Por décimo año
consecutivo EEUU ha torcido y hecho añicos la Constitución Política de Panamá y
todas sus leyes. Por un lado, insiste en realizar maniobras militares en torno
al Canal de Panamá con supuestos “aliados” panameños y de otros 15 países
latinoamericanos. Por el otro, asume abiertamente el control territorial del
país. En sus “juegos militares”, incluso, delega a terceros países
responsabilidades soberanas panameñas.
Marco A. Gandásegui, h. / ALAI
En la Constitución
Política panameña se establece en forma explícita que el país no tiene un
ejército. Igualmente, señala que la soberanía es inalienable e intransferible.
Desde el 6 de agosto hasta mañana (viernes, 17 de agosto), Panamá ha sido
virtualmente ocupada por tropas norteamericanas con el supuesto de que el Canal
está en peligro. Según un comunicado de
los mandos militares de ese país del norte, “el Ejército Sur de EEUU y las
fuerzas armadas y de seguridad de 17 naciones participarán del ejercicio anual
Panamax, que cuenta con el patrocinio del Comando Sur”.
El comunicado plantea
objetivos contradictorios y sin mayor sentido: “Este ejercicio multinacional
reúne a las fuerzas navales, aéreas y terrestres en una operación conjunta y
combinada para defender el Canal de Panamá de ataques perpetrados por violentas
organizaciones extremistas de carácter ficticio, así como también responder
ante los brotes pandémicos y catástrofes naturales en diversas regiones”.
Entre los grupos
ficticios “extremistas”, los militares norteamericanos han mezclado en una sola
bolsa a campesinos e indígenas panameños, a fuerzas insurgentes de Colombia y a
traficantes de drogas ilícitas que operan en los círculos financieros y
políticos de EEUU. A pesar del debilitamiento de las relaciones económicas y
políticas de EEUU con los países de Sur América, los lazos militares siguen
siendo muy fuertes. Washington no sólo pretende mantener una presencia militar
física en la región, también quiere conservar su posición como principal
proveedor de armamentos.
En el operativo Panamax
dirigido por EEUU, tropas colombianas asumieron la dirección del componente
terrestre del ejercicio por segundo año consecutivo. El Comando Sur de EEUU
también informó que “las fuerzas militares brasileñas dirigen el componente
marítimo por primera vez”. Es decir, el territorio nacional y las costas
panameñas quedaron bajo la responsabilidad soberana de terceros países. “El comandante de componente marítimo de la Fuerza
Multinacional para Panamax 2012 es el contralmirante Wilson Pereira de Lima
Filho de Brasil , informaron los militares norteamericanos.
En uno de sus
comunicados, los militares norteamericanos se refieren abiertamente al derecho
que tiene EEUU de intervenir en forma unilateral en Panamá “cuando se considere
necesario por el gobierno de Panamá y otras naciones de la región”. El
operativo llamado “Panamax, afirman los militares norteamericanos, proporciona
oportunidades para que las naciones participantes, junto con el Ejército del
Sur, se unan para contrarrestar las amenazas de las organizaciones delictivas
transnacionales”.
El ejercicio incluye
“las Fuerzas Marinas del Sur, de Operaciones Especiales del Comando Sur y el
Comando de las Fuerzas Navales del Sur con los buques y un contingente de
artefactos explosivos, buceo móvil, la logística y el personal de seguridad de
las fuerzas”. Todas bajo el mando del general Simeon G. Trombitas, comandante
del Ejército Sur de EEUU. La sede el
Ejército Sur estuvo por más de 50 años, durante la segunda mitad del siglo XX,
en Clayton, donde actualmente se encuentra la Ciudad de Saber, en las afueras
de la ciudad de Panamá.
Según un
despacho de una agencia de noticias española en Panamá, el subcomisionado del
Servicio Aéreo Nacional Aeronaval, Jorge Yanis, aseguró que el ejercicio
castrense tendrá un carácter virtual. “Va a ser realizado en EEUU, donde
vamos a establecer ejercicios de mesa virtuales con miras al adiestramiento de
nuestro personal en prevención de una amenaza que atente contra el libre
tránsito en el Canal de Panamá”.
Por su
lado, el Comando Sur señaló que el principal objetivo del ejercicio es
proveer una variedad de respuestas a las solicitudes del gobierno panameño para
“proteger y garantizar el flujo seguro del tráfico a través del Canal
de Panamá, garantizar su neutralidad y respetar la soberanía
nacional”. En 1989 EEUU invadió militarmente a Panamá alegando objetivos
similares. Esta experiencia trágica costó miles de vidas humanas y EEUU la
justificó, al igual que ahora, señalando que actuaba en defensa de la
democracia, la neutralidad y la soberanía nacional de Panamá.
En esta
ocasión, sin embargo, EEUU señala que “los desafíos regionales requieren
soluciones regionales. Panamax 2012 está diseñado para responder como una
fuerza unificada a una amplia variedad de misiones en el aire, la tierra, el
mar, espaciales y la cibernética”, según el Comando Sur.
EEUU
compara el ejercicio Panamax a su invasión de Haití después del devastador
terremoto de 2010. EEUU delegó su responsabilidad militar en ese país del
Caribe a los militares de Brasil y Chile. Todavía hay millones de haitianos que
viven en condiciones infrahumanas debido a la política de EEUU y sus aliados
militares latinoamericanos. Totalmente fuera de contexto, EEUU dice que Panamax
es una “ayuda en operaciones humanitarias y respuestas a desastres, como se
manifestó después del terremoto de Haití”.
17 de agosto de 2012.
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