El juicio por genocidio
en contra de los exmilitares José Efraín Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez
Sánchez ha exacerbado el odio que los grupos de poder conservadores sienten por
todos aquellos guatemaltecos a quienes ellos ven como inferiores.
El juicio contra Ríos Montt reactivó el discurso del odio entre "las buenas conciencias" en Guatemala. |
El proceso judicial que
enfrentan los acusados, que sus defensores en medios de prensa ven como héroes
nacionales, ha sido ocasión para que salgan a lucir las ideas que le dieron
sustento al genocidio en contra del pueblo ixil y la matanza indiscriminada que
hicieron de guatemaltecos que se atrevieron a pensar distinto a ellos;
guatemaltecos que se atrevieron a resistir, también violentamente, la violencia
que secularmente ellos han usado para defender sus privilegios.
Ha sido usual en
algunas “buenas conciencias” de clase media señalar a las víctimas que hoy
acusan de estar llenas de odio, de ser vengativas, etc.; cuando lo que
evidencian las columnas de prensa escritas por los corifeos de los acusados es
que son ellos los que están llamando al odio, a la venganza, a la violencia y a
la guerra.
Y a mí eso me preocupa,
me asusta, me da miedo, porque hace más de 30 años ese discurso lo convirtieron
en práctica política. Por ello, tal vez en un intento por evidenciarlos, he
extraído algunos cuantos de esos “mensajes de odio”.
“La señora Menchú cuyo
premio es producto de una gran estafa y una sarta de mentiras, en cambio,
transita un camino distinto, mustio y relleno de mensajes confrontativos plenos
de odio y primitiva ignorancia, una ruta que parecería estar bastante lejos de
ser una propuesta de paz. [...] Mandela nos deja un legado de paz y progreso,
mientras Menchú se hunde en el fango del odio y la mediocridad del cual nunca
salió.” (Julio Ligorría Carballido, Prensa
Libre, 10/4/2013).
“¿Pero genocidio? ¡Lo
amoral es volver la sangre de tantos un negocio interminable en donde asesinos
harán plata y el resto pagaremos la factura! ¡Por eso es importante parar esta,
la misma, que va de mal en peor! Lo que sucede hoy, quema de brujas, traerá
consecuencias incalculables. O paran esta cabronada o nos acabamos. Eso a pocos
conviene. A la mayoría de guatemaltecos no nos conviene. Además estamos hartos
de seguir sumidos en el mismo apestoso pantano. Un atolladero de vendettas,
odios, resentimientos, complejos y frustraciones que alimentan pocos pero muy
malos guatemaltecos. Financiados por europeos malditos y conocidos. ¿Quiénes
ingresaron de México en los setenta a “organizar” a la población?” (Raúl
Minondo Ayau, El Periódico,
10/4/2013).
“Si el patriotismo
tuviese alguna conexión con amar a la patria y el himno nacional fuese credo y
no vano coro hipócrita, diría que lamentablemente Guatemala tiene algunos hijos
muy mal paridos. Porque hablar mal de su patria ante las cámaras mundiales para
que Guatemala sea vista como un país genocida décadas después de firmada la paz
es un acto egoísta propio de oenegeros mercenarios despreciables.” (Alfred
Kaltschmitt, Prensa Libre,
12/4/2013).
“Para asegurar que en
Guatemala hubo genocidio hay que ser muy torpe o comunista; terrorista, tonto
útil, estar pagado o ser muy ignorante. [...] Resulta odioso repetirlo y solo
los que viven de la confrontación y el odio lo repiten por su ideología,
también lo dicen los comprados que reciben su paga en dólares canadienses, o
euros holandeses, suecos o noruegos.” (Danilo Parinello, El Periódico, 13/4/2013).
“Se argumenta que el
caso contra Ríos Montt es para que finalmente algunas víctimas del conflicto
armado reciban justicia y sus ejecutores paguen por los crímenes cometidos. Yo
estaría de acuerdo con esa premisa, si fuese verdadera, pero no lo es. Quienes
dicen buscar justicia en realidad buscan venganza o buscan poder. Si realmente
quisieran justicia no serían hipócritas y buscarían que se derogue la Ley de
Reconciliación Nacional.” (Jorge Jacobs, Prensa
Libre, 4/4/2013).
“La justicia es la
continuación de la guerra por otros medios.” (Danilo Parinello, El Periódico, 6/4/2013).
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