El
presidente peruano Pedro Pablo Kuzcynski (PPK) registra su aprobación más baja
(20%) desde que asumió el gobierno el 28
de julio de 2016: el 78% de la población cree que el indulto otorgado al
exdictador genocida Alberto Fujimori es un negociado y el 57% opina que no se
logrará la reconciliación política con ello, como pregona el gobierno.
Mariana Alvarez Orellana / CLAE
El presidente peruano Pedro Pablo Kuzcynski. |
Fue un mal
negocio del presidente, quien el domingo 14 de enero declaró, por primera vez a
la prensa, sobre el indulto que otorgó en vísperas de Navidad: "Lo del
indulto vengo hablando hace muchos meses, y al final prevaleció la opinión de
los médicos; no hubo negociación con nadie", manifestó desde Arequipa,
adonde llegó para supervisar la atención a los afectados por el sismo.
El nuevo
presidente del Tribunal Constitucional (TC) de Perú, Ernesto Blume, afirmó que
el indulto sí puede ser revisado por su organismo. "En el Estado
constitucional no hay ningún acto irrevisable cuando se amenazan o lesionan
derechos fundamentales o cuando este acto viola la Constitución. Si usted me
pregunta en términos genéricos, le digo que sí", enfatizó Blume en una
entrevista con el diario El Comercio.
"La
facultad del presidente de otorgar gracias está revestida de la máxima
discrecionalidad, pero ello no significa que esté liberada de control y menos
librada a una absoluta arbitrariedad", añadió.
Kuczynski
liberó a Fujimori tres días después de que se frustrara su destitución en el
Congreso por la abstención de diez legisladores de Fuerza Popular, encabezados
por Kenji Fujimori, el hijo del exdictador condenado por crímenes de lesa
humanidad. Desde el día de Navidad, las
protestas ciudadanas se sucedieron en distintas regiones del país e incluso en
algunas ciudades del exterior, pero la más masiva fue en Lima el 11 de enero.
Miles de ciudadanos,
entre familiares de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta, universitarios,
colectivos sociales, dirigentes sindicales, campesinos, mujeres indígenas,
intelectuales, políticos y artistas, se volcaron a las principales vías del
centro para expresar su indignación. “Fujimori nunca más”, “Urgente, se busca
presidente decente”,, se volcaron a las principales vías del centro para
expresar su indignación. Fujimori nunca más, Cambio de Constitución ya fueron
algunas de las consignas
A toda esa
coalición corrupta y conservadora, hay que construirle una agenda política
desde la calle. Y esa es una batalla por el poder, es una disputa social,
política, cultural, discursiva y territorial. El sector más afectado por la
instauración de este régimen depredador, privatista, usurero y corrupto, es la
juventud. Y la indignación de este sector que en los últimos años hemos venido
movilizándonos, exige ahora que se vaya PPK y junto con él, todos los
corruptos, señaló la socióloga de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Alejandra Dinegro.
Los
analistas coinciden en la existencia de un desborde popular y un malestar
generalizado en todo el país, con un gobierno que no logra enfrentar problemas
estructurales que se han agudizado. Incluso se habla de una reconfiguración del
movimiento social, hoy fragmentado y desorientado tras 27 años, pero que no encuentra liderazgos
unitarios.
Miénteme
La decisión
de 10 de los 71 legisladores fujimoristas, entre ellos Kenji Fujimori, de
abstenerse de votar el 1 de diciembre a favor de declarar al presidente
Kuzcynski en “incapacidad moral permanente” fue fundamental para asegurar su
permanencia en el poder… a cambio del indulto. Un día después, salvado por el
fujimorismo, Kuczynski agradeció a los peruanos, les aseguró un cambio de
estrategia y reconoció sus errores.
También
descartó un posible indulto a Alberto Fujimori y aseguró categóricamente que
eso “no ocurriría”, y que “ni se discutiría durante las fiestas. Que las
lecciones aprendidas eran claras”. Volvió a mentir y la noche del 24 hizo lo
que millones de peruanos quisieron evitar al darle su voto contra Keiko
Fujimori. Según el politólogo Arturo Maldonado, “la decisión de otorgar la
gracia presidencial aísla a PPK del sector antifujimorista que lo apoyó en la
segunda vuelta del 2016”.
“Hoy, luego
de indultar a Fujimori de la peor manera posible, ha terminado de presentarse a
sí mismo ante una importante parte del país como un genuflexo, un timorato y un
traidor; y a su falta de pantalones añadió el desprecio por las víctimas de
Fujimori, a quienes ni siquiera se dignó a recibir”, decía en el periódico
Perú21 el columnista Luis Davelouis.
Pedro
Cateriano, exprimer ministro, considera que el mandatario comete “un suicidio y
una ingenuidad política” creyendo que el indulto a Fujimori calmará la
oposición. Lo cierto es que varios funcionarios cercanos renunciaron y tres
fichas claves de PPK en el Congreso también anunciaron su retiro: Alberto de
Belaunde, Vicente Zeballos y Gino Costa, que no aguantaron la traición.
Mientras,
la congresista Yeni Vilcatoma denunció a
Kuczynski ante el Ministerio Público por
el delito de enriquecimiento ilícito cuando era ministro de Economía de
Alejandro Toledo y se abstuvo de
informar que era propietario de Westfield Capital y sobre los ingresos que
percibió por esta empresa.
Hoy en
Perú, “la palabra del presidente está totalmente devaluada y no lo van a volver
a apoyar”, señaló Maldonado al diario El Comercio .
La estrategia del clan Fujimori
Los
hermanos Fujimori se movieron coordinadamente. Mientras Keiko se dedicó a mover
iniciativas parlamentarias y jurídicas para liberar a su padre, Kenji afinaba
la filigrana y daba puntadas menos visibles. De la mano de la excandidata
presidencial, se presentaron 45 pedidos de gracias presidenciales en 2017 en
favor de Alberto Fujimori.
Ninguno resultó. Ni siquiera el último, pues
según el gobierno nunca recibieron una solicitud a favor de Fujimori. Incluso
la primera ministra, Mercedes Aráoz, dijo que “el Gobierno no negocia
indultos”. Fueron declaraciones que terminaron condenado a PPK. “Y así se va
quedando solo y acorralado por quienes votaron por él para que su contrincante
no hiciera lo que él acaba de hacer y por quienes lo salvaron de la vacancia el
jueves 21”, escribía Luis Davalouis en Peru21.
Kenji, muy
activo en las redes sociales, lanzaba pullas a su hermana y su propio partido,
Fuerza Popular, a través de Twitter, algo que la prensa hegemónica prefirió
interpretrar como la generación de una brecha, de distancia entre los hermanos.
Nada más equivocado. Los Fujimori sabían bien que l meta era lograr sacar de
prisión a su padre, condenado a 25 años. Y lo consiguieron, junto al milagro de que Alberto Fujimori
recobrara la salud.
“Hoy es un gran día para mi familia y para el
fujimorismo. Finalmente mi padre está libre”, aseguró Keiko en un mensaje en su
cuenta en la red social Twitter. “Estamos eternamente agradecidos con usted.
Dios lo ilumine”, escribió Kenji Fujimori en su perfil en Twitter. De acuerdo
con el semanario Hildebrandt en sus Trece, fue Kenji Fujimori quien le ofreció
a Kuczynski conseguir los votos de diez congresistas a favor de la abstención.
Kenji ya
había anticipado el desenlace: “Con paciencia me enseñaste a pescar. Pronto yo
te llevaré de pesca, papá”. A través de Twitter el exdictador dijo: “Me sigo
preguntando por qué han sancionado a Kenji, que no ha hecho más que luchar como
buen hijo por la libertad de su padre”.
*Antropóloga,
docente e investigadora peruana, analista
asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
No hay comentarios:
Publicar un comentario