Para
discutir la crisis del capitalismo se realizó en Panamá el Encuentro Sindical de Nuestra América (ESNA)
con la participación de importantes delegaciones obreras del continente y una
amplia representación del sindicalismo panameño.
Marco A. Gandásegui, h. / ALAI
Hace
un par de décadas un sociólogo norteamericano – Jeremy Rifkin - celebró el “fin
del trabajo”. El triunfalismo de los neoliberales prácticamente no tenía
límite. Unos años antes, Francis Fukuyama – desde sus oficinas en el
Departamento de Estado en Washington - había decretado el “fin de la historia”.
Para Fukuyama el fin de la historia quería decir la derrota de la clase obrera
y sus pretensiones de construir un mundo mejor.
El
ejemplo soviético se había hundido y ya no existía una sociedad alternativa
hacia la cual la clase obrera mundial podía orientar su visión. Fukuyama y sus
seguidores ‘libertarios’ no entendieron que la relación entre trabajo y capital
es la variable que explica las tensiones y luchas geopolíticas y no al revés.
Hace poco Fukuyama reconoció su error y ha estado tratando de enmendar sus
escritos.
El
filosofo norteamericano reconoce ahora que el liberalismo capitalista –en
cualquiera de sus formas en que se presenta– tiene como base el trabajo humano
(creador de toda la riqueza social) y su explotación por agentes (organizados
en una clase social bautizada con el nombre de burguesía) al servicio de la
acumulación de capital.
La
crisis en la cual se encuentra sumergida el capitalismo a nivel global desde
2008 ha hecho que todos los teóricos regresen a sus cuadernos y revisen sus
propuestas. Los neoliberales descubrieron que el capitalismo contiene las
semillas de su propia destrucción. Para evitar su colapso terminal los
capitalistas están tratando de regular las relaciones que se desarrollan dentro
del mercado: la oferta y la demanda. Sobre todo, por encima de todo lo demás,
para sobrevivir como sistema, están concientes que tienen que planificar las
relaciones de producción capitalistas y la distribución de la riqueza entre
obreros y burguesía.
Esta
realidad es difícil de entenderla y aún más problemática manejarla a nivel
mundial. Las luchas y los conflictos entre los propios capitalistas les impide
ponerse de acuerdo. Cada sector quiere asumir la dirección del proceso de
recuperación. Tanto EEUU y Europa se encuentran en una ‘recesión’ desde el
estallido de la bolsa de Nueva York en 2008. No han encontrado el camino para
salir de la crisis y hacen enormes esfuerzos por no caer por el precipicio.
Sobreviven, en gran parte, gracias a la economía china que se ha convertido en
la locomotora industrial mundial, extrayendo enormes excedentes de su creciente
clase obrera. La acumulación de capital en China le permite a EEUU seguir
consumiendo, a Alemania seguir exportando maquinaria y a América latina
continuar exportando materias primas a Oriente para sostener sus economías cada
vez más dependientes.
Para
discutir esta crisis del capitalismo se realizó en Panamá el Encuentro
Sindical de Nuestra América (ESNA) con la participación de importantes
delegaciones obreras del continente y una amplia representación del
sindicalismo panameño. Las sesiones plenarias y las comisiones tuvieron lugar
en la Universidad de Panamá, donde se abordaron tres temas, 1. La crisis
capitalista y sus consecuencias en la región, 2. La criminalización de las
luchas sociales y la ofensiva del imperialismo en la región y 3. La unidad de
acción para enfrentar la ofensiva de la derecha en la región.
El
seminario fue coordinado por el PIT-CNT de Uruguay. Entre las delegaciones
internacionales estaban la CUT de Colombia, la CTA de Argentina, la CTC de
Cuba, la FNT de Nicaragua, la CTB de Brasil, así como el sindicato químico de
la Intersindical de Campinas, Brasil, el PSCC de Centroamérica, el MSS de
Puerto Rico y el UNETE de Venezuela. Por Panamá, el peso de la
organización recayó en los gremios afiliados a la Federación Sindical Mundial
(FSM): CNTP, encabezada por Egberto Cobos, FAT dirigida por Alberto Reyes y
Fernando Falcón, el sindicato de la Coca-Cola, dirigido por Alejandro John y la
FSTRP.
En
el acto estuvieron presentes el candidato independiente popular a la Presidencia
de la República, Juan Jované, y el dirigente del partido en formación Frente
Amplio por la Democracia (FAD), Genaro López. Ambos representan expresiones de
la izquierda política panameña que se preparan para las elecciones de 2014.
La
conferencia principal, sobre “La crisis capitalista”, estuvo a cargo del
suscrito quien presentó al auditorio un análisis de las causas de la crisis
global, la situación actual latinoamericana y los escenarios posibles para el
futuro.
Según el sociólogo Olmedo Beluche, “los debates durante el
Encuentro se centraron en la importancia de que, ante la crisis del sistema
capitalista mundial, el movimiento obrero lleve el sindicalismo
"clasista" más allá de la lucha reivindicativa y se comprometa con
los cambios que están ocurriendo en el continente”.
Beluche
destacó las intervenciones de Gerardo González, dirigente de los funcionarios
de la Caja de Seguro Social (CSS), perseguido por el actual gobierno, y de
Julio Polanco, de UNETE-Venezuela. Este último hizo un llamado a "pensar
en un sindicalismo que se convierta en la vanguardia... preparándonos política
e ideológicamente para sepultar este sistema devorador e
inhumano".
Una
figura que estuvo presente en las deliberaciones del seminario del ESNA fue la
del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien siempre luchó contra
el neoliberalismo y a favor de los derechos de la clase trabajadora.
28 de marzo de 2013.
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