El asesinato
de Berta Cáceres, dirigente del COPINH
(Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), premio internacional Goldman, defensora de los ríos, del bosque y los
territorios indígenas es el acto criminal representativo de la violencia
extrema del sistema capitalista en Honduras. Ocurrió el 3 de marzo del año 2016
y el crimen continúa impune hasta el presente.
Juan Almendarez / Especial para Con Nuestra América
Desde Tegucigalpa, Honduras
Antecedentes
El 28 de
junio 2009 ocurrió el Golpe de Estado Militar de Honduras, patrocinado por
empresas multinacionales Mineras, Hidroeléctricas, la oligarquía local y la
geopolítica de la ocupación militar estadounidense.
El 24 de
agosto, 2009, el gobierno de facto aprueba la ley General de Aguas y deroga
todos los decretos sobre las áreas protegidas. Entre el 2010- 2013, se aprueba
el proyecto Hidroeléctrico Aguas Zarca que pretende generar 21.3 MW mediante
concesión del Río Gualcarque, río sagrado para la cultura lenca. Energía que no
es para los pueblos lencas sino para el negocio de las transnacionales.
Ante la
protesta mundial, doce días después del asesinato de Berta Cáceres, el 3 de
marzo 2016, los bancos: FMO de Holanda con 15 millones de dólares y el
FINNFUND (Banco Finlandés) con cinco millones de dólares de inversión
decidieron la suspensión temporal (no cancelación) del proyecto hidroeléctrico.
Honduras
es clasificada como uno de los países más pobres y explotados de America
Latina, con la tasa de homicidios por cada/100 mil habitantes más alta en el
mundo y la tasa de impunidad mayor del 90 por ciento. Mas del treinta por
ciento del territorio esta concesionado a empresas mineras, hidroeléctricas y
megaproyectos turísticos, agro combustibles, transgénicos y la explotación
de la biodiversidad del bosque.
La
política del Estado hegemonizada por la articulación de la geopolítica, el capital multinacional y la
oligarquía local ha puesto en venta, los
territorios de Honduras favoreciendo la degradación y destrucción ambiental lo
que se refleja en la pobreza, desigualdad social emigración de las
comunidades y en forma inhumana ha conducido a la creación de zonas especiales
de desarrollo para el crecimiento del capital.
La
seguridad de los proyectos depredadores está garantizada por la militarización
de la sociedad, las bases militares estadounidenses y un sistema de seguridad e
inteligencia que tiene la asesoría de policías latinoamericanas y
estadounidenses y la privatización de la seguridad. El sistema jurídico se
caracteriza por ser punitivo, inquisitivo, persecutorio y falto de
credibilidad.
¿Cuál es la realidad existente en Honduras?
Para
analizar los crímenes y violaciones de los derechos de las comunidades,
defensores y defensoras de los derechos humanos y ambientales es importante
partir del contexto histórico de Honduras y América Latina y sus relaciones de
Estados Unidos de América, primera potencia militar en el mundo y considerar
que los hechos recientes que se han incrementada a partir del Golpe de
Estado Militar.
¿Cuál
era el objetivo inmediato y estratégico de este Golpe Militar?
Primero:
Hacer retroceder el avance del proceso social de Honduras que lo acerca a una
lucha por la emancipación y soberanía de los pueblos de América Latina para
romper con los tratados desiguales de libre comercio y lograr el camino de la
auto determinación. Por consiguiente, este golpe se enmarco en una estrategia
geopolítica militar y en una defensa de los intereses del capital
transnacional.
Segundo:
No obstante, de que Honduras es un país ocupado por Estados Unidos desde la
década de los ochenta, con el Golpe de Estado se produce lo que hemos llamado
la guerra total contra el pueblo en resistencia y movilización.
Desde
hace 11 años a partir de 2000 a 2011 han muerto de forma violenta 46,450 compatriotas
y del 2014 a 2016 la mortalidad alcanzo la cifra aproximadamente 18,486.
Personas. (Diario Heraldo 7 de abril del 2014)
Para
garantizar este proceso violento de acumulación por desposesión se
militarizaron todas las instituciones del Estado se privatizo la Salud, la
Educación y Honduras se fue convirtiendo en un instrumento de la hegemonía
militar de Estados Unidos en América Latina cuya política es obstaculizar los
procesos de autodeterminaciones de los pueblos de Venezuela Bolivia, Ecuador
Cuba y Nicaragua.
Progresivamente
se fue construyendo un Estado Policial Militar bajo el pretexto de la lucha
contra el narcotráfico y la existencia de los grupos de jóvenes organizados
inicialmente en los Ángeles durante la post guerra Centro Americana. Estos
grupos han sido estigmatizados como Maras.
Es de destacar que el narcotráfico fue
fortalecido por la corrupción de la CIA en el proyecto de Irán contra Gate y
otros asuntos en el negocio de las armas En el marco de esta política
armamentista se desarrolló un fuerte aparato de Seguridad del Estado y una
política carcelaria punitiva y apareció otra figura criminal: los sicarios
Paradójicamente
a pesar de que el Estado hablara de democracia y de honestidad en sus
políticas, la corrupción fue un componente que produjo escándalos nacionales e
internacionales y ha contribuido a la política contra el narcotráfico y la
justificación del mercado de las armas. Estos han sido indicadores para que el
pueblo hondureño no tenga credibilidad en el sistema jurídico y en las
políticas de Seguridad y en Defensa de Honduras.
En
este marco de violencia Honduras se ha convertido en un experimento de guerra y
golpes de estado militar. El manual de tortura de la CIA en la guerra de Irak
fue antes utilizado en Honduras. A pesar de la gran pobreza y desigualdad el
Estado de Honduras continúa gastando en armas en la guerra contra su propio
pueblo. En el año 2016 gasto 4.800 millones en lempiras, que equivalen
aproximadamente 205 millones de dólares en equipamientos israelí incluidos
buques de guerra y patrullas. (Diario Heraldo 19 de Diciembre del 2016.)
Para
lograr mayor eficiencia y eficacia en la política del Estado Policial Militar,
se produjo la reorganización de la administración de la justicia del Estado,
fundamentado en la inteligencia y manejo de la información que tiene como fin
el control y vigilancia de las fuerzas opositoras y de los verdaderos
defensores y defensoras de los de los Derechos Humanos y del Ambiente, lo cual
contribuye a la impunidad y a generar trauma terror y tortura.
Estas situaciones señaladas anteriormente fueron legalizadas por un
sistema jurídico y por códigos penales que contribuyeron a crear condiciones
para que las llamadas cárceles de Máxima Seguridad; que se transformaran en
centros de máxima tortura y que los cuerpos militares y policiales fueran los
guardaespaldas de las empresas multinacionales. La seguridad se privatizo y
existen más de 80,000 hombres y mujeres en los aparatos de seguridad privada
que exceden el número de efectivos de los cuerpos militares y policiales. La
militarización de las instituciones llego a tal grado que se desarrolló un
proyecto llamado “Guardianes de la Patria” por medio del cual se encargara de
la educación de más de 75,000 niños y adolescentes para que el entrenamiento
militar prevenga la delincuencia (según algunos analistas este proyecto es un
indicador de una política fascista que existe en Honduras).
Las
hegemonías de las instituciones militares prácticamente están controladas por
el Comando Sur.El ejército perdió su autonomía. Sin embargo, el Comando Sur
expresa con cinismo que no hay bases Militares en Honduras y que su misión es
humanitaria, defensora de los derechos humanos y contribuye a la salud mediante
brigadas médicas militares.
El
sistema jurídico y la Corte Suprema de Justicia no tienen credibilidad en el
país porque sus fallos no están basados en el respeto a la ley y a los
principios éticos.
El Congreso Nacional de la Republica ha
desnaturalizado el espíritu de una democracia representativa. Las leyes
emitidas han favorecido a las empresas multinacionales sean estas mineras,
hidroeléctricas o agro combustibles. Los tratados comerciales que han aprobado
con los países dominantes han sido nocivos para el desarrollo del país. Todas
estas situaciones se marcan en un proceso progresivo de empobrecimiento,
explotación y enfermedad. Las epidemias en Honduras son la desigualdad social y
la corrupción.
En
síntesis, la violencia es extremadamente racista, patriarcal, contra los
derechos de la mujer y las comunidades
LGBT. El capital transnacional ha contribuido al cierre de las empresas
nacionales y al mayor sufrimiento de las comunidades. La corrupción en
Salud es el mejor testimonio porque se estima que aproximadamente se produjo un
desfalco de 7,000 millones de lempiras que equivalen a 295 millones dólares.
¿Es
posible una investigación ética y justa en el caso del asesinato de Berta
Cáceres y los dirigentes indígenas de COPINH, MILPHA, Margarita Murillo, el
dirigente Tolupan José de los Santos Sevilla, campesinos del Aguan y las
defensoras y los defensores de los derechos humanos y medio ambiente?
Al no
existir credibilidad en las instituciones de justicia, Ministerio Publico, en
los aparatos policiales, militares y en el Comisionado Nacional de los Derechos
Humanos se formulan las siguientes preguntas:
¿ Es
posible que se conozca la verdad de los
autores materiales e intelectuales sean
nacionales e internacionales que participaron en el crimen de Bertha
Cáceres, los miembros del COPINH, los dirigentes Lencas de MILPAH, dirigentes
Tolupanes, campesinos, abogados, periodistas, maestros y maestras de la
resistencia, estudiantes de secundaria y profesores Universitarios?
¿Qué
garantía ofrecen comisiones internacionales que podrían participar en las
investigaciones criminales cuando están vinculadas a los intereses del
Pentágono y de las Empresas transnacionales?
Violencia extrema, trauma, terror y tortura
Honduras
ha sido calificado por ser uno de los países más violentos del mundo , por su tasa
de homicidio por cien mil habitantes y por la impunidad de más de 90% sin
embargo no se señala que nuestro país es uno de los más golpeado por la
mundialización del capital que se manifiesta por la acumulación por desposesión
(David Harvey 2005 ) y por la subsunción
formal y subsunción real del proceso de trabajo inmediato o el capital
(Marx) lo cual ha sido ampliado por Jorge Veraza quien formula el concepto de subsunción del real del consumo
bajo el capital.
La acumulación por desposesión se refiere a la
utilización de proceso expansivos del capital en zonas indígenas y campesinas
que invaden territorios despojando a las comunidades y afectando profundamente
la totalidad de la vida mediante
proyectos mineros, hidroeléctricos, monocultivos agrocombustibles y turísticos.
Según este autor la subsunción o sometimiento capitalista de los seres humanos
ya no solo es económico político, ideológico, cultural y moral si no pasa hacer
fisiológica y psicológica pues dependemos principalmente del modo de vida y no
solo del modo de producción instaurado por el capital. Esto explica porque las
personas desarrollan dependencia por la adicción al tabaco ,alcohol y
otras drogas y de esta manera se redimensiona cualitativamente el sistema
político y se profundiza más el sometimiento psicosocial , creando condiciones
para fortalecer el racismo , sexismo y el fascismo que a nuestro juicio
favorece una nueva era del capitalismo, la economía criminal , el narcotráfico
los cuales enajenan y cosifican las relaciones humanas que se transforma en
mercancías y e inmovilizando los procesos de emancipación y transformación
Social. En Honduras, el asesinato y las violaciones a los derechos humanos son
mercancías.
Según Veraza (2008) la
subsunción real del consumo bajo el capital que no es lo mismo que la sociedad
del consumo explica porque el armamentismo y la estrategia militar,
así como la producción de valores de uso nocivos incluye el complejo militar
industrial, la lucha por el petróleo, el crecimiento del Estado y de su intervención
en la economía y en la vida social en tanto garante de las condiciones de
reproducción de capital”.
Retomando
las ideas de Etienne Balibar (2005) vamos a considerar que en Honduras existen
zonas de extrema violencia en las cuales se producen la mayor parte de los
asesinatos y detenciones policiales y militares, corresponden a áreas
paupérrimas, más reprimidas y abandonadas por las políticas del Estado en
materia de educación salud y vivienda. Otras zonas llamadas zonas libres, que
son zonas donde viven los sectores económicamente poderosos y donde no existe
aparentemente violencia; y una tercera zona que son las zonas especiales de
desarrollo “ciudades modelos “que son proyectos donde habrá un control casi
absoluto por las empresas transnacionales que tendrán su propio auto gobierno y
donde no habrán garantías sociales para los hondureños.
Las
zonas llamadas violentas son las que sufren mayor trauma tortura, terror y
masacres
Consideramos
que frente a esta escalada de la violencia se necesita la unidad de todas los organizaciones
defensoras de los derechos humanos y del ambiente, así como movimiento social y
de aquellos sectores de la empresa privada que tienen una postura más crítica y
más favorable a los derechos humanos sumado a esto el internacionalismo
solidario de los pueblos de Estados Unidos, Europa, África, Asia y América
Latina.
Honduras
es el experimento de guerra que anuncia proyectos similares que pueden
reproducirse en América Latina y en el mundo. Nuestro pueblo no es terrorista y
debemos luchar contra el estado policial militar para construir una sociedad
más justa y emancipada
Levantemos
nuestras voces contra el terrorismo del Estado Transnacional y la
criminalización de la protesta que están desarrollando el capitalismo depredador
y antihumano.
Tegucigalpa 28 de febrero del
2017.
Referencias
Jorge Veraza. Subsunción real del
consumo bajo el capital. Primera edición: 2008 México D.F
Ètienne Balibar. Violencias,
Identidades y Civilidad. Primera edición: septiembre de 2005, Barcelona.
David Harvey. El “nuevo”
Imperialismo: Acumulación por Desposesión. Primera edición: Buenos Aires
2005
2 comentarios:
Lo que ocurre en Honduras, ocurre también en Guatemala porque tanto los gobiernos como las oligarquísn y acá los diputados, los empresarios y los militares se unen con las transnacionales (Mineras e Hidroeléctricas), para invadir territorios comunales indígenas e imponer la extracción y contaminación de la tierra el agua y provocar enfermedades en la poblaciones.
Los gobiernos son sobornados porque no se atreven a cumplir con las leyes y convenios internacionales. La vida de las poblaciones rurales no vale nada para ellos, su racismo se hace evidente y escandaloso.
Lo que ocurre en Honduras, ocurre también en Guatemala porque tanto los gobiernos como las oligarquísn y acá los diputados, los empresarios y los militares se unen con las transnacionales (Mineras e Hidroeléctricas), para invadir territorios comunales indígenas e imponer la extracción y contaminación de la tierra el agua y provocar enfermedades en la poblaciones.
Los gobiernos son sobornados porque no se atreven a cumplir con las leyes y convenios internacionales. La vida de las poblaciones rurales no vale nada para ellos, su racismo se hace evidente y escandaloso.
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