Waqib’ Kej propone la fundación de un Estado
Plurinacional, el cual entiende como una organización política donde todos los
pueblos o naciones, en su calidad de sujetos colectivos, estén plenamente
representados. Un Estado orientado a construir un nuevo poder, profundamente
democrático y garante del bien común.
Mario Sosa / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
A partir de qué ideas repensamos el Estado,
siendo una necesidad su transformación. Un aporte en esa búsqueda lo
encontramos en el texto Demandas y Propuestas Políticas de los Pueblos
Indígenas de Iximulew, presentado inicialmente en noviembre de 2015 por la
Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej (Waqib’ Kej), el cual fue
reeditado y puesto a disposición pública en el Diálogo Público "Estado y
Pueblos Indígenas” realizado el 9 de agosto del año en curso.[1] En el mismo se
recoge el planteamiento sistematizado procedente de consultas territoriales a
organizaciones y representaciones comunitarias y de pueblos indígenas,
principalmente.
Desde su voz como una de las
representaciones organizadas de pueblos indígenas en Guatemala, Waqib’ Kej
presenta una mirada crítica sobre el Estado guatemalteco, el cual concibe como
una construcción que históricamente ha sido instrumento de la clase social
dominante y de cuyo control esta, en conjunto con el capital transnacional
y las mafias, se han beneficiado. Agrega que los distintos gobiernos han
sido simplemente administradores y gestores de dichos intereses minoritarios.
El Estado -concluye Waquib’ Kej- está anclado en formas coloniales, por lo
que está agotado históricamente.
A partir de ahí, Waqib’ Kej afirma que con
el Estado-nación, dicha clase social ha tratado –en vano– de imponer un
proyecto de sociedad homogénea, ha formulado leyes, creado instituciones y
aplicado políticas que reproducen su exclusión e impiden su representación como
pueblos en los organismos del Estado, el ejercicio de sus derechos colectivos a
la libre determinación, al autogobierno, al territorio, al desarrollo pleno de
sus sistemas jurídicos, de salud y productivos, a vivir plenamente su
identidad y cosmovisión, etc. Más allá, confirma que el Estado no
garantiza el bien común.
Por ello Waqib’ Kej propone la fundación de
un Estado Plurinacional, el cual entiende como una organización política donde
todos los pueblos o naciones, en su calidad de sujetos colectivos, estén
plenamente representados. Un Estado orientado a construir un nuevo poder,
profundamente democrático y garante del bien común, donde tengan cabida todos
los sujetos que padecen despojo, explotación y opresión –como la clase
trabajadora y las mujeres- y donde se construyan nuevas relaciones entre los
seres humanos, los pueblos, sectores y grupos sociales, entre la sociedad y la
madre tierra.
La unidad de dicho Estado estaría en el
reconocimiento de la diversidad, no solamente en términos culturales, sino
también políticos, económicos y sociales. Es decir, sería un nuevo pacto
social basado en una comunidad de pueblos o naciones, quienes habrán de
compartir los beneficios de construir un Estado compartido, basado en el Buen
Vivir, con normas y políticas que garanticen los derechos comunes y los
derechos específicos y colectivos de los pueblos indígenas. Esta será, concluye
Waqib’ Kej, la base de una cohesión histórica de nuevo tipo.
Esto implicaría gestar un gobierno
plurinacional y gobiernos territoriales autónomos como base para el ejercicio
del derecho a la libre determinación -que no significa autodeterminación como
nuevo Estado- y para construir la unidad nacional. Esto implicaría el
reconocimiento de facultades políticas y territoriales ejercidas por las formas
de organización, autoridad, participación, consulta y decisión de los pueblos
indígenas, con relación a asuntos económicos, políticos, culturales, sociales y
jurídicos que les competen.
En la perspectiva de Waqib’ Kej, el nuevo
Estado sería posible por la integración de una asamblea nacional
constituyente que apruebe una nueva constitución política, que
defina una nueva institucionalidad, modifique la territorialidad
político-administrativa, cuya legalidad se base en el pluralismo jurídico y en
políticas públicas de nuevo tipo, correspondientes a los fines que establezca
la misma.
Con esta recuperación no se pretende agotar
la riqueza de la propuesta, ni mucho menos reducirla o castrarla. Se persigue
que los lectores puedan acceder a la misma y generar las dinámicas necesarias
para su estudio. Esto permitirá recuperar de ella todo aquello que nos aporta
para repensarnos como sociedad y como Estado.
En este misma dirección también habrá que
recuperar las propuestas de refundación del Estado que han publicado otras
organizaciones como el Consejo del Pueblo Maya (CPO)[2], el Comité de
Desarrollo Campesino (Codeca)[3] y planteamientos relacionados que hacen parte
de plataformas de lucha social como la Asamblea Social y Popular y la Alianza
Política Sector de Mujeres.
NOTAS:
[1] Coordinación y Convergencia Nacional
Maya Waqib’ Kej. Demandas y propuestas políticas de los pueblos de Iximulew.
Caminando hacia un proyecto político para la reconstitución del Buen Vivir y
la fundación de un Estado Plurinacional. (Guatemala: Waqib’ Kej, agosto
2016)
[2] Consejo del Pueblo Maya. Proyecto
político. Un Estado para Guatemala: democracia plurinacional y gobiernos
autónomos de los pueblos indígenas. (Guatemala: CPO, diciembre 2014).
[3] Comité de Desarrollo Campesino. Guatemala.
Vamos para un proceso de asamblea constituyente popular y plurinacional.
(Guatemala: CODECA, marzo 2016)
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