Se inicia este 1 de
enero de 2018 recordando el triunfo de la Revolución Cubana, que en 1959
instaló el proceso de mayor significación histórica para América Latina, desde
mediados del siglo XX. Acompaña a esa conmemoración el futuro cambio de
gobierno, debido a la anunciada separación de Raúl Castro, lo cual genera
enorme expectativa en la región.
Juan J. Paz y Miño Cepeda*
Desde Ecuador
Además, en este año
habrá elecciones presidenciales en Brasil, Colombia, Costa Rica, México,
Paraguay y Venezuela. Lo que suceda en Brasil y en Venezuela será crucial para
la región, pues un eventual triunfo de Inacio Lula aseguraría un nuevo momento
del progresismo de izquierda latinoamericano, en tanto que en Venezuela se
pondrá a prueba la vitalidad lograda hasta hoy por la Revolución Bolivariana.
En estos países, además
de las complejidades políticas internas, se evidencia la geopolítica del
imperialismo, interesado en revertir y terminar con todos los procesos
progresistas que caracterizaron a Latinoamérica desde inicios del nuevo milenio
y que, sin embargo, hoy están seriamente detenidos.
Pero es un año crucial
por dos acontecimientos: uno, el bicentenario del nacimiento de Karl Marx
(1818-1883) cuya teoría ha servido para fundamentar la crítica al capitalismo,
así como para comprender los ejes de la lucha de clases. Es la oportunidad para
repensar a esa teoría en sus proyecciones y aplicación al mundo actual.
Otro suceso es la
reforma universitaria de Córdoba, Argentina (1918), nacida de un pujante
movimiento estudiantil, cuyo centenario igualmente sirve de oportunidad para
reflexionar sobre el camino de las universidades latinoamericanas, el impacto
social de la academia y la forma en que los neoliberales criterios de “medición
de calidad” proyectan golpes serios a la docencia y la investigación científica
en distintos países, como ocurre en Ecuador.
Finalmente, el 4 de
febrero Ecuador tendrá una consulta popular, que será determinante para el
curso que tome el gobierno de Lenin Moreno, una vez que ya está definida la
ruptura con la Revolución Ciudadana de la pasada década.
*Nota del autor:
MI SALIDA
DE EL TELÉGRAFO
El viernes 29 de
diciembre de 2017, mediante documento enviado a mi correo electrónico y
suscrito por Andrés Michelena Ayala, Gerente General de los medios públicos y
por Fernando Larenas, Director Editorial, se me comunicó que a partir del 1 de
enero de 2018 sería “renovado” mi “trabajo editorial” en diario El Telégrafo,
“con otras plumas”… (ver la carta AQUÍ)
Cuando hice pública esa
decisión, se produjo una inédita y galopante reacción ciudadana, que no solo
expresó una amplia solidaridad conmigo, sino que criticó y rechazó la medida, a
través de las redes sociales, por distintos medios y también en forma directa.
Agradezco a cada una de
las personas que ha manifestado ese respaldo a mi desempeño como historiador y
editorialista.
Continúo en mis
actividades privadas y dedicado a la cátedra. De modo que, en adelante, les
invito a seguir mis nuevos artículos (así como otros textos, libros e
investigaciones) en la página web Historia y Presente, cuya dirección
es: www.historiaypresente.com
Al mismo tiempo incluyo, a continuación, el último artículo que envié el
viernes pasado, horas antes de recibir la nota de los directivos de El
Telégrafo, y que, sin embargo, ha sido publicado hoy, 2 de enero.
Un sincero saludo por el
Nuevo Año, en el que seguiremos con el mismo ímpetu por dar otras luces sobre
la realidad ecuatoriana.
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