Se consolida un clima
menos propicio para el debate, el diálogo y la deliberación.
Leopoldo Puchi / El Universal
El conflicto en el que
se encuentran envueltos dos Estados del hemisferio, el de Venezuela y el de
Estados Unidos, se ha agudizado a raíz del planteamiento realizado por Donald
Trump en el discurso anual ante el Congreso sobre el estado de la Unión, cuya
línea maestra sobre Venezuela se sintetiza en la frase “El dominio de la
tiranía de Maduro va a ser aplastado y quebrado”. Dos términos, “aplastar” y
“quebrar”, que apuntan a una confrontación cruda, sin matices.
Esta evolución de los
acontecimientos aleja la posibilidad de una negociación sobre el conflicto
venezolano, incluso en los términos propuestos por el Departamento de Estado en
el documento dado a conocer a principios de año, en el que se señalaba que “las
negociaciones podrían abrir el camino de la crisis” y se ponía el énfasis en la
“organización de elecciones libres y justas”.
APLASTAMIENTO
Por el momento, la
forma en que el “método de aplastamiento” para alcanzar el fin buscado se
plasmaría tendría que ver con el incremento de las sanciones, así como con el reforzamiento
del cerco diplomático. Según información de Reuters, un funcionario del
gobierno estadounidense advirtió a las compañías de energía que trabajan con
Pdvsa, en particular a Rosneft, para que “caminen con cautela”.
Los analistas no
esperan, en lo inmediato, acciones directas de carácter militar, pero sí es
posible que se estén estudiando modalidades bélicas como las descritas por
William Brownfield, que contemplan el bloqueo naval, las acciones quirúrgicas y
las cibernéticas.
NADIE
Desde Venezuela,
Nicolás Maduro, que venía buscando un encuentro para entablar negociaciones con
Washington y había contratado un bufete para hacer esas gestiones, respondió a
las palabras de Trump afirmando que “a Venezuela no la aplasta nadie”. También
señaló que la propuesta de diálogo no podía entenderse como “una muestra de
debilidad”, y aseguró que “Trump está encaminando a EEUU hacia un conflicto de
alto nivel contra Venezuela”.
Y, como lo muestra la
historia, en conflictos de alto nivel cobran mayor importancia las instancias
militares y de seguridad y las acciones para lograr cohesión interna, al tiempo
que se resaltan valores del patriotismo por encima de otros. Un clima menos
propicio para el debate transparente, el diálogo, la deliberación, lo que
agudiza las tensiones en lugar de distender la situación.
INTERROGANTE
En cuanto al proceso
electoral parlamentario de 2020, el nuevo clima creado pudiera conducir a que
se dificulten todavía más las posibilidades de entendimiento para la
designación de un CNE consensuado, y hasta pudieran abrirse más las aguas del
“poder dual” con organismos y procesos paralelos.
La interrogante que
queda en el aire entre los observadores es si las palabras de Trump deben
tomarse literalmente o si todavía hay espacio para que las negociaciones
sugeridas por el Departamento de Estado puedan iniciarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario