada, de cada uno de los conflictos. Y, a la vez, organizar las formas de
investigación teórica, analítica, y un enfoque más general, más allá de los
dilemas concretos, de modelos alternativos que compatibilicen, incluso bajo
fuertes tensiones teóricas y políticas y necesidades constantes de
siempre, renovadas formas de síntesis
concretas entre el desarrollo económico y la protección del medioambiente.
El Foro de Sao Paulo es uno de los espacios en
condiciones de asumir esta tarea, como contribución esencial al avance de los
gobiernos posneoliberales en la dirección del anticapitalismo y del socialismo.
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