Tras la nueva ola de
encuestas, la derecha volvió a la carga, no con argumentos, tampoco con
comparaciones con sus gobiernos y sus políticas, sino con algunas acusaciones
viejas, otras nuevas, ninguna con fundamento, confirmando que ese el único
instrumento de la derecha para enfrentar a Lula.
Emir Sader / Página12
De repente los
especialistas en encuestas de Brasil se encontraron con una nueva categoría, un
nuevo factor que interfiere en las opciones de las personas. Están
acostumbrados a las categorías “rechazo”, “simpatía”, “apoyo”, etc, etc. Pero
de repente las personas pasan a definir sus opiniones en función de una nueva
categoría para los especialistas: “saudade do Lula”, echar de menos a Lula.
Factor que hace que los otros posibles candidatos a la presidencia del país
bajen sus índices de apoyo o, sobre todo, queden en un nivel insignificante, mientras
que Lula sea el único que crece y que llega a niveles que lo hacen favorito
para volver a ser presidente de Brasil, en todos los escenarios, incluidos la
primera y la segunda vuelta.
Pero, ¿qué significa
“saudade do Lula” en Brasil hoy? Un primer elemento viene de la publicación,
paralelamente a esas encuestas, de una evaluación realizada por un centro
económico tradicional, la Fundación Getulio Vargas, publicado en el periódico
económico Valor, donde se afirma que el período de Lula en la presidencia del
país fue el más importante de los últimos 30 anos en términos económicos.
Pero el tema no es sólo
económico. Si lo fuera, podría ser comparado con el período de la dictadura
militar. Sin embargo, en el caso de Lula, se trata de un período que logró
combinar desarrollo económico con distribución del ingreso, haciendo que el
país que fue el más desigual del continente más desigual del mundo, saliera,
por primera vez en su historia, del Mapa del Hambre.
Los especialistas
corrieron a hacer encuestas cualitativas, donde hacen preguntas directas a
grupos seleccionados de personas buscando aclarar de qué sienten “saudade”,
cuanto lo manifiestan respecto a Lula. Y por qué prefieren volver a los tiempos
del gobierno de Lula.
Los temas tienen origen
en la situación económica, pero sobre todo se proyectan hacia lo social, que es
lo que alimenta la memoria del legado de Lula. No preocuparse por conservar el
empleo, saber que los salarios seguirían subiendo por encima de la inflación,
saber que nadie quedará abandonado, siempre habrá una política social que los
contemple, que el sueño de la casa propia pasaba a ser una realidad. Que los
gobiernos conversaban con todas las organizaciones populares, que ponían en
marcha políticas que beneficiaban a todos, que los brasileños pasaban a estar
orgullosos de su país y que el prestigio de Brasil en el mundo nunca era tan
grande.
Antes la gente sentía
saudades de Lula en comparación con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso,
en los años noventa. Ahora, cuando la derecha actualiza su imagen frente a toda
la población, con el peor gobierno que el país haya conocido, con el presidente
de menor prestigio de la historia brasileña – que destruye todo lo que se
construyó en años anteriores–, la comparación es todavía más actual.
Entre los escenarios de
segunda vuelta, las encuestas ponen a Lula frente a Marina da Silva, a Geraldo
Alckmin, a Aécio Neves, pero también a Michel Temer. Lula derrotaría a todos,
pero en contra de este último es que el resultado es todavía mas apabullante.
De ahí que, tras la
nueva ola de encuestas, la derecha volvió a la carga, no con argumentos,
tampoco con comparaciones con sus gobiernos y sus políticas, sino con algunas
acusaciones viejas, otras nuevas, ninguna con fundamento, confirmando que ese
el único instrumento de la derecha para enfrentar a Lula. De quien la gente
siente saudade y quiere de vuelta como presidente de Brasil.
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