El genocida
expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, vendió en Buenos Aires sus políticas
represivas y de “tierra arrasada” bajo el disfrazar de disponer de una política
de Estado para hacer frente al narcotráfico y contó entre sus interlocutores
nada menos que a dos candidatos presidenciales de la derecha, Sergio Massa y
Mauricio Macri.
Aram Aharonian / Para Con Nuestra América
El expresidente colombiano Alvaro Uribe y el candidato de la derecha argentina Sergio Massa. |
El jueves 23 de
octubre, Macri y Massa se reunieron con Uribe, un político conservador,
vinculado con bandas paramilitares y también acusado de espiar a sus opositores
en forma ilegal y ordenar crímenes de lesa humanidad durante los ochos de su
gobierno. Por si fuera poco, el presidente venezolano Nicolás Maduro lo acaba
de sindicar como autor intelectual del asesinato del legislador chavista Robert
Serra.
Existen numerosos
antecedentes –y pruebas ante la justicia colombiana e internacional- de que la
“excusa” de este conflicto bélico intensificado durante el periodo Uribe, causó
destrucción de viviendas, desplazamiento de la población, sistemáticos
asesinatos y heridos de miles de personas inocentes, mientras por
paralelamente, se siguen imponiendo megaproyectos de industrias extractivas con
intereses de transnacionales, como mineras y petroleras. ¿Este es el modelo que
alaban Macri y Massa?
Macri y Massa lo
presentaron a la prensa argentina como el “campeón” de la lucha contra el
narcotráfico. Los paramilitares –en especial los comandados por el hoy preso en
EEUU, Salvador Mancuso- ligados a Uribe también formaban un importante cartel
del narcotráfico.
"La violencia y el
narcotráfico necesitan que se los enfrente de manera brutal. Se necesita toda
la fuerza del Estado para combatir el narcotráfico, el lavado de dinero y lo
que tiene que ver con la logística del delito", dijo Massa, exintendente
de la localidad bonaerense de Tigre, él mismo sindicado por la parlamentaria
opositora Elisa Carrió de tener conexiones con el narcotráfico y el lavado de
dinero proveniente de él.
Massa recordó el
asesoramiento del exdirector de la Policía colombiana, general Oscar Naranjo:
"Tuvimos una capacitación en su momento con él sobre logística de
prevención y seguridad (…) La violencia y el narcotráfico necesitan que se los
enfrente de manera brutal”.
El exdirector de
policía de Colombia, llegó a México a medidados dle 2012 de la mano del
entoncescandidato presidencial priísta Peña Nieto, como asesor externo en temas
de seguridad. Estuvo 18 meses, con la intención de desterrar el término
"guerra" del discurso en materia de seguridad, repetido una y otra
vez durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Es de recordar que
durante su mandato, Uribe prohibió hablar del “conflicto interno” de seis
décadas, para poder aplicar su política de exterminio y tierra arrasada. La
situación descontrolada en varios estados mexicanos (Michoacán y Guerrero
últimamente), habla del asesoramiento de Naranjo, quien fue frecuentemente
vinculado con los grupos paramilitares y las violaciones a los derechos
humanos.
Según el Centro
Nacional de Memoria Histórica de Colombia, en los últimos 55 años de “experiencia
exitosa” hubo 220 mil muertos, 25 mil desaparecidos, 1900 masacres y más de
cinco millones de desplazados.
Macri, jefe de gobierno
de la capital argentina, señaló tras la entrevista, que "Es importante
tomar esas experiencias y aprender de aquellos que le ganaron al
narcotráfico", en referencia a las políticas desarrolladas por Uribe, que
significaron un férrea (auto)censura de prensa para acallar miles de muertos,
desaparecidos y desplazamientos forzosos.
Quizá Massa y Macri no
estén enterados (la televisión pasatista no suele hablar de esas cosas, claro),
pero tres de los jefes de seguridad de su gobierno están siendo juzgados y uno
de ellos, un ex general, fue extraditado a Estados Unidos, por sus actividades
como narco con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia,
tristemente conocidas como fuerzas paramilitares.
El propio hermano de
Uribe, Santiago, ya fallecido, estaba acusado de formar parte de Los Doce
Apóstoles, un grupo paramilitar, y la que fue su pareja también está siendo juzgada
en Estados Unidos.
Invitado al XII
Congreso Internacional de la Federación Panamericana de Seguridad Privada,
presuntamente financiado por el paramilitarismo a lo largo del continente,
Uribe alentó a los gobiernos a "no tener ningún tipo de contemplación con
aquellos que producen y venden drogas" y habló sobre la necesidad en la
región de combinar inversión con desarrollo humano, políticas sociales y sobre
la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Paramilitares,
narcotraficantes, trasnacionales que se benefician con las políticas de tierra
arrasada, empresas y asesores de seguridad se regodean en Argentina con el
negocio que puede llegar de la mano de Massa o Macri. ¿Un modelo de
exportación?
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