México
atraviesa una de sus más profundas crisis, vivimos tiempos coyunturales,
revistas como Dialéctica son necesarias para el replanteamiento de nuestro
rumbo como país y para la búsqueda de soluciones a los graves problemas que
enfrentamos. Pero desde hace dos años las autoridades de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla han suspendido el subsidio para su publicación,
sin explicación alguna.
Cristóbal León Campos / Especial
para Con Nuestra América
Desde
Mérida, Yucatán. México.
Uno
de los principales referentes del pensamiento crítico en México en las últimas
décadas, ha sido la revista Dialéctica,
fundada en 1976 por Roberto Hernández Oramas y Gabriel Vargas Lozano en la
Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla, y que hoy
cuenta con más de cuarenta años de tradición, teniendo entre sus colaboradores
a muchos de los más reconocidos intelectuales latinoamericanos y universales,
como son: Adolfo Sánchez Vázquez, Pablo González Casanova, Luis Villoro, Pierre
Vilar, Adam Schaff, Manuel Sacristán, Wenceslao Roces, Néstor García Canclini,
Raúl Páramo Ortega, Perry Anderson, Umberto Cerroni, Biagio de Giovani,
Giusseppe Bacca, Frigga Haug, Enrique Semo, Jacques Bidet, Wolfgang Fritz Haug,
María Rosa Palazón, Gerard Pierre Charles, René Zavaleta, Sergio Bagú, Raúl
Páramo, Carlos Pereyra, Enrique González Rojo, Enrique Dussel, entre otros.
La
revista surgió para dar lugar a la expresión de necesidades filosóficas,
contribuir a la difusión de análisis y reflexiones académicas que permitan
establecer discusiones fecundas en servicio del mejoramiento e incremento del
pensamiento universitario y social, y, a la vez, como espacio crítico de las
realidades que vivimos, bajo la premisa de que “la ciencia social ha encontrado
en el pensamiento de Marx y Engels, su raíz más significativa y su veta más
rica”. Dialéctica es una de las más
importantes publicaciones críticas del mundo, que en sus páginas, ha impulsado
un marxismo abierto, autocrítico y siempre en constante renovación, alejada de
los esquemas ortodoxos y elitistas, además, los contenidos publicados a lo
largo de estos años, dan muestra de su apertura a la discusión con otras
corrientes teóricas y filosóficas de manera plural como se estableciera en su
primer editorial.
Las
disputas políticas al interior de la hoy Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla (BUAP), marcaron el camino de resistencia que ha vivido Dialéctica, pues por una parte, la
ofensiva conservadora de la ultra-derecha que desdeña cualquier ejercicio
crítico, y por tanto busca exterminarlo, y por otra parte, el espíritu abierto
en la interpretación del marxismo, le permitió a la revista sobrevivir al
derrumbe del bloque socialista, no sin tener que hacer frente a la retirada de
muchos intelectuales que claudicaron apoyando la tesis del “fin de las utopías
y el fracaso de Marx” y el agresivo avance de las políticas neoliberales en
México. La revista es impulsora de nuevas miradas al marxismo, a la filosofía
puesta al servicio de la humanidad y del enriquecimiento de las tradiciones
analíticas en nuestro país. Como referente a su calidad baste recordar que
sobre ella se dedica un artículo escrito por Jacques Bidet
en su Dictionnaire Marx Contemporain publicado
en París en 2001.
El
pensamiento crítico en los últimos años, ha enfrentado un nuevo oleaje de
agresiones, que van desde la eliminación de materias impulsoras de la reflexión
en la educación básica, media-superior y superior, la propagación de la
ideología capitalista por todos los medios al servicio de la derecha, desatando
campañas abiertas contra todo lo que pudiera entenderse como impulsor de
cambio, hasta el recorte presupuestal para la investigación y publicación de
las ciencias sociales y humanas, el desdén que sobre el pensamiento se realiza
amenaza el futuro de nuestra sociedad, apartándonos del conocimiento y de la
necesaria continua valoración del porvenir.
México
atraviesa una de sus más profundas crisis, vivimos tiempos coyunturales,
revistas como Dialéctica son
necesarias para el replanteamiento de nuestro rumbo como país y para la
búsqueda de soluciones a los graves problemas que enfrentamos. Pero desde hace
dos años las autoridades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla han
suspendido el subsidio para su publicación, sin explicación alguna, a pesar de
las contantes solicitudes de apoyo y aclaración a tales medidas realizadas por
los directores Gabriel Vargas Lozano y Roberto Hernández Oramas. En un
comunicado reciente firmado por los directores de Dialéctica mencionan que “Nos parece extraño que las autoridades
hubieran decidido acabar con una revista de pensamiento crítico y no hayan
ofrecido explicación alguna. Permanecen inéditas importantes colaboraciones en
dos o tres números ya preparados”.
La
suspensión de recursos es una agresión más al pensamiento crítico y al marxismo
en particular, la revista Dialéctica
debe continuar publicándose para el bien de la filosofía y para la continuación
del análisis impulsor de mejoras sociales y humanas. Esperamos una pronta
rectificación por parte de las autoridades de la BUAP. La comunidad intelectual
nacional e internacional debe alzar la voz para exigir cese esta nueva afrenta
al pensamiento crítico.
Reciban
todos quienes integran la revista Dialéctica
desde esta humilde trinchera nuestra total e incondicional solidaridad.
*Integrante del Colectivo Disyuntivas
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