¿Cómo es
posible que Cuba logre los Objetivos de Desarrollo del Milenio en medio de un
contexto internacional en donde las economías liberales de despedazan en medio
de la miseria, el desempleo y las estrangulantes deudas financieras que lo
único que hacen es reconfirmar la decadencia del sistema de la acumulación,
cuna de idolatrías e iniquidades?
José Toledo Alcalde / Especial para
Con Nuestra América
Reflexionar sobre Cuba, siempre, siempre, siempre, será
alimentar la esperanza desde la visión de la dignidad y soberanía. Ad portas de concluir el treceavo año de
siglo XXI, me vienen una serie de sentimientos, reflexiones y comentarios
respecto a los logros alcanzados por Cuba como por ejemplo sobre lo
concerniente a la Declaración del Milenio, adoptada por 189 países el mes de
septiembre de 2000. En dicha Declaración, los países firmantes se
comprometieron en cumplir los objetivos y sus metas para el año 2015.
En este contexto, Cuba, en medio de una
crisis económica global, resurge cual Ave Fénix en medio de la pobreza y
resistencia por cambiar la historia en favor de la promoción, defensa y
construcción de relaciones sociales,
comerciales y de producción equitativas, menos iguales y más justas.
Revisando el tercer informe Nacional sobre el
cumplimiento de los denominados Objetivos del Milenio (ODM) en Cuba. Como lo
explica el informe, hasta la fecha, Cuba ha presentado tres informes sobre los
logros relacionados con los objetivos fijados. Podemos notar que, antes de las
fechas fijadas como limites, la Mayor de las Antillas ha cumplido en gran parte
con las responsabilidades señaladas aquel septiembre de 2000 (http://onu.org.cu/document/a9ee224ee91111e19d59673b25a0f1bc/details/).
Los objetivos en su totalidad son ocho: 1. Erradicar la
pobreza extrema y el hambre; 2.Lograr la enseñanza primaria universal;
3.Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer; 4.Reducir la
mortalidad infantil; 5.Mejorar la salud materna; 6.Combatir VIH/SIDA, paludismo
y otras enfermedades; 7.Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y 8.
Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. De los cuales los ODM 2,
3,4 ya han sido alcanzados. Los objetivos 1, 5,6 planeados en ser alcanzados
para el 2015, y el 7 y 8 encontrándose en evaluación su cumplimiento.
Frente a esta increíble hazaña, quepa la pregunta ¿Cómo
es posible que en medio del más cruel embargo económico, comercial y
financiero -impuesto a país alguno, de parte de los EE.UU- por más de medio
siglo Cuba pueda resaltar como ejemplo de desarrollo educativo, deportivo, artístico y medico? ¿Cómo es posible que Cuba
logre los ODM en medio de un contexto internacional en donde las economías
liberales de despedazan en medio de la miseria, el desempleo y las
estrangulantes deudas financieras que lo único que hacen es reconfirmar la
decadencia del sistema de la acumulación, cuna de idolatrías e iniquidades?
A continuación algunas estadísticas -respecto a los
países más pobres- evidencian aquella dictadura corporativa global la cual no
es denunciada en tribunales o comisiones internacionales relacionados con
asuntos concernientes a la defensa de los Derechos Humanos. Haití con una
población de 10’123,787 cuenta con una tasa de pobreza del 77%; Guinea
Ecuatorial 720,213 personas con 76,8% de pobreza; Zimbabue 12’754,378 con 72%;
República Democrática del Congo 67’757,577 con 71,3%; Swazilandia 1’067,773 con
69,2%; Eritrea 5’415,280 con 69%; Madagascar 21’315,135 con 68,7%; Burundi
8’575,172 con 66,9%; Sierra Leona 5’997,486 con 66,4%; Santo Tomé 168,526 con
66,2% de pobreza; Zambia 12 935 000 con 86%; Corroborando esta infame realidad, el portal
virtual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) señala: “Se calcula
que durante el período 2011-13 había un total de 842 millones de personas
―alrededor de una de cada ocho personas en el mundo― aquejadas de hambre
crónica, es decir, que habitualmente no comen lo suficiente para llevar una
vida activa” (http://www.fao.org/publications/sofi/es/
).
En otra parte del globo, desde
Latinoamérica y de acuerdo a los indicadores de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los indigentes, en A.L., que en 2012 totalizaron
66 millones, en el 2013 subieron a 68 millones incrementándose en 0,2%. Según
el informe de la CEPAL, el número de latinoamericanos y latinoamericanas en
condición de pobreza asciende a 164 millones 27,9% de la población. De esta
cantidad, 68 millones de personas se encuentran en la extrema pobreza o
indigencia (11,5%) (http://www.eclac.cl/).
En este enmarañado panorama socio-económico,
Cuba no es solo una isla geográficamente entendida, sino política y
económicamente. Su experiencia de sobrevivencia y vivencia, en relación a la
historia de los demás países de la Región y del mundo, desde el triunfo de la
Revolución, ha sido única y hasta cierto punto aislada del proceso de
desarrollo – capitalistamente entendido - de los demás contextos geopolíticos.
Lo extraordinario del paradigma cubano es que, como en El Amor en los Tiempos del Cólera del Gabo (1985), a pesar de la institucionalización globalizada del
hambre y la miseria, su fuerza histórica se impone más allá de toda previsión.
De acuerdo al Tercer Informe “Cuba: Objetivos
de Desarrollo del Milenio” (2010), los resultados económicos de Cuba, al
finalizar el primer septenio del s/ XXI, fueron favorables. El Producto Bruto
Interno (PBI) cubano registró un incremento de 6,3% entre 2000-2007 y un ritmo
superior de 8,0% entre 2002-2007. Crecimiento sostenido contra todo tipo de
adversidades, calamidades climáticas con daños que ascienden a 9,720 millones
de USD, la caída de la demanda del níquel a nivel mundial afectando la balanza
de exportaciones , las presiones y sanciones sufridas a todo aquel que ose
apoyar al pueblo cubano, así como los 100 miles de millones de daños sufridos
desde la implantación del Bloqueo y como si fuere poco el frustrado reclamo de
188 países en contra del arbitrario bloqueo norteamericano medida hacen de los
logros cubanos un hecho históricamente ejemplar.
Pese a los avances el General de Ejército
Raúl Castro Ruz sostuvo en la clausura del Segundo Periodo Ordinario de
Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder, en el
Palacio de Convenciones, realizado el pasado 21 de diciembre, “Año del 55 de la
Revolución”: “A pesar de que la economía cubana prosiguió su avance en
el actual año, no se alcanzan las metas previstas. El Producto Interno Bruto
crece un 2,7 por ciento, inferior al 3,6 planificado”. La desigual e inestable
regulación de los mercados no es indiferente al repunte económico cubano máxime
siendo víctima de draconianas medidas de control, bloqueo y estigmatización
financiera.
Bloqueo que si bien es cierto sobrevive pese al repudio
mundial, países como Rusia, China, Brasil, Irán, Corea del Norte, Sur África y
pueblos agrupados en torno al ALBA, CELAC, UNASUR y MERCOSUR trascienden
cualquier tipo de medida arbitraria por más hegemónica e imperial que parezca
ser. A estas alturas de la historia queda demostrado que no existe mayor
imperio y hegemonía que el de las corporaciones transnacionales, los Clubes de
Paris y Bilderberg, así como el de los satélites financieros y mediáticos
infectados alrededor del planeta. La unidad de pueblos hermanados por vínculos
soberanos muestra al mundo entero que el más grande proyecto podría consistir
en desbloquear y desembargar nuestras conciencias de escuálida sumisión e
indecente silencio. Frente a este compromiso históricamente solidario cualquier
meta en cualquier milenio será fácil del obtener.
Para muestra de hermandad con la heroica Mayor de las
Antillas un par de ejemplos: La condonación del 90% la deuda cubana por parte
de Rusia, así como los lazos con Brasil demostrados con el convenio de
cooperación técnica establecido entre el Instituto Riograndense de Arroz (IRGA)
y el Instituto de Investigaciones de Granos de Cuba y la contratación de 4.000
médicos los cuales trabajaran en las zonas con mayor necesidad como en los
municipios del Norte y Noreste de Brasil. Es así como me place cerrar este 2013
colocando por todo lo alto al pueblo que exporta dignidad transformada en ayuda
solidaria, disciplina deportiva, encanto y fascinación artístistica en todas
sus expresiones e integridad política a prueba de huracanes.
La magnánima soberanía cubana versus la desesperación
expansionista de los inescrupulosos grupos de poder delimitan los escenarios en
donde la fuerzas de la vida resisten, y lo seguirán haciendo, de cara a las
fuerzas de la muerte y desesperanza. Expresiones de la sombra que ven
debilitarse sus fuerzas cada vez que se encuentran con expresiones de amor e
integridad que siguen navegando los mares de la soberanía y el socialismo
soberano cual amor esperanzador que brotó del corazón de García Márquez.
Como bien lo señaló el General Castro: “Ni nosotros, la
llamada dirección histórica de la Revolución, ni las nuevas generaciones
permitiremos que se pierda la obra de la Revolución, no habrá espacio para
someter a nuestro pueblo a los efectos de los fallidos paquetes de ajuste que
condenan a la miseria a las grandes mayorías, nunca admitiremos en la Cuba
revolucionaria terapias de choque como las que estamos viendo en la rica y
llamada culta Europa, que sumirían al país en un clima de división e
inestabilidad, que sirva de pretexto para aventuras intervencionistas contra la
nación”. Es así como concluyo sosteniendo que si bien es cierto cumplir los denominados
Objetivos del Milenio (ODM) es de exigencia moral y ética , no es menos cierto
señalar que es imprescindible alcanzar
los objetivos con soberanía sin vernos en la obligación de tener que empeñar
nuestras conciencias traicionando esperanzas de integral y genuina
liberación.
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