Recientemente han
salido en la prensa puertorriqueña, muchos artículos relacionados con la
“maravilla” de la economía de la República de Panamá. Pero no todos es miel
sobre hojuela, como lo pintan a una
“misión de comerciantes” llevados a
Panamá, por el Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno de Puerto
Rico.
Carlos Pérez Morales*
/ Especial para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico
La desigualdad social en Panamá (foto del diario La Estrella) |
Es cierto que Panamá,
tiene uno de los índices de crecimiento más alto de América Latina. En la última década su economía creció a un ritmo de 7%, de acuerdo al
Informe Macroeconómico de la Comisión Económica de América Latina, Organismo de
las Naciones Unidas, con sede en Santiago de Chile.
Cuando
estudiamos a Panamá como nación tenemos que considerar la falta de
transparencia en su gobierno. Este se caracteriza por un alto grado de
corrupción. En Panamá existe una oligarquía que cada vez se hace más rica a
expensa de los pobres, como consecuencia
del neoliberalismo depredador que padece este país.
En
Panamá coexisten más de 400,000 indígenas de siete etnias diferentes. Los
miembros de estas comunidades representan el grupo poblacional de mayor pobreza
alcanzando un 93% de ésta.
De
acuerdo al Censo realizado por la Contraloría, en el 2012, el 85% de la población, gana
menos de $ 600 al mes. El Censo Nacional de Población y Vivienda de
2010, informó que había unos 313.289 afrodescendientes, que constituían un
contingente importante de la población pobre, los mismos viven en áreas
urbano-marginales, en viviendas deterioradas, y en condiciones de hacinamiento,
con altas tasas de desempleo, y de violencia e inseguridad.
Más
del 29% de la población vive con menos de $3 dólares diarios. Las autoridades
panameñas definen como pobreza extrema, aquellas personas que sólo pueden
consumir anualmente $639,00 o menos. Lo anterior significa que más del 13% de
la población nacional sufre de indigencia extrema. Esta cifra empeora en las comunidades
indígenas que habitan en el país. En la
mayoría de ellas los habitantes son pobres y no pueden adquirir lo suficiente
para satisfacer sus necesidades básicas.
Debemos
considerar toda esta situación para cuando hablemos de Panamá como una
“maravilla” por su crecimiento económico. Crecimiento económico no significa
desarrollo económico.
*El
doctor Carlos Pérez Morales es docente jubilado de la Universidad de Puerto
Rico en Humacao. Es autor del libro El Canal de Panamá: Geopolítica y hegemonía
de Estados Unidos hacia Panamá a partir de los Tratados Torrijos-Carter. Por su
relevancia, este libro fue
publicado por la Universidad de Panamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario