El sistema
político Venezolano atraviesa su peor crisis desde la renovación del contrato
social, logrado con el proceso constituyente, plasmado en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, profundizado en las transformaciones
políticas y sociales alcanzadas por la Revolución Bolivariana en estos 20 años.
Exeario Sosa Ocanto* / Especial para Con Nuestra
América
Las tensiones
sociales, económicas y políticas dirigidas al sistema político han venido
mermando su capacidad de responder a las demandas de la sociedad. Dichas
tensiones han sido causadas por una oposición cada vez más antidemocrática, que
ha tomado la vía de la violencia y el saboteo continuado al aparato productivo,
empresas de servicios públicos y a la propia familia venezolana. Acciones
apoyadas por el bloqueo financiero de Estados Unidos y sus aliados, que no
cesan en su empeño de derrocar al legítimo presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro Moros.
Es justo
mencionar, que a lo interno del gobierno también hay fallas en procesos de
ejecución, burocratismo y mal manejo de recursos. Esto ha sido reconocido por
el propio Presidente Maduro, quien ha llamado al pueblo venezolano a una
Jornada de Consulta y Diálogo Nacional, asumiendo la crítica y autocrítica como
elementos claves para corregir errores, avanzando en una ofensiva que
fortalezca la revolución bolivariana.
Para superar
la crisis del Sistema Político, es necesario afianzar tres elementos que en
otras fases históricas del proceso venezolano fueron puestos a prueba. Nos
referimos a la capacidad de Adaptación
(procesar tensiones internas y externas para que no se vuelvan destructivas),
Resistencia (elección de cursos de acción que sean menos perjudiciales al
ambiente del sistema político) y Transformación (cambiar procesos metabólicos,
impulsar mecanismos de generación de apoyos, entre otros).
Finalmente,
es preciso fortalecer el ambiente del sistema político. Para ello, se requiere
contar con espacios de participación de los ciudadanos y ciudadanas en el
proceso de agregación de demandas e intereses a la agenda pública.
Fortaleciendo el tejido social (movimientos sociales, consejos comunales,
comunas, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, ciberactivistas,
sectores religiosos, entre otros) y al Gran Polo Patriótico (coalición de
partidos políticos), acompañado de un proceso de formación de cuadros políticos
y sociales, avanzando hacia una nueva tecno estructura abierta, que avance en la
superación de la crisis del sistema político venezolano.
*Politólogo. Obispo de la Unión
Evangélica Pentecostal Venezolana
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