En
China ya hay millones de millonarios, tienen un amplio campo para acumular.
Pero no son ellos los que mandan porque como dijo Lenin, en una revolución la
cuestión fundamental es el poder. Mientras esto siga así, el sentido del
destino chino seguirá siendo socialista.
Carlos
Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde
Puebla, México
Alguna
vez V.I. Lenin escribió que la cuestión fundamental de una revolución era la
cuestión del poder. Este planteamiento fue una de las diferencias de los
bolcheviques con los mencheviques. A diferencia de éstos, los primeros creían
que una revolución que impulsara el capitalismo no la debía dirigir la
burguesía sino la clase obrera y el campesinado. Este es el espíritu del primer
párrafo del Artículo 1de la Constitución de la República Popular China: “La
República Popular China es un Estado socialista de dictadura democrática
popular, dirigido por la clase obrera y basada en la alianza obrero-campesina”.
En China no hay democracia liberal y representativa, pero es simplificación
decir que por ello el país está gobernado por una dictadura.
Los
cinco niveles del gobierno chino son el nacional, el provincial, el municipal,
el distrital y el cantonal. Cada uno de los primeros cuatro niveles de gobierno
están regidos por asambleas populares, la primera de ellas la Asamblea Nacional
Popular que cuenta con casi 3 mil diputados. En total en China existen 2.7
millones de diputados para esos cuatro niveles de gobierno que cuentan también
con una instancia ejecutiva. El Partido Comunista Chino se organiza en los
distintos niveles de gobierno empezando por el Politburó (21 integrantes), el
Comité Central (300 miembros) hasta llegar al comité de aldea o comité vecinal
o de centro de trabajo según se trate de lugar de residencia o ámbito laboral.
El partido cuenta en este momento con casi 90 millones de militantes los cuales
son seleccionados después de un año de candidatura y un año de prueba. La
instancia básica del partido es el Comité que puede dividirse en células. Se
necesitan al menos tres militantes para constituir una célula. Curioso resulta
que las empresas transnacionales o nacionales gustan tener comités de partido porque ello les
garantiza tener un núcleo de militantes que garantiza moral de trabajo,
disciplina laboral, vigilancia contra la corrupción.
En
China existen ocho partidos además del comunista. El ámbito de acción de los
mismos es la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino. La CCPPCh es fundamental en la aprobación de
las políticas públicas. De esta manera los partidos no comunistas tienen un
ámbito muy importante y por ello buscan tener entre sus filas a científicos,
profesionales y especialistas. Desde hace un tiempo las elecciones para elegir
las autoridades vecinales, de aldea y cantonales son elecciones directas,
libres y secretas. Este complejo sistema expuesto brevísimamente es lo que se
llama “la democracia con características chinas”. La hegemonía comunista en el
mismo es esencial porque de esa manera se garantiza que la acumulación
capitalista siga siendo vista como un medio y no como un fin. Elemento esencial
de esto es la tajante separación entre el poder político y el poder económico.
En China ya hay millones de millonarios, tienen un amplio campo para acumular.
Pero no son ellos los que mandan porque como dijo Lenin, en una revolución la
cuestión fundamental es el poder. Mientras esto siga así, el sentido del
destino chino seguirá siendo socialista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario