Ellis plantea que EEUU
debe ser firme con relación al gigante asiático. “Un enfrentamiento sobre
Panamá puede ser preferible a que continúe la aceptación del comportamiento
agresivo de China”. Una clara amenaza a Panamá y sus “familias” oligarcas. Hay
que elegir: China o EEUU. Entre la potencia que está en ascenso o el imperio
que está en descenso.
Marco Gandásegui, h. / Para Con
Nuestra América
Desde
Ciudad Panamá
Esta es la segunda
entrega de un artículo cuya primera parte publicamos la semana pasada. El
artículo centra su atención en un análisis que preparó un agente norteamericano
que estuvo en Panamá cuando el Departamento de Estado le pidió a su encargada
de negocios en el país que viajara a Washington para preparar la posición oficial
de EEUU frente a los avances chinos en la región. En la primera parte abordamos
la visión que tiene el agente sobre lo que negocia Panamá con los chinos. En
esta entrega, veremos que propone EEUU para castigar a Panamá y contener a
China.
Evan Ellis, profesor en
la Academia Militar de EEUU, le preocupa
lo que EEUU percibe como agresividad económica de China y la pasividad
de las “familias” oligarcas panameñas. Señala que entre los acuerdos que se
negocian, está una línea ferroviaria de US$5 mil millones. (Producto de la
imaginación del autor). Según Ellis, las inversiones propuestas por Pekín en
áreas como energía, logística, telecomunicaciones y otras son ‘sospechosas’.
Comenta que los chinos pueden adueñarse del complejo de puertos existentes en
ambas entradas del Canal de Panamá. En la actualidad, los dos puertos de
Cristóbal y Balboa ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente, en
movimiento de contenedores en América Latina.
Le preocupa a Ellis la
posibilidad de que China pueda ganar los contratos para construir el cuarto
puente sobre el Canal, la posible construcción a orillas del Canal de depósitos
para almacenar derivados de petróleo y generadores de energía. En esta política
agresiva por parte de China, Ellis menciona el interés de Pekín en la
modernización del Ferrocarril Transístmico, construido entre 1850 y 1855 para
transportar mercancías y pasajeros. China también está interesado en las 1,200
hectáreas descontaminadas recientemente a orillas del Canal. Además, China no
pierde de vista la construcción de nuevos puertos en ambas costas (Atlántico y
Pacífico) de Panamá.
Las medias verdades de
Ellis llegan a la puerta de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Según
Ellis, la ACP tiene una junta directiva corrupta que representa un riesgo para
el Canal. Especula con el hecho que esos directivos son fácil presa de ofertas
que no se ajustan a la ley. En su informe menciona al sindicato de los
trabajadores de la construcción (SUNTRACS) al que acusa de ser cómplice en la
introducción de miles de obreros chinos al país. Ellis confunde al sindicato
con la Minera Panamá (empresa surafricana-canadiense de antecedentes
sospechosos pero muy amiga de los intereses norteamericanos), conocida por ser
una depredadora del medio ambiente a escala mundial. En complicidad con el
gobierno panameño introduce obreros filipinos que no tienen derechos y son
manipulados por la empresa. Esta práctica ha sido denunciada y combatida por
SUNTRACS.
Cuando Ellis agota las
medias verdades, presenta sus recomendaciones. Son alarmantes y peligrosas para
Panamá y la región. Comienza diciendo que “cuando Panamá se desvíe de las
normas internacionales (de Washington), EEUU debe tomar las acciones para
reorientar el país con el fin de conservar la salud de sus instituciones democráticas”.
Propone seguir las prácticas de Washington contra Cuba, Nicaragua, Venezuela y
Bolivia. “Cuando Panamá no se porta bien, EEUU puede restringir el acceso a
puertos norteamericanos de los barcos con bandera panameña, restringir el
comercio de barcos que salen de puertos panameños con destino a EEUU (todos los
barcos que utilizan el Canal de Panamá) y restringir el acceso al mercado de
EEUU a instituciones y ciudadanos panameños”.
Si “Panamá no actúa
según los intereses de EEUU o de acuerdo al espíritu de la amistad, sin
infringir la ley, EEUU debe actuar encabezando un lobby de empresas marítimas
que presionen al país”. Si Panamá insiste en este mal comportamiento, “EEUU
puede negociar con Colombia para usar sus puertos”.
China no se queda por fuera
de este panorama de reprimendas. Ellis plantea que EEUU debe ser firme con
relación al gigante asiático. “Un enfrentamiento sobre Panamá puede ser
preferible a que continúe la aceptación del comportamiento agresivo de China”.
Una clara amenaza a Panamá y sus “familias” oligarcas. Hay que elegir: China o
EEUU. Entre la potencia que está en ascenso o el imperio que está en descenso.
Panamá no tiene que
escoger. Si tuviéramos un plan de desarrollo nacional la ruta sería muy clara.
Un plan que beneficie a Panamá y su población. Plan que, en la actualidad,
brilla por su ausencia.
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