La hipocresía neoliberal no termina con
Trump. Abarca también al gobierno mexicano. Mientras el establishment
neoliberal clama contra la política migratoria de Trump, en las primeras semanas de este año las
autoridades migratorias mexicanas han
deportado a 3,141 hondureños, 3,111 guatemaltecos, 1806 salvadoreños y 79 nicaragüenses. En total 8,137
deportaciones.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
Hace unos días Guadalupe Oliva, originario de
Sinaloa y de 44 años, fue deportado por
tercera ocasión en menos de dos años. Desesperado, se suicidó lanzándose del puente que comunica
al cruce fronterizo de El Chaparral, lugar donde recién había sido expulsado
por la migración estadounidense. Fácil
es imaginar la desesperación de esta nueva víctima de la injusticia social. Con
un país devastado por la crisis económica y la violencia, sus alternativas de
trabajo eran mínimas como lo son para 300-400 mil mexicanos que se van del país
anualmente. Las cifras aportadas por Fernando Castro, consultor de migración indican que hasta el 6
de febrero de 2017 habían sido deportados 4,864 guatemaltecos, cifras menores
al 28 de febrero de 2016 (16,740) y de 2015 (23,491).
El gobierno de Trump ha empezado a realizar
sus promesas de campaña, aun cuando todavía viene lo peor. Las nuevas
directrices difundidas por el Departamento de Seguridad Nacional, indican que no solamente serán deportados
aquellos migrantes que cometan delitos, sino también aquellos que los
hayan cometido, que sean sospechosos de
haberlos cometido, los que recién hayan llegado, los que hayan faltado a la
verdad o cometido fraude ante una agencia oficial, hayan abusado de los
programas de beneficio social, estén litigando una orden de deportación. Se
usarán grilletes para los detenidos y se implantará un programa de
deportaciones exprés (fast track).
Además, se contratarán 15,500
nuevos agentes migratorios para facilitar las razzias que ya se están llevando
a cabo. En estos días, un clima de paranoia colectiva ya está embargando a los
11 millones de indocumentados en el país.
La hipocresía del capitalismo salvaje
(neoliberalismo) ante el tema de la
migración, se evidencia cuando se
advierte que las curvas demográficas de los países centrales como los Estados
Unidos de América, se están invirtiendo. La población está envejeciendo y
siendo los jóvenes minoría, se necesita la mano de obra migratoria para hacer
funcionar la economía. ¿Por qué entonces esta despiadada persecución? La
respuesta es que pese a esas necesidades, la ultra derecha estadounidense teme
un cambio demográfico que vuelva minoría a los blancos protestantes. En
2040, el 30% de la población será de origen latino y los
blancos protestantes serán una minoría (49%). La otra respuesta también es
importante: la cacería de migrantes facilitará aún más su precariedad laboral y
sus salarios serán más bajos. La criminalización de los migrantes que ha hecho
Trump, persigue en realidad convertirlos en trabajadores miserables y
esclavizados.
La hipocresía neoliberal no termina con
Trump. Abarca también al gobierno mexicano. Mientras el establishment
neoliberal clama contra la política migratoria de Trump, en las primeras semanas de este año las
autoridades migratorias mexicanas han
deportado a 3,141 hondureños, 3,111 guatemaltecos, 1806 salvadoreños y 79 nicaragüenses. En total 8,137
deportaciones. Con detenciones y deportaciones masivas, violencia inaudita
contra los migrantes de paso, México se ha convertido en un muro de contención
para la migración del sur. Es el otro muro, igual de deleznable que el que
Trump pretende construir en la frontera con México.
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