La situación económica
venezolana o cubana no está exenta de dificultades, pero no se puede perder de
vista la diferencia entre el periodismo crítico e independiente y el papel
colonial de las agencias de noticias como BBC.
José Fortique / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela
El control mediático a nivel
internacional, es ejercido por conglomerados pro-occidentales que imponen una
versión del poder. En forma hegemónica es legitimado con agencias privadas o
estatales cuya diferencia es de formato, escondiendo las causas de los
principales conflictos en la escena internacional. Hacen énfasis del recurso
del reportaje, para contar medias verdades o lucir una objetividad bien
cuestionable sobre los países incómodos en la geopolítica imperial.
La británica BBC ha circulado
recién dos artículos sobre Cuba y Venezuela, marcados por la impronta de la
duda sobre los argumentos colocados al debate. No es novedosa la tesis del esclavismo
contra el gobierno cubano, sin tapujos colocan en tela de juicio la ética de
los servicios médicos prestados en África en la lucha contra el ébola. En un
doble juego, terminan reconociendo los indicadores de bienestar social
alcanzados por la Revolución Cubana, no obstante dejan sembrada la
incertidumbre sobre la veracidad de estos datos y la calidad profesional de los
médicos en misiones internacionales.
La BBC no se avoca a estudiar
otros temas como: las causas de la brecha creciente entre el sur y norte de
Europa, ni entrevista a los jóvenes afroamericanos marginados en EE.UU.;
brevemente visualizados por la crisis de Ferguson. ¿A quiénes
entrevistan?, en el caso cubano las fuentes son “disidentes” o rumores
convertidos en opinión de expertos; no se contraponen posiciones en el terreno
de acción. La primera respuesta de los países industrializados a la crisis del ébola
fue el bloqueo, generando mayor depresión económica en los países afectados; la
segunda respuesta es la experimentación de las corporaciones de la industria
farmacéutica con carta blanca a partir de la crisis.
Michael Foucault en el análisis
de historia de la locura en la época clásica, estudia el desarrollo de
la medicina moderna, caracterizada por una normatización del discurso médico
claramente entroncado con el poder. Esa ciencia articulada al capitalismo ha
convertido la medicina en una mercancía al servicio de las transnacionales del
sector, obligando a los Estados periféricos a pagar el precio de la exclusión
con patentes y comercio dependiente.
Lo de Cuba no fue producto de la
magia, demostrando que un problema clave es la inversión directa en la
prevención, otra clave es la formación de profesionales para ocupar la red
primaria de salud; en Cuba ser médico es sinónimo de servicio público,
contrario a la situación de países como EE.UU. ¿Esclavos de Fidel?,
mientras los cooperantes cubanos parten a misiones por todo el mundo, la guerra
mediática es atroz para desvirtuar el carácter solidario de esta faena. Los
cubanos han participado en África mucho antes de la crisis del ébola y, en sus
escuelas de medicina se ha formado un ejército de médicos proveniente de todas
partes del planeta a pesar del bloqueo estadounidense.
Esa misma BBC ha puesto también
en su mira a Venezuela, con un artículo chapucero sobre la emigración del país.
Con una falta de datos genuinos se atreven a presentar un escenario de
catástrofe con una cifra de casi 3 millones de venezolanos en trámites
de emigración, esto representaría técnicamente un estado de guerra parecido al
de Siria. El artículo agrega como causas del fenómeno de la migración
venezolana: la inseguridad o la escasez de medicamentos, en un reduccionismo
sobre un tema complejo abordado con seriedad por investigadores de trayectoria
no consultados por el periodista.
Se demuestra el negocio de las
medias verdades, al consultar sólo a encuestadoras de dudosa reputación en el
campo político o reproducir informes pseudo-académicos de algunas
universidades. No habla la cadena noticiosa sobre las causas de la emigración
de jóvenes europeos hacia Asia, África o América Latina expulsados por las
políticas de austeridad de la Unión Europea. ¿Espacios para la crítica?, la
situación económica venezolana o cubana no está exenta de dificultades, pero no
se puede perder de vista la diferencia entre el periodismo crítico e
independiente y el papel colonial de las agencias de noticias como BBC.
*El autor es
profesor universitario en la Cátedra de Geopolítica. / @jfortique
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