La inflación que, en
principio, se proyectaba en un 17% anual para este año, ahora según las
presunciones del Fondo Monetario Internacional, con todos los ojos puestos
vigilando las cuentas nacionales, supera el 32%.
Roberto
Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde
Mendoza, Argentina
No pegan una, y eso que
aprovecharon el espacio futbolístico para acceder al poder. Ser presidente de
Boca Junior, llevó a Mauricio Macri a ser Jefe de Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, CABA y luego, presidente de la Nación. Era parte de
un pensamiento que, si Boca era la mitad más uno – aludiendo a su inmensa
hinchada –, pero también que la mayoría pensaba con los pies, justificaba la
concreción de las elucubraciones de Durán Barba, salvando lo inescrupuloso y
vergonzante del proyecto que puso en marcha.
No dar pie con bola en
materia económica es otra cosa, muestra una inoperancia exagerada en el manejo
de los instrumentos de la política económica, al punto de haber agotado varios
popes cambiemitas, desde Prat Gay y Federico Stuttzenegger al frente del Banco
Central. Sin nombrar a Carlos Melconian que, desde el riñón de Macri no cesa de
lanzarle críticas.
Lo cierto es que el
dólar, moneda mágica que lidera y acompaña la suba de precios, hasta los más
simples y locales, pasó de $ 9 en diciembre de 2015, a más de $ 30, este
viernes, luego del descabezamiento del Banco Central y la mención de Luis
“Toto” Caputo al frente de la entidad. Se multiplicó tres veces más, cuando
gritaban y aseguraban que la salida del cepo cambiario, no dispararía la
cotización de la divisa norteamericana. Idéntico argumento empleaba
Stuttzenegger, en fluido inglés, para asegurar que no emplearía reservas del BC
para mantener el valor del dólar.
Nada se cumplió.
Tampoco se cumplió la promesa macrista de que la inflación era un problema de
fácil resolución en pocos meses y que no dominarla, era síntoma de inoperancia,
se jactaba el presidente ante las cámaras televisivas en el recordado debate
con Scioli.
La inflación que, en
principio, se proyectaba en un 17% anual para este año, ahora según las
presunciones del Fondo Monetario Internacional, con todos los ojos puestos
vigilando las cuentas nacionales, supera el 32%.
Si retornamos al
comienzo de la gestión, tomando en cuenta el 43% del 2016 y 27% para 2017, el
ritmo actual, les ha explotado en las manos. Al punto que el gran paro de los
camioneros llevado a cabo este jueves 14, amén de solicitar un cambio de rumbo
económico, se centraba en el pedido de paritarias para tratar el tema salarial
que ha quedado horrorosamente rezagado.
De todos modos, aunque
se paró el país, los ojos estaban puestos en el Congreso Nacional donde se
trataba la ley de despenalización del aborto – dictractivo que, sumado al
divertimento del Mundial de Rusia – les permitiría profundizar la reforma
laboral y seguir aniquilando las posibilidades de los sectores más débiles.
De allí también que
pretendan arriesgar los fondos de los jubilados de la ANSES, así la destrucción
es completa.
Pero no sólo mintieron
con el ingreso al Fondo, sino que previo a ello, endeudaron de manera
exorbitante al país, dejando la posta a las generaciones venideras. Sin sangre,
sólo pensando en favorecer los intereses propios y de las multinacionales de
las que son fieles guardianes.
Porque, convengamos,
así como no le tembló el pulso al presidente para vetar la ley que retrotraía
las tarifas y justificó estos aumentos y el de los combustibles, ahora, no se
da por aludido del fracaso y vuelve a modificar ministerios, para seguir, como
dice su vocero el ministro Nicolás Dujovne, que todo esto se hace para continuar
con los objetivos trazados. Objetivos que, en ningún momento se vinculan con el
bienestar de la comunidad nacional, sino con el beneplácito de los organismos
financieros internacionales y los grupos económicos.
Para la próxima semana
están programados más paros de los camioneros y de la CTA que, seguramente
paralizarán al país. Desde luego que continuará la indiferencia y el ninguneo
como viene sucediendo hasta ahora, como pasa en Río Turbio o, en la provincia
de Chubut, en donde los maestros siguen de vigilia en frágiles carpas,
soportando temperaturas varios grados bajo cero.
Nunca ha sido tan
despreciado el colectivo obrero como con estos dirigentes bisoños que,
descaradamente expresan su rechazo. No dar pie con bola, para ellos no
significa nada, mientras no afecte sus sagrados intereses.
Inconscientes a todo y
en franca picada; directos a estrellarse contra el paredón de la realidad, los
únicos que soportarán la súper pesada herencia que dejarán, será el pueblo y
nada más que el pueblo. Porque ellos, como la langosta, saldrán volando a
depredar a otros lugares.
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