La utopía de la PAZ se convierte en el
único camino ético para ejercer el poder en todas las esferas del quehacer
humano: ciencia, economía, arte, vida cotidiana, religiones, tecnología,
industria.
Arnoldo Mora Rodríguez / Especial para
Con Nuestra América
La creciente y
alarmante violencia en todo el planeta, los abultados presupuestos de los gobiernos
para dotarse de las más modernas y mortíferas armas, lo que conlleva la proliferación de armas de guerra, no solo
en los estados, sino también en instituciones y miembros de la sociedad civil,
hacen impostergable la urgencia de crear las condiciones para ir construyendo
un estado planetario que haga factible el logro de la paz universal, condición sin
la cual la especie humana corre el riesgo de desparecer abruptamente en un
futuro cercano.
Para lograr esos objetivos
mayores del quehacer político actual, he pergeñado algunas reflexiones que a continuación
comparto.
Respecto a la
posibilidad del "Estado planetario", me permito explicitar y
puntualizar lo siguiente:
1-) En los procesos históricos, no existe el
libre albedrío: la paz se construye o, si no, la especie desaparece en este
mismo siglo, dada la capacidad de destrucción debido al poder nuclear que
dispone la Humanidad ( 30 mil ojivas, 5 mil de ellas disponibles para ser usadas de
inmediato y sin previo aviso).
2-) La destrucción de
las especies por parte del desenfrenado crecimiento industrial es mayor y más rápido que la
provocada por la evolución natural en los casi 600 millones de años que tiene
la vida sobre la corteza terrestre. SI no se detiene cuanto antes este
infernal proceso, las especies
vivientes (al menos, las más
evolucionadas) desaparecerán pronto (¿un
siglo?).
3-) Pero la ventaja
y, al mismo tiempo, la desgracia es que esta amenaza apocalíptica ha sido
provocada por la acción del hombre, gracias al poder que la especie ha logrado
sobre la naturaleza. Lo cual ha
provocado en Occidente una actitud de suicida soberbia. Si no tomamos en cuenta
los límites del conocimiento inspirada
en una ética humanista para
impregnar el desarrollo
científico-tecnológico, la especie humana, insisto, desaparecerá a corto plazo.
4-) Lo cual solo se podrá lograr con un
acuerdo general de índole POLITICA. Por
eso he insistido en que ya no hay crisis económicas, ni sociales, ni jurídicas;
solo existen problemas POLITICOS, es decir, provocados por el uso de nuestro
albedrío. La humanidad, por primera vez en
la historia ha logrado en el siglo XX alcanzar
la capacidad real, gracias al poder que da el conocimiento científico y el
desarrollo tecnológico que de ahí se desprende, de acabar con el hambre y
cuadruplicar la expectativa de vida, alfabetizar a toda la población y crear
condiciones de trabajo digno para todo el mundo; si las cifras reales dicen lo
contrario, no es un problema técnico sino de voluntad. Y eso se llama
POLITICA.
5-) Lo anterior lleva
a la inviabilidad de la guerra. Y por ello mismo, la utopía de la PAZ se
convierte en el único camino ético para ejercer el poder en todas las esferas
del quehacer humano: ciencia, economía, arte, vida cotidiana, religiones,
tecnología, industria, etc. La humanidad, junto a la ciencia y la técnica, lo
que requiere es sabiduría. El dicho de Heráclito de que "Polemon, el dios de la guerra es el
dios de la historia", o el de Marx: "La violencia es la partera de la historia", se hacen
inviables por absurdos. La paz hay que construirla ya. Eso es hacer política
hoy día.
6-) Lo cual implica la
desaparición del Estado tal como lo
había concebido Hobbes: Leviatán o
monopolio de la violencia por el sector
dominante en una sociedad, a fin de evitar que haya una guerra de todos contra
todos ... y la humanidad terminará por destruirse. Pero para llegar a eso, se requiere un período intermedio en
que debe haber estados fuertes inspirados en el principio ético de legítima
defensa . En el momento actual de crisis de los estados-nación surgidos de la
Revolución Francesa, estos deben convertirse en repúblicas federales que
descentralicen el poder en beneficio de las regiones. En base a esos estados democráticos, deben darse
alianzas democráticas que formen amplias regiones y configurar centros de poder
regionales (América Latina y el Caribe, Africa Subsahariana, países árabes,
China, India, América del Norte, Unión
Europea, Rusia).
7-) Para eso se
requiere ir conformando un nuevo sujeto histórico: la humanidad como un todo.
En consecuencia, es hora de que
desaparezcan los imperios como aquellos con los que Occidente ha pretendido
conquistar el mundo. Hoy el último de esos imperios, el yanqui, está en
decadencia. Lo malo es que todavía no se ha forjado un sustituto y, como decía
Aristóteles, la naturaleza aborrece el vacío. Este vacío por ahora solo puede
ser llenado por alianzas de naciones que
se organicen en regiones según factores
geográficos, culturales y comerciales, de modo que se den focos múltiples de
poder que levanten su voz y se hagan sentir y respetar en los organismos
internacionales y neutralicen, con el apoyo de sectores progresistas surgidos en el seno de las propias potencias
occidentales, las peligrosas pretensiones imperiales de poderosos sectores de
Occidente.
8-) Esto me lleva a
hablar de lo que hay que hacer ahora mismo, como construir una liga de naciones
que, a partir de un pluralismo o plurifoquismo, reforme las Naciones Unidas y
la conviertan en árbitro político y en tribunal jurídico de los conflictos que
amenazan la paz mundial, todo a la luz del derecho internacional. Para eso se
debe dotar a las Naciones Unidas de un poder universalmente aceptado, tanto económico y mediático, como militar y
policíaco.
9-) La población de Occidente no es más que un 15%
de la población del planeta. Occidente corre el riesgo de desaparecer en un
siglo y ser absorbido por el crecimiento demográfico de los pueblos hasta ahora
considerados periféricos. Algunos datos de prueba; la mayoría de adolescentes en el mundo de hoy
son negros; el Africa Subsahariana tendrá en la próxima década mil millones.
Los latinos en Estados Unidos son el 17% y los negros el 13%. En el año 2050
llegarán a ser la mitad de la población. Eso explica el racismo criminal de la
policía rubia. En el año 2050 Occidente no tendrás más que el 25% de la economía mundial... Y no sigo dando
datos.
10-) Lo que hay que
evitar es que algún loco (y hay miles de
desquiciados en Estados Unidos, Alemania
y otros poderosos sectores racistas y xenófobos en todo el mundo, incluidas las
oligarquías facistoides de América Latina) llegue a tener un poder que le
permita incidir en los destinos de la
humanidad. Para lograr eso se requiere lanzar una lucha sin tregua con hombres y mujeres de todos los rincones del
planeta de "buena voluntad" en pro de la paz.
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