Un libro de Gene Sharp,
traducido a 30 idiomas, es la nueva Biblia de los desestabilizadores.
Walter Goobar / Miradas al Sur
El motín de los policías en Bolivia: antesala de un golpe de Estado. |
Un motín policial en
Bolivia pareció ser la antesala de un golpe de Estado contra el gobierno de Evo
Morales. El conflicto comenzó el 18 de junio con una huelga de mujeres de
policías y continuó con un alzamiento de los uniformados de baja graduación.
Hubo todo tipo de desbordes, incluyendo el saqueo de una oficina de
inteligencia, destrucción de cuadros presidenciales pistola en mano e insultos
a Evo Morales, llamado “pisacoca” por los amotinados concentrados amenazantes
frente al Palacio Quemado.
La asonada policial no
pasó a mayores, pero diversos analistas coinciden en que se estaba construyendo
un escenario para un golpe de Estado “suave”, una nueva modalidad de
desestabilización fabricada en los laboratorios de la Central de Inteligencia
de Estados Unidos (CIA) que ya ha sido experimentada en Europa del Este y
Venezuela. Esta recreación del golpe como método para interrumpir procesos de
amplia participación popular, ha sido concebida por intelectuales como el
politólogo estadounidense Gene Sharp, autor de una biblia de desestabilización
que ha sido traducida a 30 idiomas. Concebido como un manual de autoayuda para
la desestabilización, los consejos de Sharp implican la puesta en marcha de
varias fases, desarrolladas incluso simultáneamente, que van desde el
ablandamiento, deslegitimación, calentamiento de la calle, hasta la fractura
institucional.
La estrategia golpista
–basada en el opúsculo de Sharp De la dictadura a la democracia– se ejecutó con
éxito en el derrocamiento del presidente georgiano Eduard Shevarnadze, en
noviembre de 2003, y la ascensión al poder de Viktor Yuschenko en Ucrania, en diciembre
de 2004.
En América latina la
estrategia del “golpe suave” se ha registrado a través de cinco modalidades. Ha
triunfado en Honduras (2009) y Paraguay (2012), pero ha fracasado en Venezuela
(2002), Bolivia (2008 y 2012) y Ecuador (2010).
Según el periodista
Hugo Moldiz Mercado, la policía boliviana se ha convertido para la embajada de
Estados Unidos en otro de sus factores principales para la subversión desde que
fracasó el intento de la derecha de involucrar a las fuerzas armadas en sus
planes desestabilizadores durante el período 2006-2009.
Esta estrategia hacia
el aparato encargado de garantizar el orden público interno –que históricamente
ha tenido una relación carnal con la CIA, la DEA y el FBI–, se maneja por
control remoto desde Buenos Aires. Ocurre que luego de varias expulsiones de
personal militar y de la DEA de Bolivia, Venezuela y Ecuador por injerencia en
los asuntos internos y actividades de espionaje, muchos de esos funcionarios
han sido reasignados en la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, que
ya no cuenta con espacio físico para tantos militares y agentes antidrogas.
Para todos esos
oficiales de las diversas ramas de inteligencia estadounidense que –tras ser
expulsados de sus destinos originales–, hoy se disputan los escritorios y los
sillones en Buenos Aires, el libro de Sharp es un credo. La experiencia de
Ucrania, Georgia, Venezuela, Ecuador y la de Bolivia, que experimentaron la
fuerza del “golpe suave”, confirma el uso que los conductores de la
desestabilización hacen de climas construidos por medio de la manipulación de
criterios informativos.
El politólogo Gene
Sharp, al que se le atribuye la autoría de la estrategia detrás del
derrocamiento del gobierno egipcio, propone 198 “armas no violentas”, las que
van desde el uso de colores y símbolos hasta funerales simulados y boicots.
Sharp ha tenido que
enfrentar acusaciones de pertenecer a una organización de fachada de la CIA y
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, utilizó su programa semanal para
advertirle al país que Sharp era una amenaza a la seguridad nacional.
Su contribución al
derrocamiento de Slobodan Milosevic, en Serbia, en 2000, lo catapultó a toda
Europa del Este, Sudamérica y Medio Oriente. De acuerdo con Sharp, la
estrategia del “golpe suave” puede desarrollarse por etapas jerarquizadas o
simultáneamente de la siguiente manera.
1ª etapa:
ablandamiento, empleando la Guerra de Cuarta Generación: desarrollo de matrices
de opinión centradas en déficit reales o potenciales, cabalgamiento de los
conflictos y promoción del descontento, promoción de factores de malestar,
entre los que destacan: desabastecimiento, criminalidad, manipulación del
dólar, lockout patronal y otros, denuncias de corrupción, promoción de intrigas
sectarias y fractura de la unidad.
2ª etapa:
deslegitimación: manipulación de los prejuicios anticomunistas, impulso de
campañas publicitarias en defensa de la libertad de prensa, derechos humanos y
libertades públicas, acusaciones de totalitarismo y pensamiento único, fractura
ética-política.
3ª etapa: calentamiento
de la calle: cabalgamiento de los conflictos y fomento de la movilización de
calle, elaboración de una plataforma de lucha que globalicen las demandas
políticas y sociales, generalización de todo tipo de protestas, exponiendo
fallas y errores gubernamentales, organización de manifestaciones, trancas y
tomas de instituciones públicas que radicalicen la confrontación
4ª etapa: combinación
de diversas formas de lucha: organización de marchas y tomas de instituciones
emblemáticas, con el objeto de coparlas y convertirlas en plataforma
publicitaria, desarrollo de operaciones de guerra psicológica y acciones
armadas para justificar medidas represivas y crear un clima de
ingobernabilidad, impulso de campaña de rumores entre fuerzas militares y tratar
de desmoralizar a los organismos de seguridad
5ª etapa: fractura
institucional: sobre la base de las acciones callejeras, tomas de instituciones
y pronunciamientos militares, se obliga la renuncia del presidente.
1 comentario:
Interesantísimo el minimanual desestablizante y destituyente que descubre Sharp a sus lectores. Está visto que las distintas embajadas yanquis en Nuestra América no están patra "estrechar vínculos de cooperación y pacífica convivencia", sino como centro de planiificación y puesta en marcha de conspiraciones que ahora persiguen un golpe de Estado "blando", al servicio de los objetivos de dominación y empoderamiento ya bien conocidos. El Plan Cóndor en los 70, y ahora, a comienzos del S. XXI, ¿el "Plan Águila Calva"? ¿Recuerdan dónde aparece la figura de esta ave rapaz? Adivinen...
Ana María Ramb
Bs. As., AUNA Argentina
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