El actual presidente –
transitorio – del Perú, Martín Vizcarra, vino a la escena política con serios
problemas de ubicación. Es víctima de una hiperinflación de surrealismo
político así como de una extrema carencia de claros objetivos razón de ser de
su fugaz presencia en el sillón
presidencial.
José Toledo Alcalde / Especial
para Con Nuestra América
“Este es el momento de elegir entre la resignación y
la desesperanza o unirnos, sumar fuerzas y recuperar nuestra patria, nuestra
dignidad, nuestra soberanía”.
Verónika Mendoza
(MNP)
Martín Vizcarra, presidente de Perú |
Vizcarra asumió la presidencia
por la renuncia del ex mandatario PPK. Después de su “elegante exilio” en
Canadá como embajador – favorecido por su socio político - librado según
diferentes opinólogos de serias
denuncias por favorecimientos – en nombre del Estado peruano – a empresas extranjeras
involucradas en la construcción del cuestionado proyecto del aeropuerto andino
de Chinchero (Cuzco). Pero como absurdamente en el Perú son siempre favorecidos
los que más arrugas tienen con la justicia, Vizcarra – por “derecho
constitucional” – sucedió al defenestrado ex presidente.
El día que asumió el cargo
presidencial, la empresa GFK publicó una interesante aproximación al sentir del
pueblo en relación a la crisis de Estado. El 49%
cree que los vicepresidentes deben renunciar
y el presidente del Congreso
debería convocar a nuevas elecciones generales. Un 26% sostuvo que Vizcarra
pudiera concluir el quinquenio presidencial el 2021.[1]
Lamentablemente como siempre la opinión del Soberano solo sirve para adornar estadísticas.
En el Perú La
“lógica Odebrecht” se encuentra entornillada en el inconsciente colectivo del
sistema de la estafa: se apuesta a ganador ya sea de izquierda, centro o
derecha. Las evidencias pusieron al relieve los rostros del método de la
gobernabilidad en el Perú: la estafa, corrupción e impunidad.
Como sabemos
el delincuencial modus operandi de la
red de corrupción montada por Odebrecht – y su entramada red de compañías y
personajes - fue corromper a frentes políticos de todos los tintes ideológicos.
La lógica del lucro monstruosamente voraz del capital antidemocrático e
inhumano se movió y sigue moviéndose indistintamente de la bandera que levanten los postores a
jugosos cargos públicos.
Ante la
fallida – por ahora - lógica de la corrupción, la preocupación de los sectores
liberales es evitar por cualquier medio convocar a nuevas elecciones
presidenciales. Estas esferas políticas son consientes que ante una eventual
convocatoria a elecciones habría fuertemente la posibilidad que sectores
no-liberales logren posicionarse en el Estado con holgada victoria. Para muestra un botón: “El peor
escenario, porque es completa incertidumbre, obviamente son las elecciones
(presidenciales). Nadie sabe quién gana, ni nadie sabe cuál sería la política
en el 2020” (Julio Velarde, presidente del BCRP).
Tito Prado
Effio[2] sostuvo: “Un nuevo gobierno emanado de
elecciones limpias puede encabezar un proceso constituyente que termine en una
nueva carta magna y permita refundar la República sobre nuevas bases empezando
por la recuperación de nuestra soberanía de cara al bicentenario”.[3] La amenaza para los
grupos de poder es precisamente llegar al punto cero: nueva Carta Magna
acabando de esta manera con la legalización de la estafa, el privilegio, la
impunidad y 200 años de saqueo antipatriótico y sistémico.
La laberintitis que aqueja al
presidente peruano Vizcarra es solo uno de los signos de la endemia sistémica
por la cual atraviesa el Perú. Señor presidente: su misión es exclusivamente
transitoria. Es inaudito pretender seguir maquillando la realidad con torpes
nubes enceguecedoras. Lo sabemos, el problema es estructural y no coyuntural.
Y, las estructuras no pueden ser cambiadas ni un milímetro siguiendo el
distorsionado formato político que tenemos hoy. Somos consientes que una nueva Carta
Magna no garantiza cambios de conciencia ni que se elevará la calidad
ético-moral de los funcionarios públicos. De allí la exigencia de un nuevo
cuerpo jurídico-legislativo sin opción a que transe con la impunidad y crimen
institucionalmente organizado.
Debemos atrevernos a transitar
el camino de la transformación con justicia, equidad y dignidad. Trascender lo
anecdótico, cómico y patético de la política dejando de lado todo tipo de
dicotomías donde se considere la “clase política” jerárquicamente contraria al Pueblo verdadero sujeto político
soberano.
[1]
DW. Quien es el Nuevo presidente del Perú. En: http://www.dw.com/es/qui%C3%A9n-es-mart%C3%ADn-vizcarra-el-nuevo-presidente-de-per%C3%BA/a-43095644
[2]
Dirigente Nacional del Movimiento Nuevo Perú (MNP) y de la corriente interna SÚMATE.
[3]
Tito Prado. ¿Abajo el Congreso? La
Mula. En: https://titoprado.lamula.pe/2018/06/05/abajo-el-congreso/titoprado01/
No hay comentarios:
Publicar un comentario