Kissinger debe tener
influencia sobre la política exterior de Trump hacia América latina. Desde su
toma de posesión en enero de 2017, Trump sólo ha mostrado desprecio hacia la
región. Siguiendo los pasos de Kissinger ha atacado a Cuba, Venezuela,
Nicaragua y Bolivia.
Marco A. Gandásegui, h. / Para Con
Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
A Donald Trump se le ve
como el gran disruptor del orden establecido en el siglo XXI, creando caos en
el mundo entero. Hay fuertes indicios que otro gran ‘disruptor’, del siglo XX -Henry Kissinger– está asesorando al presidente de EEUU. Trump no tiene muy
claro qué representa Kissinger, pero coincide en puntos estratégicos como
Rusia, Medio Oriente y América Latina. Kissinger tampoco tiene muy claro quién
es Trump. El ocupante de la Casa Blanca es más un provocador que un estratega.
Por algo el Congreso lo está investigando para ver si lo enjuicia e intenta
separarlo de su alta magistratura.
Según algunos
analistas, Kissinger aún añora ser una pieza en la configuración de las fuerzas
que se enfrentan en el plano mundial. Fue el hombre que dividió el eje
chino-soviético durante la Guerra Fría. Ahora pretende crear un nuevo orden en
un entorno que cambia rápidamente, comenzando con un Tratado de Paz entre EEUU
y Corea del Norte. El mundo actual está lleno de contradicciones. China está
creciendo rápidamente y quiere alcanzar a EEUU. Mientras tanto, Rusia más débil
y cautelosa, atraída por la perspectiva de frenar las iniciativas de EEUU, se
ha alineado estratégicamente (por ahora) con Pekín. Apretada entre estos
dos polos, Europa se encuentra demasiado dividida para desempeñar un papel
mediador significativo.
El analista Reva Goujan
identifica como tema central en el pensamiento de Kissinger la noción de
desequilibro. Kisinger ve el mundo en un estado de desequilibrio
creciente con China y EEUU, cada uno con su propia pretensión de
‘excepcionalidad’ histórica, compitiendo en el centro de gravedad del sistema
internacional. Después de ser el centro de su propio mundo durante siglos,
China fue empujada a un orden dirigido por Occidente, aunque no tomó parte en
la redacción de las reglas del sistema. “Con el tiempo, como advierte
Kissinger, China esperará revisar las reglas del orden contemporáneo para
adaptarse mejor a sus necesidades. El impulso global de China está en curso de
colisión con EEUU, a menos que éste pueda encontrar una manera de coexistir y
equilibrarse contra una China en ascenso.
Kissinger fue quien le
sugirió a Trump que EEUU debería trabajar con Rusia para contener a una China
en ascenso. La fama de Kissinger radica en el diseño (en la década de 1970) de
la táctica de establecer relaciones diplomáticas con China para aislar a la
Unión Soviética. Ahora recomienda una alianza con Rusia para aislar a China. La
idea se ha visto complicada por la deferencia de Trump hacia el presidente
Putin y la oposición del ‘establishment’. Kissinger ha sostenido reuniones con
Trump en varias ocasiones. También con los miembros de su círculo más íntimo.
Según la analista Bethany Allen, es un reflejo de cómo han cambiado
dramáticamente las relaciones geopolíticas en el último medio siglo. Allen
señala también que “Kissinger tiene una línea directa con el presidente chino
Xi Jinping. Además, se ha reunido con Putin 17 veces a lo largo de los
años.
Kissinger ha abogado
repetidamente por una mejor relación de trabajo entre Washington y
Moscú. Sobre la cumbre en Helsinki entre Trump y Putin, dijo que “era una
reunión que debía tener lugar”. Un ex funcionario del gobierno de Trump se refirió
a la postura del ocupante de la Casa Blanca hacia Putin durante la cumbre de
Helsinki como “el revés de la jugada de Nixon en China”. La misma fuente dijo
que “Rusia y China se están juntando, lo que representa una combinación letal”.
Kissinger debe tener
influencia sobre la política exterior de Trump hacia América latina. Desde su
toma de posesión en enero de 2017, Trump sólo ha mostrado desprecio hacia la
región. Siguiendo los pasos de Kissinger ha atacado a Cuba, Venezuela,
Nicaragua y Bolivia. Kissinger fue quien orquestó el golpe militar de Pinochet
contra el gobierno democrático de Salvador Allende. En 1970 Kissinger dijo que
“no había que esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la
irresponsabilidad de su propio pueblo...” Kissinger le aseguro al entonces jefe
de la CIA que Washington “no dejara que Chile se eche a perder”.
Sobre Argentina, le
instó a los militares a liquidar la oposición y poner fin a la “guerra sucia”.
En 1976 le dijo al gobierno argentino que “deseaba que (los militares) tengan
éxito, cuanto antes mejor”. Ese mismo año también amenazó con atacar a Cuba.
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