El cierre del Congreso de la República en el Perú, lejos
de ser una medida de ajuste ético y moral, consideramos que es una medida
tomada acorde a los desquiciados intereses del sistema financiero internacional
e intereses geoestratégicos de Washington.
José Toledo
Alcalde / Para Con Nuestra América
Lo dijimos hace un par de días:[1]
“¿Quién gana en esta suerte de tesis de golpe
suave entre derechas peruanas?
El interés de los grupos de factos, los que controlan medios de producción, comercialización
e información, es cuanto lucro se meten al bolsillo del gobierno de turno. ¡Más
nada!
Por experiencia, no ponemos las manos al fuego por individuos
que pretendan o asuman el poder de estado por que pareciera ser que una vez
llegados al poder son transformadas sus muy sanas intenciones en patológicas e
insanas pulsaciones egocéntricas y de eso tenemos más de un ejemplo venido o
por venir.
Sobre lo sucedido en el Perú, hecho desplazado de forma
“mágica” por los eventos en el Ecuador, primero, dejamos claro que celebramos,
con embriaguez existencial, el cierre del congreso. Deshonrada esfera política
atiborrada de circenses personajes. Secuestrado poder del estado sofocado de
deleznables personajes, salvo honrosas excepciones existentes en cualquiera de
las bancadas que estuvieron representadas en el ex congreso de la República.
Está claro que a Washington, CONFIEP y aliados (como
Vizcarra, Luque, Piñera, Macri, Bolsonaro ó Lenin, etc) les interesa el lucro
que pueden obtener del petróleo, agua, gas y minerales. La defensa de la
“democracia” es el sempiterno e ingenuo cuento defendido a como de lugar.
El cierre del Congreso de la República en el Perú, lejos
de ser una medida de ajuste ético y moral, consideramos que es una medida
tomada acorde a los desquiciados intereses del sistema financiero internacional
e intereses geoestratégicos de Washington.
Lo dijimos: “El nuevo Consejo de Ministros en el Perú fue
convocado entre gallos y medianoche
. Dos ministerios claves que garantizan la continuidad del plan económico
extractivista y económico-finaciero dependiente: Economía y Finanzas y Energía
y Minas. La flamante Ministra de Economía y Finanzas (MEF) , bachiller en
economía, María Antonieta Alva Luperdi, hija del profesor universitario de
Martín Vizcarra, tiene más de un mérito, como el haber sido Directora General
de la Dirección General del Presupuesto Público. El dato adicional al mérito profesional es ser hermana de Jorge Luis
Alva Luperdi, Senior Counsel, abogado del Banco Mundial”.[2]
“La cartera de Energía y Minas (MEM) recae en el
ingeniero mecánico Juan Carlos Liu Yonsen. Podriamos mencionar más de un mérito
para ocupar el cargo, licenciado en Ingeniería Mecánica Electricista, profesor
de Contabilidad, Finanzas y Economía así como asesor en el Minem 2010, 2012 y
2014 así como su participación en el Organismos Supervisor de la Invesión en
Energía y Minas (OSINERGMIN), al Ministerio de Economía y Finanzas. El dato adicional al mérito profesional son sus
servicios prestados a la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Banco
Mundial”.
Para la matrix del statu
quo no interesa si grupos LGTBI, progresistas, colectivos, movimientos sociales
o activistas estén convencidos que los “cambios” sucedan como resultado de su
accionar “revolucionario” ó que vislumbren al final del túnel el ansiado
Socialismo del siglo XXI. Para Washington, y en el Perú USAID como su embajada,
cuenta el pragmatismo de los números y estos provenientes de la minería como en
el siglo XV, nada nuevo sobre colonialismo!.
Lo dijimos, mientras los medios de manipulación distraen al Perú discutiendo sobre si el
cierre de estado es o no jurídicamente legal, si el extinto Congreso puede o no
repostularse a las próximas elecciones parlamentarias, en el Perú a sido
elegido nuevo Consejo de Ministros y estos tienen como obligación – sin lugar a
dudas o murmuración - proteger que el programa económico neoliberal se mantenga
intacto.
El extinto Congreso – neoliberal - perdió el derrotero
pro hegemónico. La emoción primó sobre el pragmatismo. Los aprofujimoristas
fueron colocados para defender intereses de la CONFIEP y Washington y perdieron
su razón asalariada de ser. El statu quo
legislativo se centró en la misión redentora a favor de Keiko, Alberto Fujimori
y secuaces; debilidad devocional propia de seudos democracias.
A los grupos de poder no les interesa si Alberto ó Keiko son liberados ó Becerril, Luz Salgado ó Mulder sigan o no
disfrutando de sus adrenalíticos y excitantes curules ó si Alan García se metió
un tiro o fue todo una farsa. Lo que les interesa es extraer la mayor cantidad
de lucro provenientes de minerales pagando miserias en impuestos, ser
beneficiados con licitaciones fraudulentas y gozar de exoneraciones de
impuestos. Sucede en Argentina , Brasil, Ecuador, Chile, Colombia, Perú…etc.
Dejemos que la misma flamante ministra diga a quien
sirve: “Estamos analizando cada una de las exoneraciones
tributarias que vencen (a fin de año). Lo que si hemos confirmado es que, de
alguna manera, (existen) informes legales que sustentan que se pueden usar
decretos de urgencia para ampliar estas exoneraciones […] Todavía estamos definiendo la posición
técnica sobre la ampliación”. [3]
En la misma linea, la ministra, dejó claro que su
compromiso, para lo cual fue elegida horas después del cierre del Congreso, es
con el sistema financiero internacional (FMI-BM): "Como
se sabe el presupuesto público está completamente casado con el cumplimiento de
las reglas fiscales, que es uno de los componentes de la estabilidad
macroeconómica. He trabajado los últimos dos años en la Dirección de
Presupuesto Público, y por ahí se puede demostrar que tengo un compromiso con
mantener los fundamentos económicos que han llevado al país adonde estamos.
Cuando se nos ha ratificado el rating,
la reducción del riesgo país o la estabilidad del tipo de cambio han
demostrado que somos una economía sólida”[4].
Tal cual en Ecuador, Argentina, Chile, Colombia ó
Brasil, la orden para el Perú – como buen anfitrión del invisible e inservible Grupo Lima - es cumplir con las
obligaciones financieras, emitidas por el FMI, BM y Washington, sea cual fueree
el costo: Recortes sociales, incrementos tributarios para los sectores
excluídos , beneficios para las corporaciones y eliminación sistemática de
derechos – no productivos – como sociales, culturales y ambientales.
Lo dijimos, sin desmerecer los esfuerzos de la
población organizada para desarraigar la corrupción institucionaliza, la
ultraderecha recalcitrante, inmoral y achorada, capitalizará la insastifacción
popular, haciendo creer que escucha y obedece la voz del pueblo, moviendo sus
fichas de tal manera que las corporaciones mineras y energéticas, en general, perpetuen
– hasta que sea posible – los beneficios firmados hoy dia a espaldas del pueblo
peruano por el Ejecutivo, Ministerio de Economía de Finanzas y Energía y Minas
en el Perú, mientras nos distraen viendo la toma y selfies realizados en la Asamblea Constituyente en el Ecuador.
El derecho internacional humano, ambiental y de los
pueblos es violado sistemáticamente. El sistema financiero internacional viola
la autonomía y no inejerencia de los pueblos so pretexto de contribuir con el
desarrollo y esto en un antiguo y estruendoso cantar. El FMI, BM y demás
aliados debería comparecer en los tribunales de justicia internacional por
quebrantar criminalmente lo estipulado en la Carta de las Naciones Unidas y
cuanto manifiesto de los derechos humanos exista.
La
sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras
constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a
la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la
cooperación mundiales.[5]
Finalmente, hacemos eco de lo sostenido por Nicolás Lynch
: El cierre [del Congreso del Perú] sin
embargo, no es un hecho revolucionario, ha sido realizado por un Ejecutivo que
pretende reformas, en el marco de este régimen político, es decir que no supera
los límites del poder constituido por la constitución imperante. Por lo tanto,
hay necesidad de aprovechar la oportunidad, que es una solución parcial, para
plantear una solución de fondo, que no es otra que la solución constituyente
[…]Las elecciones legislativas de enero próximo no pueden tener entonces otro
objetivo que no sea el de convertir ese congreso en Asamblea Constituyente,
para que los peruanos seamos capaces de revertir la declaración de guerra
contra el pueblo que fue la constitución de 1993, por un acuerdo de paz, que se
plasme en una Nueva Constitución.[6]
¡El pueblo tiene la palabra…!
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