Es necesaria la organización de
la sociedad sin exclusiones, no se trata únicamente de construir un aparato
electoral (es solo un medio, no un
fin), sino de construir desde los mismos actores de la sociedad una
organización que se vea así misma inserta en los procesos políticos, sociales,
económicos y culturales.
Abdiel Rodríguez Reyes / Especial para
Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
1. La ética y política deben de ir de la mano. La ética y la política tienen
que ir de la mano, la conducta del político debe de estar fundamentada en la
virtud. Su norte debe ser el deber - oficio, y el compromiso con el otro [el
excluido, el siervo, el olvidado]. Si no es así es un marginal. Por eso el
político se debe formar en / desde la paideia (formación del niño –
formación desde la niñez). Por tal razón, la política debe ser un proyecto
ético, y este último solo se logra a través de la educación, solo ahí se forma
el ethos (la personalidad). En fin lo que se necesita es un
ethospoliticus.
2. La política debe ser revolucionaria. Ya no es suficiente un -cambio-
en la política, se necesita una revolución donde realmente participen todos.
los partidos tradicionales no han logrado dar respuestas reales y
satisfactorias a los problemas nacionales, al menos estos últimos veintitrés
años de vida democrática (post-dictadura). Las contradicciones que se dan a lo
interno de cada cual no se depuraran y, se tensaran más, creando conflictos
entre ellos mismos. Eso sin sumar la bochornosa campaña electoral sucia que se
avecina en el 2014, que ya dio sus primeros pasos con pinchazos y grabaciones
telefónicas ilegales, atentando así contra derechos fundamentales. Lo que
invita a tomar partida sobre la política ahora de una forma revolucionaria.
3. El crecimiento económico se debe reflejar en la sociedad. A pesar del crecimiento
económico en el país y en la región en general, según reza el informe del Fondo
Monetario Internacional de 2013 donde destaca que la región crecerá de 3% a
3.5%, resultado de una demanda externa más fuerte (principalmente China), no es
muy claro como este crecimiento se verá reflejado realmente en la sociedad o
mejor dicho, debemos preguntarnos ¿como la sociedad entra y forma parte del
crecimiento económico? En el mismo informe el FMI destaca que “El desafío clave
para estos países es reducir la elevada deuda pública”. En política es
necesario ver esta cuestión críticamente, a pesar de que ya es un hecho que
pagaremos deudas por las cuales no fuimos consultados. Esta problemática saldrá
a flote en el siguiente periodo presidencial cuando empiecen los reajustes
fiscales y, se tengan que cumplir compromisos con estas instituciones (me
refiero también al Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio). Por
otro lado; el libre mercado ya es la solución. Anatole Kaletsky editor general
de -The Times de Londres- ha concluido con su libro Capitalismo 4.0 (2010) con
que el fundamentalismo del mercado no da para más. En fin ya no podemos confiar
en el mercado.
4. Los sectores populares deben construir un espacio real. Es necesaria la organización de
la sociedad sin exclusiones, no se trata únicamente de construir un aparato
electoral (es solo un medio, no un fin), sino de construir desde los
mismos actores de la sociedad: campesinos, obreros, trabajadores informales,
profesionales, académicos, intelectuales, empresarios responsables,
estudiantes, indígenas, una organización que se vea así misma
inserta en los procesos políticos, sociales, económicos y culturales ¡esto es
la realpolitik! Que debe tener como imperativo las demandas de los
sectores populares. Noam Chomsky a señalado esta semana (18-6-2013) en el Foro
Global Mediático (Bonn), que “La democracia real es la hecha por los
ciudadanos”. Es una máxima de la cual nos debemos apropiar.
5. La fractura política. Al parecer llegó el momento para ver con lupa
nuestros procesos políticos. La dictadura militar comienza con el golpe militar
de (1968) contra un gobierno civil de nuestra lozana república. Culmina en 1989
con la invasión Norteamericana en Panamá. El período de 1990 hasta nuestros
días es lo que denominamos el periodo de la democracia de los partidos
tradicionales, que cumple ya 23 años. Por la falta de políticas que incluyan a
la sociedad en la dinámica de los procesos económicos, cabe potencialmente una
fractura social con lo tradicional que vislumbre un nuevo proyecto que será
materializado por el descontento e indignación que acumula la sociedad
panameña. Esto es proceso de larga duración.
6. Desarrollar la conciencia en sí. El político debe pensar las cosas en
sí y, verse reflejado en el otro. Estas dos cuestiones forman parte cardinal de
las relaciones inter-subjetivas. Cuando el ciudadano y el político (Aristóteles
diría todos los hombre son políticos por naturaleza) desarrolle la conciencia
en sí, que pueda pensar las cosas por si mismo estará preparado para la
propuesta que hace el catedrático de Ciencia Política de Harvard; Michael
J. Sandel de tener la libertad de escoger por sí mismos la mejor manera de
vivir. Si no pensamos las cosas en sí por nosotros mismos jamás podremos pensar
una mejor manera de vivir. No es posibles verdaderos cambios sin conciencia de
ellos.
1 comentario:
Excelente artículo.
Saludos, Joao
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