El éxito o fracaso del próximo Foro Social Mundial (FSM) de
Túnez dependerá, fundamentalmente, de la
capacidad de los movimientos sociales de apropiarse de este espacio abierto y
llenarlo con un verdadero contenido transformador. Tesis principal de Mimoun
Rahmani, miembro activo del Foro Social del Magreb, quien en esa calidad ha
participado en algunos de los espacios preparatorios de Túnez 2013.
Sergio Ferrari* / Especial para Con Nuestra América
Desde Ginebra, Suiza
Mimoun Rahmani, miembro del Foro Social del Magreb |
“La región del
Magreb/Máshrek, principalmente Túnez, Marruecos, Argelia, Egipto, ha protagonizado en los últimos años
importantes sublevaciones populares. Es un proceso en marcha, no concluido, que
va a exigirnos tiempo y lucha…”, subraya Rahmani, uno de los responsables de
ATTAC Marruecos y del Comité para la Anulación de la Deuda del tercer Mundo
(CADTM) en ese mismo país.
En ese sentido, la
convocatoria de fines de marzo en la capital tunecina que prevé reunir entre 30
y 50 mil participantes –según cálculos estimativos de los organizadores-, “puede tener un impacto significativo si los movimientos sociales más dinámicos
de la región, los que protagonizaron los procesos revolucionarios, están presentes”.
Reto no automáticamente
asegurado, dado que muchos de esos actores sociales de primera línea, “tienen
prioridades de agenda muy específicas y además padecen de muchas limitaciones
financieras para desplazarse”, enfatiza Rahmani.
De ahí la importancia que
las promesas de los organizadores del FSM 2013 de destinar un porcentaje del
presupuesto para facilitar esa participación, realmente se concretice. Según
Rahmani en un principio sobre un presupuesto total de en torno de 1 millón y
medio de euros se preveía destinar un 15% para un *fondo de solidaridad* para
promover la participación.
“Hemos realizados
asambleas de preparación del FSM en julio y en diciembre…Y vemos que sobre un
total de más de mil organizaciones inscritas predominaban las ONG, pero hasta
fines del 2012 había una débil participación de los movimientos sociales”.
El gran desafío,
insiste nuevamente Rahmani, es “cómo movilizar los movimientos que han
realmente luchado. Cómo implicarles. Especialmente los movimientos juveniles,
de desempleados, estudiantiles, campesinos…que existen en toda la región pero
que no cuentan con los recursos para trasladarse. Y que no ven todavía con
claridad al FSM como un medio realmente catalizador de sus combates”.
Tras la reflexión del
dirigente de ATTAC Marruecos un tema
recurrente en el marco del espacio altermundialista de los foros: “el del
contenido político”. Si bien los ejes programáticos previstos son amplios e
interesantes, el reto es “darle un contenido político al Foro”.
En ese sentido,
“algunos sectores plantearon la necesidad de un Foro con debates, conferencias
pero con acciones concretas en el terreno.
Organizar acciones en las plazas; protestas frente al Banco central de
Túnez…implicar a la población, crear espacios del Foro cerca de la gente y no
en lugares asilados de difícil acceso”.
Sin olvidar, insiste
Rahmani, “que la situación explosiva del Magreb, y de otras tantas regiones del
mundo, es el resultado de un sistema hegemónico, basado en ajustes
estructurales y acuerdos de libre cambio que tuvieron impactos catastróficos
para los pueblos”. La importancia del
FSM de Túnez estará ligada a la
capacidad de “acercar y hacer converger las luchas. En un lugar estratégico
como el Magreb, próximo a Europa, al Africa subsahariana y al Medio Oriente en
ebullición”, concluye.
*Sergio Ferrari,
colaboración E-CHANGER, ONG de cooperación solidaria activa en el Foro Social
Mundial. Con el apoyo de la FEDEVACO y la Federación Ginebrina de Cooperación.
sergioechanger@yahoo.fr
sergioechanger@yahoo.fr
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