En octubre de 2019 se enfrentarán tanto electoral como económica,
social, territorial y culturalmente, dos visiones de país, de pueblo y de
realidad internacional.
Eduardo Paz Rada / Rebelion
El proceso político boliviano ha ingresado de lleno a las campañas
electorales que pondrán en tensión las fuerzas sociales y regionales a través
de las organizaciones partidarias y sus proyectos económicos, tomando en cuenta
que no solamente estarán presentes los pedidos de apoyo con el voto de los
ciudadanos sino las tensiones y contradicciones más profundas existentes en una
sociedad aún fuertemente marcada por la discriminación racial, la exclusión
social y los prejuicios coloniales que transversalizan las relaciones sociales
y ahora las candidaturas.
En octubre de 2019 se enfrentarán tanto electoral como económica,
social, territorial y culturalmente, dos visiones de país, de pueblo y de
realidad internacional: por una parte la que corresponde a los principios de
lucha por la liberación nacional y social, el antiimperialismo, la igualdad y
la democracia participativa y la emancipación latinoamericana expresada en el
Movimiento Al Socialismo (MAS), la Central Obrera Boliviana (COB) y los
Movimientos Populares y, por otra parte la que defiende el neoliberalismo, la
dominación e invasión imperialista y reivindica los valores aristocráticos y
oligarcas con sus representantes Comunidad Ciudadana (CC) y Bolivia Dijo No
(BDN).
Las elecciones de 2005, 2009 y 2014, en las que ganó el sindicalista
indígena Evo Morales con más del 50% de votos, tuvieron ya estas
características puesto que los candidatos opositores, como los neoliberales y
miembros de las oligarquías locales Jorge Quiroga, Manfred Reyes Villa y Samuel
Doria Medina lo enfrentaron para ser derrotados de manera contundente. Los
procesos electorales anteriores –de 1978 a 2002-- fueron contiendas en las que
los principales candidatos representaban al proyecto neoliberal y a las clases
tradicionales dominantes apoyadas por las transnacionales y el gobierno
norteamericano.
Las tendencias que se han manifestado actualmente en las elecciones
primarias internas de enero pasado, en las manifestaciones y proclamaciones
públicas y en los sondeos de opinión muestran que más de un tercio de la
población respalda a Evo Morales del MAS, otro tercio se distribuye entre Oscar
Ortiz de BDN, Carlos Mesa de CC y Felix Patzi de Movimiento Tercer Sistema
(MTS), quedando muy relegados los otros cinco partidos y sus candidatos, y otro
tercio se manifiesta como indecisa.
Mientras Morales tiene un profundo arraigo y apoyo en los sectores
populares, sindicales, campesinos y en las regiones rurales y marginadas de
todo el país, Ortíz tiene respaldo en el oriente y sur bolivianos donde tiene
el control de municipios y gobernaciones con el Movimiento Demócrata, Mesa, ex
Vicepresidente de Gonzalo Sanchez de Lozada y representante de la
“aristocracia” venida a menos, recibe adhesión en los sectores urbanos
acomodados y medios, en tanto Patzi en el occidente del país, especialmente La
Paz y Oruro.
Cuatro aspectos van a ir marcando las campañas políticas y
electorales:
1.- El uso de las redes de internet caracterizadas por las mentiras y
los rumores, así como por la fuerte influencia que tienen las grandes
corporaciones internacionales imperialistas que manejan la información y
distorsionan las percepciones, las cuales están acompañadas por las poderosas
empresas privadas de comunicación --radio, televisión, agencias de noticias y
periódicos-- contrarias a Evo Morales.
2.- La difusión de rumores y falsas noticias sobre el gobierno, los
dirigentes populares y los candidatos de izquierda y antiimperialistas del MAS,
impulsada por una red informática preparada desde los centros metropolitanos y
medios de comunicación, como CNN, orientados a deslegitimar y generar un estado
de ánimo de incertidumbre y duda buscando influir sobre los sectores ciudadanos
indecisos.
3.- Las correlaciones políticas internacionales vinculadas a la
injerencia e intervención imperialista en América Latina como ocurre con el
asedio a la Revolución Bolivariana en Venezuela respaldada por los gobiernos de
Duque de Colombia, Bolsonaro de Brasil, Piñera de Chile y Macri de Argentina (y
por Mesa y Ortíz en Bolivia) y repudiada por Morales de Bolivia, Diaz de Cuba,
Ortega de Nicaragua, Lopez Obrador de México y Vasquez de Uruguay.
4.- Las elecciones que se realizarán en los próximos meses en
Argentina y Uruguay, la inestabilidad institucional en los gobiernos de Perú y
Ecuador, las movilizaciones sociales y populares en Colombia, Brasil, Argentina
contra sus gobiernos neoliberales y las acciones del gobierno de Donald Trump
de desarrollar una política de injerencia directa en los asuntos internos de
los países de la región ante el avance mundial de China y Rusia.
Eduardo Paz Rada. Sociólogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en
publicaciones de Bolivia y América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario