El
sábado 25 de mayo de 2013 enterraron, en Costa Rica, a Gabriel Gallegos Valdés,
eminente abogado, Gaby o Gabris, como le decíamos en los sesenta. Tenía 85
años. Es digno de recordarlo como un grande de la izquierda salvadoreña, de esa
que nutrió a los movimientos sociales para organizar la conciencia popular y
darle batalla a la dictadura militar y a sus patrocinadores en El Salvador.
Victor Valle / Para Con Nuestra América
Tuve
el honor de tratar a Gabriel por más de cincuenta años. Cuando lo conocí en la
Universidad de El Salvador y él era profesor en las Facultades de
Jurisprudencia y Ciencias Sociales y de
Ciencias Económicas tenía una bien asentada reputación de serio, erudito,
honrado, brillante y buena gente.
Tenía,
también, tras de sí, el haber sido víctima de la represión del gobierno de
Osorio, durante la famosa “represión del 52”, cuando el Teniente- Coronel Oscar
Osorio, en el marco de la Ley de Defensa del Orden Democrático y
Constitucional, -ley represiva-capturó, torturó y exilió a dirigentes
políticos, estudiantiles y sindicales.
Osorio
era un eslabón interesante de la dictadura militar. Algunos analistas a
posteriori de su gobierno de “reformas con represión”, hasta tienen la opinión de decir que era “social-demócrata”. La
verdad es que era un militar golpista que se hizo del poder en 1948 y gobernó de facto, 2 años y por medio de un aparente de jure, seis años. El mundo recién salía de la segunda guerra
mundial; y había aires de apertura en los gobiernos oscurantistas y represivos
de Centroamérica.
Los
precios del café habían subido y había con qué hacer algunas reformas: se
promulgó la Constitución de 1950, con algunos ribetes progresistas, se creó el
Instituto Salvadoreño del Seguro Social, con alcance bien limitado para
trabajadores urbanos, pero algo era algo; se fundó el Instituto de la Viviendo
Urbana que construyó unidades de vivienda para sectores populares; se construyó
la Represa Hidroeléctrica “Chorrera del Guayabo”, oficializada como 5 de
Noviembre; se construyó la carretera del litoral y el Boulevard del Ejército.
Osorio, también, favoreció el cultivo del algodón que enriqueció a algunos y
dañó irreversiblemente la salud de muchos trabajadores y deterioró el ambiente natural con
plaguicidas regados sin control.
Pero
al mismo tiempo había represión contra los sectores populares. Eso ya era
inherente a la dictadura militar inaugurada en 1931. Osorio y su gobierno dividieron el movimiento
sindical incipiente y a los sectores progresistas los reprimió.
El
libro “Secuestro y Capucha”, de
Salvador Cayetano Carpio es un relato vívido de los niveles y modalidades de
represión que utilizaba el gobierno de Osorio. Cayetano habla de Gabriel como
un ser que se preocupaba de los otros, aún en medio de la sordidez de las
celdas donde hacinaban a los perseguidos políticos.
Ese
gobierno de Osorio exilió, en 1952, a Gabriel Gallegos Valdés, quien recaló en Costa Rica donde adquirió fuertes
lazos afectivos.
Otras
víctimas de la represión de 1952 fueron el mencionado Salvador Cayetano Carpio,
su esposa Tulita Alvarenga; el Profesor Celestino Castro y el dirigente
estudiantil Gabriel Gallegos Valdés quien llegó a Costa Rica y por los mismos
motivos con jóvenes –hace 60 años – como David Luna, Mario Salazar Valiente y
Roberto Carías Delgado, entre otros.
Vi
muchas veces a Gabriel en reuniones políticas. Él tenía un claro pensamiento de
izquierda. Leído, entendido de lo que leía; buen armador de argumentos políticos y jurídicos;
conocedor a fondo de las familias oligárquicas. Era cercano al Partido
Comunista y a los frentes universitarios revolucionarios.
Si
se trataba de elegir un Rector o Decanos progresistas, para la Universidad de
El Salvador, pues Gaby estaba en la primera línea de la acción. Ese fue el caso
de la campaña para Rector que llevó a Fabio Castillo Figueroa a la Rectoría de
la Universidad de El Salvador, en 1963.
Si la izquierda luchaba por inscribir un partido político, como el PRAM
(Partido Revolucionario Abril y Mayo), pues ahí estaba Gaby en las reuniones
preparatorias. Si la izquierda se proponía lanzar un candidato a la
Presidencia, pues ahí estaba Gaby, como uno de los primeros, para planificar
tal lucha política, como fue el caso de la campaña de Fabio Castillo Figueroa
en las elecciones de 1966/67.
En
1979 Las Junta Revolucionaria de Gobierno –ese parcialmente bien intencionado
proyecto político que quiso prevenir la guerra civil en El Salvador - nombró a
Gabriel como Ministro de Trabajo y Previsión Social. Su Viceministra era la
admirada compatriota Victoria
Velázquez de Avilés. Este proyecto se derrumbó y lo demás es historia.
Gaby tuvo que salir de El Salvador en los 1980s y desde entonces se radicó casi
permanentemente en Costa Rica donde se había casado, desde los 1950s, y había procreado hijos ahora en su adultez.
Ha muerto Gabriel Gallegos Valdés. Debe haber
luto en la izquierda y la congoja de su familia por su ausencia, debe ser
compensada con el recuerdo de sus acciones dignas, honradas,
progresistas e inteligentes.
Sea este mi tributo, en palabras, para que quede
registro de una vida honrada y lúcida al servicio de la causa de la revolución
social en El Salvador: Gabriel Gallegos Valdés.
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