¿Cómo
hacemos para que todos los panameños tengan salarios similares a los
trabajadores del Canal? Invirtamos los recursos del Canal en un plan de desarrollo.
Desde
Ciudad Panamá
Se ha
desatado un debate en el país en torno al Canal de Panamá y los trabajadores
que allí laboran. Por un lado, los críticos de los niveles salariales que
existen en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), señalan que deben reducirse
los emolumentos que se pagan a esos trabajadores. Por el otro, la gerencia de
la ACP plantea que se pagan salarios correspondientes a la productividad de los
obreros, empleados y técnicos. Lastimosamente, el debate no refleja la realidad
y, mucho menos, los intereses del país.
Los
trabajadores de la ACP reciben salarios que triplican o más la media
predominante en el mercado de trabajo nacional. Obviamente, no son más
‘productivos’ que los trabajadores del resto del país. El aseador, la
secretaria o el pasa-cable de la ACP no es mejor que aquellos de otras empresas.
En realidad, no hay como comparar la ‘productividad’ del pasa-cable o de los
pilotos y prácticos del Canal en Panamá. No existe otro Canal. Podemos comparar
los salarios con los trabajadores del Canal de Suez, del rio St. Lawrence
(Canadá) o de Kiel (Alemania). Interesante sería compararlos con los
especialistas que navegan sobre las esclusas de la gran represa china de Las
Tres Gargantas.
Pero
veamos cuál es la realidad y cuáles son los intereses nacionales. En 2000 los
trabajadores de la ACP comenzaron a trabajar con una escala salarial negociada
por los sindicatos norteamericanos frente a la entonces Comisión del Canal de
Panamá (PCC). Los trabajadores de EEUU recibían un 25 por ciento adicional de
‘estimulo’ por laborar en un medio tropical. (Un residuo del racismo
norteamericano que aún prevalece donde ellos se encuentren). En el transcurso
de los 17 años que han transcurrido desde que el Tratado del Canal
(Torrijos-Carter) de 1977 caducó y la vía es administrada por el gobierno
panameño, los salarios en EEUU han aumentado a un ritmo mayor que los de la
ACP.
Los
salarios de los trabajadores de la ACP habrían colapsado si no fuera por los
sindicatos que defienden sus conquistas. En la actualidad, hay siete sindicatos
en la ACP. Cada uno tiene poder negociador, unos más otros. Quizás el más
poderoso es el sindicato de los prácticos (pilotos que guían los barcos por el
Canal de 80 kilómetros entre océano y océano y navegan por las esclusas). Una
protesta o paro de éstos paralizaría los tránsitos por el Canal en forma
instantánea. La fuerza verdadera de este sindicato, sin embargo, está en su
asociación con las organizaciones sindicales internacionales. Una queja de los
trabajadores del Canal encuentra un eco inmediato en todos los puertos del
mundo.
Hay cuatro
organizaciones sindicales en la ACP que agrupan cerca de 2000 trabajadores.
Estas son la Unión de Prácticos del
Canal de Panamá (UPCP), la Unión de Ingenieros Marinos (UIM), la Unión de
Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC) y el Sindicato de Bomberos del Canal
(IAFF). También hay tres sindicatos que agrupan a 8 mil trabajadores llamados
no profesionales. Estos se agrupan en la Unidad Negociadora de Trabajadores No
Profesionales que representa una coalición integrada por el el Panama Area
Metal Trades Council , el National Maritime Union y el Sindicato del Canal de
Panamá y del Caribe. Estos tres sindicatos representan el 80 por ciento de los
10 mil empleados de la ACP.
Quizás
donde se podrían reducir salarios sería entre los ejecutivos que llegaron a la
ACP en los últimos tres lustros. Más aún, se podrían eliminar los privilegios
de los miembros de la junta directiva.
Más
importante que los salarios de los trabajadores - para el debate nacional - es
lo que entendemos por el Canal y su contribución al desarrollo del país. El
próximo año fiscal por concepto de peajes, la ACP recibirá US$3 mil millones.
De ese total, US$1.6 se destinará directamente al fisco para integrarse al
presupuesto del gobierno nacional. Esos recursos no serán incorporados a un
plan de desarrollo porque no existe. La totalidad será gastada en importar
artículos de lujo (autos, materiales de construcción, electrodomésticos y
otros). También en importar rubros que deberían producirse en el país (arroz,
frutas tropicales, vestimenta y otros).
Pensemos
en el país y no en los salarios de los pocos trabajadores que están bien
remunerados. ¿Cómo hacemos para que todos los panameños tengan salarios
similares a los trabajadores del Canal? Invirtamos los recursos del Canal en un
plan de desarrollo.
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