No conocemos a ciencia cierta las medidas que puede tomar Estados
Unidos para conservar su hegemonía en el planeta. Sus acciones
podrían ser las de un animal herido: fuerte pataleo y embestida continua. El imperio hará todo lo posible
para mantener el control mundial.
Carlos Pérez Morales / Especial
para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico
Entendemos como hegemonía, aquel proceso de control
donde una nación impone su cultura, sus artefactos culturales, su religión, sus
costumbres, tradiciones y su música a otro país sin el uso de la fuerza
militar. La cultura del país dominante se percola
a través de los diferentes estratos sociales del otro país. El concepto de
hegemonía fue desarrollado por el italiano Antonio Gramsci y perdura hasta
nuestros días. Todo proceso hegemónico puede darse en dos direcciones. Estados
Unidos fue el hegemón mundial durante el siglo XX y lo continúa siendo durante
el presente siglo XXI. Este país continuó siendo el hegemón a pesar de sus
muchas intervenciones militares, conflictos y guerras en todo el mundo.
La mayoría de los analistas de la política de Estados
Unidos coinciden en que Estados Unidos va perdiendo su hegemonía mundial. Esta
hegemonía la está ganando China con su crecimiento económico, su desarrollo
cultural y su variado comercio internacional. Los analistas también coinciden
en que China ocupará este lugar durante este siglo XXI.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su
política de aislamiento económico y comercial cree que EE.UU. recuperará el
liderato mundial de ese país. Como una forma rara de proceder, ha impuesto una
política nacionalista y proteccionista en su país por el contrario, aumentó las
asignaciones militares en el presupuesto.
Como demostración de su poderío, el presidente Trump ha impuesto muchas
sanciones comerciales y políticas a algunos países del mundo como lo son:
Rusia, China, Irak, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela. Los intentos de
recuperación de la hegemonía mundial por parte de Estados Unidos chocan contra
esas sanciones, su política migratoria contra América Latina, su aumento en
gastos militares, su política exterior y su aislamiento del mundo comercial y
financiero a nivel mundial.
Durante las últimas, décadas, China ha tenido un crecimiento
económico extraordinario. Este gigantesco país ha aumentado su influencia
cultural en todos los países con los cuales comercializa. Muchos países que reconocían diplomáticamente
a Taiwán, han roto esas relaciones y han reconocido como su legítimo
representante a la República Popular China. Su comercio internacional se ha
extendido por todo el mundo, incluyendo Estados Unidos y América Latina. El
lenguaje mandarín se está enseñando en casi todo el mundo.
Estados Unidos continúa estableciendo bases militares
en todos los rincones del planeta. Tal parece que esa es su respuesta a su
pérdida de hegemonía. La mayoría de
estas bases militares tienen tecnología militar de punta acompañadas en muchos
casos por submarinos nucleares.
No conocemos a ciencia cierta las medidas que puede
tomar Estados Unidos para conservar su hegemonía en el planeta. Sus acciones
podrían ser las de un animal herido: fuerte pataleo y embestida continua. El imperio hará todo lo posible
para mantener el control mundial. Ellos
harán intentos de recuperar y fortalecer sus instituciones de forma tal de
mantener su hegemonía.
La pérdida de su hegemonía afectará el prestigio
internacional de Estados Unidos.
¿Cómo actuará China como el nuevo hegemón mundial?
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